¿Por qué se llama posición del misionero?

Gitanos felices, de Thomas Rowlandson.

En el sexo, la posición del misionero es la mejor y la única posible, siempre que nos atengamos a las recomendaciones de la iglesia. Con todo, entre todas las posturas, resulta desconcertante que una tan básica se caracterice por el nombre de una profesión que no se conoce precisamente por su promiscuidad. Por ello, ¿qué causó este nombramiento?

¿Qué es y qué origen se le atribuye?

La posición del misionero es aquella donde la mujer queda en decúbito supino, es decir, boca arriba, con el hombre en paralelo y enfrentándola sobre ella. Durante décadas se ha informado, sin compartir la fuente de tal afirmación, que los nativos de las islas del Pacífico, Polinesia, Melanesia, América, China y/o África se mofaban de los misioneros, quienes intentaban enseñarle esta posición como la correcta.

Fuente del relato

Mapa de las islas Trobiand, al noreste de Nueva Guinea.

En Sexual Behavior in the Human Male (1948), Alfred Kinsey la llamaba la "posición angloamericana", pues era la preferida por estos. Este señala a los habitantes de las islas Trobriand o Kiriwina en The Sexual Life of Savages in North-Western Melanesia (1929) de Bronisław Malinowski como el origen de este relato, quienes se divertían imitando las posiciones de los misioneros en torno a las hogueras para divertirse. Sin embargo, este libro menciona que los habitantes de estas islas juegan y cantan canciones de burla bajo la Luna llena, sin hogueras ni posturas sexuales. Un centenar de páginas después, dice que se mofan de la posición que posteriormente se llamaría del misionero, pero no da un contexto. De hecho, ni Kinsey menciona a los misioneros como quienes transmitieron esta postura, sino los comerciantes, los dueños de las plantaciones y los oficiales blancos. El único vínculo que ofrece indirectamente con los misioneros es la defensa de la iglesia católica medieval por esta posición. Esta relación pudo surgir porque Malinowski fue testigo de una pareja de Trobiand teniendo relaciones sexuales, inclinados uno sobre el otro y agarrándose las manos, como amantes que pronto se unirían en matrimonio. Según le contaron, esta no seguía la tradición antigua y era una inmoral moda misionera.

Acuñando el nombre

A pesar de esto, ni Malinowski ni Kinsey dieron nombre a esta posición. Partiendo de Kinsey, esto comenzó a ocurrir en 1969, cuando se había olvidado de dónde procedía la historia. Alex Comfort popularizó la expresión en The Joy of Sex (1972) y el diccionario de inglés Oxford la incorporó en 1976, dejando en desuso a "la matrimonial", la "posición superior masculina", la "posición angloamericana" o la "posición mamá-papá". En la última década del siglo XX, la expresión se exportó a los diccionarios franceses, alemanes y españoles.

Desprecio de la posición del misionero

En la postura modernista, los nativos paganos eran libres, en contraste de los cristianos reprimidos por su propia moralidad. Habían demostrado que la desnudez y la sexualidad no eran un pecado que llevaban a la perdición. A través de los misioneros, el cristianismo se estableció como un defensor y propagador de la opresión y el patriarcado. Estas críticas se conservaron en el posmodernismo y se extendieron al feminismo, donde la postura del misionero, con el hombre encima, se consideró una posición opresiva. De hecho, el relato de ben Sirá sobre Lilith que trataba este mismo conflicto con Adán, donde ella se convirtió en demonio que mataba niños, hizo que esta se volviera un icono feminista. La defensa eclesiástica e histórica de la postura del misionero para tener sexo procreativo, salvo que algún impedimento lo evite, tan solo alimentó el rechazo a las estructuras de poder. En vez de decidir racionalmente qué era favorable, el posmodernismo básicamente ofrecía una oposición a la tradición. Por lo tanto, aunque rompiera los tabúes entre los nativos y no haya razones lógicas para despreciarla, la posición del misionero acabó denostada, como si tuviera menos valor que otras posturas.

Fuente

  • Priest, R. J. (2001). Missionary positions: Christian, modernist, postmodernist. Current Anthropology, 42(1), 29-68.
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