El sonido de la aurora
Si tienes la suerte de vivir cerca de los polos magnéticos de la Tierra, cuando haya una intensa aurora, sal afuera. Aléjate del ruido, de los coches, perros, televisiones, y escucha atentamente. Si se dan las condiciones adecuadas, escucharás algunos ruidos extraños.
Los testigos dicen que es como un ruido estático de radio, el crujido de la hierba y hojas secas al pasar un animal pequeño o al sonido al arrugar papel de celofán. El folclore inuit dice que es el sonido de los espíritus de los muertos, ya sea jugando o intentando comunicarse. Es el sonido de la aurora y se desconoce qué lo provoca, ya que hay más anécdotas que grabaciones.
Las auroras se producen cuando el viento solar interactúa con el campo magnético terrestre y la atmósfera. Dado que la aurora ocurre a al menos 60 kilómetros de altura, el sonido no es producido por la aurora. Incluso si el aire fuera lo suficientemente denso, el sonido se desvanecería antes de llegar al suelo.
Los sonidos no son comunes. Incluso puede pasar que en el mismo lugar, alguien pueda oírlo perfectamente mientras que otro no. Esta inconsistencia hace difícil encontrar la causa subyacente de los sonidos, por lo que existen multitud de teorías. Una de ellas afirma que todo está en la cabeza del observador. Los medios de comunicación modernos nos han acostumbrado a oír sonido junto a las imágenes, por lo que a veces podemos oír sin ningún estímulo. Pero eso no explica las leyendas inuit, o los observadores que lo oían con los ojos vendados o en un recinto cerrado.
Otra teoría, que afirma también que todo está en tu cabeza, dice que se debe a la audición electrofónica. Esto es la estimulación directa de los nervios auditorios por campos electromagnéticos externos. La gente manifiesta escuchar "clicks" y "pops" coincidiendo con los destellos luminosos. La teoría no explica por qué se afecta solo la audición, aunque hay informes de personas que notan raros olores con la aurora.
El sonido puede deberse a la descarga "cepillo". Según esta teoría, los efectos de la ionización que produce la aurora alcanzan técnicamente el suelo, pero la intensidad a bajas altitudes no es lo suficientemente fuerte para ser visualizado. Esto provoca una acumulación de electricidad estática en los objetos cercanos, que descarga intermitentemente a la atmósfera. Esto produce rayos microscópicos. Si la teoría es cierta, el sonido que se escucha es el producto de miles de rayos microscópicos. El efecto será mayor en objetos largos, finos y secos, como las hojas o el pelo rizado, que son los mejores al eliminar la carga.
De todas las hipótesis, la más posible es la de la transducción electrofónica. Ciertas ondas de radio tienen la misma frecuencia que las ondas de sonido. Los conductores largos y finos, como la hierba, el pelo o la montura de unas gafas, sirven como antena para estas ondas de radio. Cuando estas antenas reciben la señal, vibran y transforman la energía de radio directamente en sonido.
Se han detectado ondas de radio de baja frecuencia en auroras boreales, así como en meteoritos. Vale la pena señalar que suenan igual que los de los meteoritos, e incluso se han grabado.
La transducción electrofónica es similar a los casos donde tras un empaste, la boca se convierte en un receptor de radio AM. La teoría actualmente más aceptada es la que implica la capa de inversión, una región atmosférica donde la temperatura del aire aumenta con la altura en vez de descender, que es lo habitual. Estas capas se pueden formar en días soleados sin viento. Tras la puesta de Sol, el aire caliente asciende y la superficie se enfría. En un día tranquilo, estas capas de aire no se mezclan. Esta capa retendría la carga eléctrica negativa por debajo, separándola de la carga eléctrica positiva superior. Con los vientos solares, se rompe esta separación y se producen los ruidos.
Aún no hay un consenso total sobre la causa de los sonidos. Así que, cuando veas una aurora, sal y escucha. Quizás escuches algo inexplicable.
Fuente:Damninteresting