Tradicionalmente los ejércitos han sido exclusivamente masculinos. Incluso a este se le asocian cualidades comunes con la masculinidad, con lo que supone ser hombre. Hasta principios del siglo XX, la participación femenina era anecdótica. Desde la Primera Guerra Mundial, sus roles en el ejército han aumentado, aunque con muchas desigualdades globales, como no ser reclutadas bajo las mismas condiciones que los hombres o no poder ocupar la primera línea de combate. Antes del siglo XX ya había participación femenina en las guerras, ya sea con mujeres que lideraban ejércitos , grupos mixtos o la participación puntual de mujeres en algunas batallas. Sin embargo, lo que fue totalmente infrecuente es la participación de un grupo exclusivamente femenino en causas bélicas. Según la leyenda, el ejército de mujeres Mino ("nuestras madres") comenzó cuando el rey Houegbadja (1645-1685) convirtió en soldados a las cazadoras de elefantes gbeto . El médico Pierre Clément Répin dijo