El escarabajo que corre a ciegas

Imagínate que fueras capaz de correr tan rápido que a tus ojos no les diera tiempo de procesar la luz, quedándote ciego. Sería como si entraras en el hiperespacio. Pero aunque la supervelocidad es una habilidad interesante, perder la vista en el intento no lo es tanto. Sin embargo, para los escarabajo tigre (Cicindela) es parte de su vida diaria.
El más rápido de ellos puede alcanzar los 8 km/h, que no parece mucho si no tenemos en cuenta que eso le permite cubrir 120 su longitud corporal en un solo segundo. En comparación, Usain Bolt solo llega a los 5, o dicho de otra manera, necesitaría correr a más de 770 km/h para igualarlo. No le haría falta romper la barrera del sonido, pero posiblemente tuviéramos una muerte espectacular cuando, incapaz de frenar, se reventara contra un muro (posiblemente de la corporación ACME).

Esta habilidad podría considerarse como un arma de doble filo que lo condena a la extinción si no fuera porque tiene los recursos necesarios para que no le suponga ningún problema. En primer lugar, seguramente has supuesto que el escarabajo va a ciegas directamente a su destino. Este no es el caso puesto que puede pararse a mirar e iniciar de nuevo la carrera. Por otra parte, la visión no es el único instrumento con el que se pueden evitar los obstáculos. Cuando corre, el escarabajo mantiene sus antenas hacia delante, en forma de V sobre el suelo. Las antenas le permitirán saber, sin necesidad de verlo, si hay algún elemento que bloquee su camino. Como va demasiado rápido para girar, lo que suele hacer es pasar por encima. Esto deja claro que no hace falta tener unos ojos con capacidad de ver siempre a alta resolución para un problema puntual si con un par de antenas puedes solventarlo.

Fuente:Phenomena
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