¿De qué color es un camaleón cuando se mira a un espejo?

Contrario a lo que se cree, los camaleones no adoptan el color de la superficie sobre la que caminan. Sus escamas cambian dependiendo de la temperatura, la hora o de si se encuentran con un congénere. Por lo que frente a un espejo ni se volverá transparente ni reflejará la luz en su cuerpo. Esto tampoco quiere decir que permanezcan del mismo color. El camaleón, como la mayoría de los animales, no se reconoce frente a un espejo, por lo que pensará que es otro miembro de su especie y actuará en consecuencia. En este caso lo verá como un rival, se hinchará para parecer más grande, enrollará y desenrollará la cola, y cambiará de color, volviéndose más oscuro.

Esto que puede parecer una tontería, es importante para quienes quieren cuidar un camaleón, ya que si este se refleja en los cristales puede estresarse ante la idea de que haya otro camaleón junto a él.

El mecanismo que permite al camaleón cambiar de color se encuentra en sus escamas, donde se encuentra un par de capas de células llamadas iridóforos, es decir, células con pigmentos iridiscentes que reflejan la luz. Al excitar o relajar la piel, el camaleón cambia la organización de estas células. Cuando está relajado, estas células se encuentran más próximas entre sí, reflejando ondas de luz más cortas, como el azul. Por el contrario, cuando se excita ocurre lo opuesto, separándose las células y reflejándose ondas de luz más largas, como el rojo y el amarillo. Como la piel del camaleón también contiene pigmento amarillo, la mezcla de colores produce el color verde cuando está relajado.

Los camaleones además poseen una capa más profunda y ancha que interactúa con luz cercana al infrarrojo, es decir, no visible para nosotros, pero que le permitiría reflejar el calor y mantenerse frescos.