El gran botellón de Edward Russell
El primer earl de Oxford, el almirante Edward Russell, es recordado por pertenecer a los Siete Inmortales que pidieron al protestante Guillerno de Orange que depusiese al católico Jacobo II de Inglaterra y VII de Escocia, asistiéndole personalmente al primero en la Revolución Gloriosa (1688). Lo que no se recuerda tanto es que en 1694 celebró una fiesta que pasó literalmente a la historia.
Todo comenzó con su viaje de regreso del Mediterráneo, cuando el almirantazgo le pidió que, en vez de regresar a Inglaterra para descansar y aprovisionarse, pasara el resto del invierno en el puerto de Cádiz. Frustrado por perderse la Navidad en Inglaterra, Russell le mostró su rechazo con el mensaje "En este momento se me presenta la duda de si no es mejor morirse". Por eso, el 26 de diciembre Russell aprovechó para celebrar una fiesta colosal en Alicante, en los terrenos del gobernante local.
La fiesta contó con 800 camareros y 150 platos distintos. Sin embargo, lo más destacado fue su enorme fuente de azulejos de Delft cubierta por un dosel llena por 12 tóneles de ponche, es decir, unos 2 862 litros. El ponche se hizo con unos 950 litros de brandy, 470 litros de vino de Málaga, 635 kg de azúcar, 2 500 limones, 75 litros de zumo de lima y 2,25 kg de nuez moscada. En una canoa, un niño navegaba sobre el mar de ponche y sirvió a los 6 000 invitados que pasaron por la fiesta. Para evitar que se embriagara con los aromas de este, debían turnarse cada 15 minutos.
La fiesta continuó durante una seis días, con una pausa durante una tormenta para poner un toldo de seda sobre la fuente para evitar que se aguara el ponche. La fiesta terminó sin ponche y con la turba metida en la fuente con medias y zapatos puestos.
Fuentes: Drinkingcup, CNN, The guardian
Todo comenzó con su viaje de regreso del Mediterráneo, cuando el almirantazgo le pidió que, en vez de regresar a Inglaterra para descansar y aprovisionarse, pasara el resto del invierno en el puerto de Cádiz. Frustrado por perderse la Navidad en Inglaterra, Russell le mostró su rechazo con el mensaje "En este momento se me presenta la duda de si no es mejor morirse". Por eso, el 26 de diciembre Russell aprovechó para celebrar una fiesta colosal en Alicante, en los terrenos del gobernante local.
La fiesta contó con 800 camareros y 150 platos distintos. Sin embargo, lo más destacado fue su enorme fuente de azulejos de Delft cubierta por un dosel llena por 12 tóneles de ponche, es decir, unos 2 862 litros. El ponche se hizo con unos 950 litros de brandy, 470 litros de vino de Málaga, 635 kg de azúcar, 2 500 limones, 75 litros de zumo de lima y 2,25 kg de nuez moscada. En una canoa, un niño navegaba sobre el mar de ponche y sirvió a los 6 000 invitados que pasaron por la fiesta. Para evitar que se embriagara con los aromas de este, debían turnarse cada 15 minutos.
La fiesta continuó durante una seis días, con una pausa durante una tormenta para poner un toldo de seda sobre la fuente para evitar que se aguara el ponche. La fiesta terminó sin ponche y con la turba metida en la fuente con medias y zapatos puestos.
Fuentes: Drinkingcup, CNN, The guardian