Los falos de Bután

Tres figuras de madera de penes con cara y llamas a los lados.
Una de las cosas que sorprenden de Bután es la ubicuidad de las representaciones fálicas, tanto en pinturas como fuentes y figuras de todo tipo. Su exhibición sin pudor resulta chocante, especialmente en contraste con las regiones tibetanas y del norte del Himalaya, pudiendo pensarse que son especialmente lascivos o carentes de inhibiciones. Pero, ¿cuál es la razón de su omnipresencia?

Las imágenes fálicas no son exclusivas de Bután. Pueden verse en las regiones de Amdo y Kongpo del Tíbet, pero no con tanta frecuencia. En Bután, reciben el nombre de Pho chen o dBang phyug chen po; en el este del país es llamado Kharam Shing; en las regiones centrales, en Trongsa y Khyen, Tenpola y Miling, y Andaligpa en Trashiyangtse.
Mapa de las divisiones administrativas de Bután.

Es necesario entender que, en Bután, lo obsceno y sagrado está interconectado. Con el fin de alejar el mal de una casa, así como de los percances con el agua, el fuego, el aire, la tierra e incluso de las calumnias, se pueden ver falos tallados en madera en las esquinas de los tejados o dibujos realistas, cómicos o vistosos de falos junto a las puertas.

Su colocación no es algo trivial, sino que requiere de un ritual previo. Por ejemplo, en el caso de los falos de madera del tejado, los lamas harán una procesión por la tarde en torno a la casa, con una mujer de esta llevando las figuras en una cesta en la espalda. Tras completar el circuito, los lamas continúan su oración y se sube la cesta al tejado con una cuerda. Cuatro figuras se distribuirán entre las esquinas, mientras la quinta se guarda en la casa. De esta manera se cree que aquellos en el tejado alejarán el mi kha (calumnias), mientras el quinto propiciará el nacimiento de un niño y la buena fortuna.

Aunque los rituales contienen elementos budistas, la simbología también esta asociada con el Shiva lingam, una representación anicónica de Shiva, y contiene características propias de Bután ajenas al budismo y el shivaísmo.

Los falos también se usan en rituales para crear relaciones armoniosas en la comunidad, expiar malas acciones y desear descendencia a mujeres nulíparas. Otra función de estos rituales es eliminar la vergüenza del año, por lo que unos bufones (atsara) esgrimen falos de madera por delante de las mujeres de todas las edades para quitarles la vergüenza (Zongkha Ngo Tshao) y purificarlas. De esta manera también se eliminan los tabúes de las conversaciones familiares. Estos bufones son reconocibles por sus máscaras rojas o negras de las que a veces cuelgan falos.

El loco divino

Vajra y campana.
Vajra (rayo) a la izquierda. La campana era un símbolo femenino.
Estos bufones afirman estar asociados con maestros indios "realizados", pero sus poderes fertilizadores se asocian con Drukpa Kunley (1455-1529), el "loco divino" (smyon pa), un lama que sometía a los demonios femeninos con su órgano sexual Vajra o "Rayo de sabiduría ardiente". Es conocido por numerosas anécdotas, entre las que se encuentra convencer a su propia madre para copular con él, abandonarla cuando finalmente cedió y contarlo al día siguiente en el mercado para exponer sus debilidades para erradicar sus faltas.

Drukpa Kunley tiene similitudes con héroes populares como el embaucador tibetano Akhu Tönpa y Ap Wang Drugye de Bután occidental, participando también en aventuras sexuales e ilícitas. Drukpa Kunley viajó por el país sometiendo a demonios con su vajra y obteniendo nuevas amantes. Los monumentos fálicos en su honor son un testigo de los lugares donde sometió a los demonios, aunque estén presentes incluso en regiones que no visitó en ningún relato.

Como cazador, se le mostraba siempre con su arco y sus flechas. Estas últimas son un símbolo viril presente en el budismo junto con la campana, aunque la consideración de la flecha como masculina es anterior a la llegada del budismo al Himalaya. La flecha es un elemento importante de Drukpa Kunley como anunció su famosa profecía:
Soñó que una mujer, vestida con una falda amarilla y sosteniendo una espada ardiente, le dijo: "Drukpa Kunley, es hora de que cumplas la profecía que anunciaba la conversión de la gente de Bután y la purificación mágica de esta tierra. En Bután establecerás una familia que servirá a la tradición Drukpa con gran provecho para el futuro. Debes disparar una flecha al sur temprano por la mañana como heraldo de tu llegada".
Drukpa Kunley pertenecía a un prestigioso linaje religioso, la familia gobernante Gya de Ralung, baluarte de la escuela Drukpa Kagyu en el Tíbet, por lo que la profecía anunciaba el éxito de esta escuela en Bután. La flecha cayó en una casa de Toebesa, Punakha, donde engendró un hijo con la dueña de la casa. Este hijo sería el abuelo de Gyalsey Tenzin Rabgye (1638-1696), cuarto Druk Desi (gobernante secular) de Bután.

