Querido Dios, confirma lo que ya creo
"Intuir las creencias de Dios en temas importantes no produce una guía independiente, sino que sirve como caja de resonancia para validar y justificar las creencias propias," escribe un equipo liderado por Nicholas Epley de la Universidad de Chicago, en un evento de la Academia Nacional de Ciencias.
Los investigadores empezaron preguntando a los voluntarios quienes dijeron creer en Dios para dar sus propias opiniones en temas polémicos, como el aborto y la pena de muerte. También les preguntaron sobre los puntos de vista de Dios, del americano medio o de figuras públicas como Bill Gates. Las creencias propias más decididas eran las que atribuían a Dios. Después, el equipo le preguntó a otro grupo de voluntarios para realizar tareas diseñadas para suavizar sus puntos de vista, así como la preparación de discursos sobre la pena de muerte en el que tendrían que tomar el punto de vista opuesto al suyo. Esto condujo a que cambiaran las creencias atribuidas a Dios, pero no las que atribuyen a otras personas.
Brújula moral
"La gente puede usar agentes religiosos como brújulas morales, creando impresiones y realizando decisiones basándose en lo que creen que Dios, como autoridad moral absoluta, quiere o cree;" escribe el equipo. "La característica central de la brújula, sin embargo, es que apunta hacia el Norte sin importar con quien se está enfrentando. La investigación sugiere que, a diferencia de una brújula real, las deducciones sobre las creencias de Dios pueden, en cambio, ir contra cualquiera sea cual sea la dirección en la que apunten.""Los experimentos en los cuales manipulamos las creencias de las personas son más convincentes si mostramos a la gente que sus creencias influyen en lo que cree Dios que cuando piensan en las creencias de otras personas." dice Epley.
Finalmente, el quipo usó fMRI para escanear los cerebros de los voluntarios mientras contemplaban sus propias creencias, Dios o el "americano medio". En todos los experimentos, profesaban creencias en el Dios de Abraham. La mayoría eran cristianos.
En los primeros dos casos, había partes similares del cerebro activas. Cuando se le preguntó como contemplaría las creencias de otros americanos, sin embargo, el área del cerebro utilizada para deducir el estado mental de otras personas estaba activa. Esto implica que el mapa de las creencias de Dios está en ellos mismos.
Vínculo a la imaginación
Otros investigadores dicen que los descubrimientos refuerzan estudios anteriores sobre que Dios está íntimamente ligado a la imaginación.Estos experimentos "apoyan descubrimientos previos en que la representación de Dios está íntimamente relacionado con uno mismo, también en términos de función cerebral", dice Uffe Schjødt de la Universidad de Aarhus en Dinamarca, cuya investigación se publicó a principios de años mostrando que rezar usa regiones cerebrales similares a hablar con un amigo.
"Estos descubrimientos ayudan a explicar porque a los agentes religiosos sobrenaturales se les atribuye forma física y mandamientos sobre algunos temas parecidos a las prácticas sociales de las sociedades de las que surgen" dice Jordan Frafman del Instituto estadounidense de Desordenes Neurológicos y Accidentes Cerebrovasculares en Bethesda, Maryland, cuyo equipo, a principios de año, vinculó el surgimiento de una religión con el desarrollo de la "teoría de la mente", la capacidad de reconocer que otros seres vivientes tienen pensamientos e intenciones independientes.
Fuente: NewScientist
Es decir, el Cristo Colega de Dogma no iba desencaminado.
Nunca se tendría que mezclar lo religioso con otra cosa que no fuera la fe, sea la religión que sea.
@Toni Gracias por comentar tu opinión, pero yo soy contrario a esa idea. En lo que se relaciona con el artículo, habla de los pensamientos de la gente y su fe, que acaban coincidiendo hasta tal punto de que atribuyen a la entidad suprema sus propias ideas.
Estoy a favor de "mezclar la religión con otra cosa" porque así se muestra su validez. Aunque para mí siendo ateo, Dios no existe y no me van a convencer, tolero a quien piense lo contrario. Pero por supuesto, nunca viene mal que se hagan estos estudios para ver lo fiables que son nuestras creencias (o las que nos quiera imponer la iglesia, por ejemplo).