Drukpa Kunley se convirtió en un héroe cultural que combinó antiguas creencias no budistas, el budismo tibetano, el budismo tántrico de la India. Sin embargo, aunque debido a su popularidad, incrementada en 1966 por la hagiografía de Gendün Rinchen, se le relacionó con estos símbolos fálicos, su uso es aún más antiguo.

Orígenes antiguos

En Bután oriental se cuenta que un murciélago llamado Bjatsi tonpa gom chen fue enviado al cielo del dios Wa ldan gungs ldan para pedirle que uno de sus hijos fuera a gobernar la tierra. Tuvo que ir el hijo menor y se acordó un día para su descenso. El rey envió a sus tres hijos y un séquito de dioses para acompañar a su hijo menor a la tierra. Durante el camino, los semidioses y demonios se enteraron del descenso. Se sorprendieron porque una criatura tan pequeña como el murciélago fuera capaz de persuadir al dios para enviar a su hijo a la tierra. Los semidioses y demonios se rieron del séquito mientras lo miraban sorprendidos. El murciélago se molestó y quiso que se fueran. Trazó un plan y se quitó la ropa interior. Viéndolo desnudo con su pene colgando, los semidioses y demonios le maldijeron y se fueron muy avergonzados, dejando en paz al séquito. Finalmente, llegaron sanos y salvos a la tierra.Este mito legitimiza el ritual Karphu de Tsamang en Bután oriental, donde los falos tienen un papel importante.

En un mito de la región Khyen, Gadpupa (viejo) es enviado por Lha Jajin (Señor Indra) a la tierra para bendecir a sus gentes con longevidad, prosperidad y fertilidad. Este personaje comparte características con los atsara. Al alba del 15º día de Chodpa dentro de Lhakhang, realiza un baile. Ofrece longevidad, sabiduría y riqueza, comenta burlonamente sobre los genitales y partes del cuerpo, narra su viaje de Ura a Goshing, sus encuentros con espíritus iracundos locales y cómo los sometió, y finalmente arroja granos de arroz propicios. De su cintura cuelga un falo de madera, destacando en su narración que puede levantarse sin piernas, penetrar sin ojos y estar duro sin hueso.

En los festivales Jampey lhakhang en Bumthang y de Nabji en el sur de Trongsa, los lamas realizan bailes desnudos. Estos bailes se asocian con Dorje Lingpa (1346-1405), quien los dio a conocer tras una profecía del gurú Rinpoche en el siglo VIII y realizada por primera vez en Nabji Korphu, Trongsa. Se dice que unos demonios causaban estragos en la obra de un templo local, por lo que Dorje Lingpa comenzó un baile desnudo que alejó a los demonios y permitió terminar la construcción. Dorje Lingpa también promovió la diversión entre hombres y mujeres en las reuniones religiosas y se opuso a las convenciones contemporáneas.

En Nindukha, Dagana, o en Sakteng, Trashigang, también hay bailarines desnudos (tercham), aunque sin relación a  Dorje Lingpa. Estos llevan máscaras de esqueletos para mantener su anonimato. Según su historia, fueron seleccionados en el siglo VIII por el rey Trisongdetse para proteger sus dominios contra calamidades e invasores por medio de este baile.

En los poemas y relatos, el tema común es el mismo: el falo que trae fertilidad y aleja o somete al mal avergonzándolo con acciones o palabras obscenas. Además, los bailes asocian la falta de vergüenza con la fertilidad.

Resumen

Aunque la popularidad de Drukpa Kunley ha sido utilizada como origen de la ubicuidad de los falos en Bután, la presencia de tradiciones anteriores similares lleva a pensar que a través de él convergieron las distintas tradiciones butanesas. El comienzo de esta tradición es incierto, pero es indiscutible que ha conseguido mantenerse como un símbolo para alejar el mal y atraer la fertilidad.

Fuentes

  • Pommaret, F., & Tobgay, T. (2008). Bhutan’s Pervasive Phallus: Is Drukpa Kunley Really Responsible?. Unpublished essay.
  • Rigyal, S., & Prude, A. (2016). Buddhism in Contemporary Bhutan. In The Oxford Handbook of Contemporary Buddhism (p. 61). Oxford University Press.
  • Hemrick, S. (2015). Cultural Encyclopedia of the Penis. The Gay & Lesbian Review Worldwide, 22(6), 44.
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