¿Los mexicas veían a los españoles como dioses?
En 1552, Francisco López de Gómara publicó la Primera y segunda parte de la Historia General de las Indias con todo el descubrimiento y cosas notables que han acaecido dende que se ganaron hasta el año de 1551. Con la conquista de México de la Nueva España, o Historia general de las Indias para acabar antes. En este libro expuso cómo los españoles tomaron México porque los indígenas vieron a los conquistadores como dioses. Se supone que, hace mucho, Quetzalcóatl desapareció en el este, pero prometió volver en una fecha que, casualmente, coincidió con la llegada de los "dioses blancos" de Cortés.
Aunque nunca estuvo en México, López de Gómara fue capellán y secretario del retirado Hernán Cortés. Pese a ello, las cartas de Cortés durante la conquista no mencionan este relato. Con todo, la versión de López de Gómara fue aceptada rápidamente incluso por los indígenas posteriores a la conquista y sigue vigente para muchas personas, aunque los historiadores del México antiguo la rechazan.
En cambio, esta identificación de Cortés con un individuo singular venido del este se gestó, al menos, varias décadas antes de que la contara López de Gómara. En las primeras décadas tras la conquista se comienza a contar la historia de un mortal, el héroe vagabundo Huemac o Topiltzin, que creó un reino de paz y prosperidad, donde los sacrificios humanos fueron sustituidos por la liberación de aves y mariposas en los templos, y que prometió volver tras dirigirse al este para buscar su lugar de descanso sagrado. En la década de 1540 recibiría el nombre de Quetzalcóatl, pero no en náhuatl. Según Motolinía, partió para construir en tierras lejanas, pero cuando los nativos vieron las banderas blancas, creyeron que volvía con sus templos, diciendo que habían desembarcado muchos dioses. La obra de Bernardino de Sahagún sería la primera en recopilar todos los detalles del relato. En esta época, los monjes creían que un santo había visitado el Nuevo Mundo, siendo el héroe pacífico exiliado por la creencia de la gente en el diablo (Hutzilopochtli) y que anuncia su propio retorno. Esta historia no sería contada completamente por un autor nahua hasta la década de 1570 con los Anales de Cuauhtitlan, ya que para entonces era una explicación lógica a por qué los nativos habían ofrecido tan poca resistencia.
Antes de Francisco López de Gómara hubo varios autores involucrados en la conquista que escribieron sobre sus vidas y México. Aparte de las cartas de Hernán Cortés, también tenemos el testimonio del noble y capitán español a sus órdenes, Andrés de Tapia; los conquistadores Francisco de Aguilar, convertido en dominico, y Bernal Díaz del Castillo. En 1524, en la ciudad de México, Cortés recibió a los doce apóstoles, un grupo de franciscanos cuya misión era cristianizar a los indígenas y que construyeron escuelas para los nativos nobles. A mediados de siglo, Bernardo de Sahagún organizó el proyecto por el que sus estudiantes realizaron entrevistas a nativos notables, elaborando lo que sería el Códice Florentino o Historia general de las cosas de Nueva España.
Aunque se tienen testimonios posteriores de nativos, ninguna de sus obras son de la tercera ni cuarta década del siglo XVI. Posteriormente, Fernando de Alva Ixtlilxóchitl, descendiente del último rey de Texcoco y que tenía acceso a códices conservados en secreto, criticó las afirmaciones que los españoles defendían como ciertas.
Inicialmente los aztecas no tenían manera de llamarlos, ya que normalmente denominaban a las personas según su lugar de origen o su rango social, pero ¿cómo podrían llamar a alguien que viene de un lugar desconocido para ellos? Con los años fueron llamados caxtilteca (de Castilla) o cristianos.
Fuente:
Aunque nunca estuvo en México, López de Gómara fue capellán y secretario del retirado Hernán Cortés. Pese a ello, las cartas de Cortés durante la conquista no mencionan este relato. Con todo, la versión de López de Gómara fue aceptada rápidamente incluso por los indígenas posteriores a la conquista y sigue vigente para muchas personas, aunque los historiadores del México antiguo la rechazan.
Las incoherencias y desarrollo del relato
La historia cuenta que Moctezuma envió regalos a varios dioses para ver cual agradaba más a los recién llegados, eligiendo a Quetzalcóatl, aunque realmente este no era un dios importante en Tenochtitlán. En cambio, lo era en Cholula, donde dispusieron atacar a los españoles en su camino a la capital. También se decía que Quetzalcóatl era un dios amante de la paz que aborrecía los sacrificios humanos, cuando era un dios liminal del viento que recibía sacrificios humanos como otros dioses.En cambio, esta identificación de Cortés con un individuo singular venido del este se gestó, al menos, varias décadas antes de que la contara López de Gómara. En las primeras décadas tras la conquista se comienza a contar la historia de un mortal, el héroe vagabundo Huemac o Topiltzin, que creó un reino de paz y prosperidad, donde los sacrificios humanos fueron sustituidos por la liberación de aves y mariposas en los templos, y que prometió volver tras dirigirse al este para buscar su lugar de descanso sagrado. En la década de 1540 recibiría el nombre de Quetzalcóatl, pero no en náhuatl. Según Motolinía, partió para construir en tierras lejanas, pero cuando los nativos vieron las banderas blancas, creyeron que volvía con sus templos, diciendo que habían desembarcado muchos dioses. La obra de Bernardino de Sahagún sería la primera en recopilar todos los detalles del relato. En esta época, los monjes creían que un santo había visitado el Nuevo Mundo, siendo el héroe pacífico exiliado por la creencia de la gente en el diablo (Hutzilopochtli) y que anuncia su propio retorno. Esta historia no sería contada completamente por un autor nahua hasta la década de 1570 con los Anales de Cuauhtitlan, ya que para entonces era una explicación lógica a por qué los nativos habían ofrecido tan poca resistencia.
¿Fue López de Gómara el primero en escribir sobre la conquista?
Antes de Francisco López de Gómara hubo varios autores involucrados en la conquista que escribieron sobre sus vidas y México. Aparte de las cartas de Hernán Cortés, también tenemos el testimonio del noble y capitán español a sus órdenes, Andrés de Tapia; los conquistadores Francisco de Aguilar, convertido en dominico, y Bernal Díaz del Castillo. En 1524, en la ciudad de México, Cortés recibió a los doce apóstoles, un grupo de franciscanos cuya misión era cristianizar a los indígenas y que construyeron escuelas para los nativos nobles. A mediados de siglo, Bernardo de Sahagún organizó el proyecto por el que sus estudiantes realizaron entrevistas a nativos notables, elaborando lo que sería el Códice Florentino o Historia general de las cosas de Nueva España.
Aunque se tienen testimonios posteriores de nativos, ninguna de sus obras son de la tercera ni cuarta década del siglo XVI. Posteriormente, Fernando de Alva Ixtlilxóchitl, descendiente del último rey de Texcoco y que tenía acceso a códices conservados en secreto, criticó las afirmaciones que los españoles defendían como ciertas.
¿Cómo eran llamados realmente los españoles?
Los españoles eran llamados téotl (plural: teteo), que aparece en los textos españoles como teul (teules). Este es un término ambiguo que acabó traduciéndose simplemente como "dios", pero durante la conquista pudo referirse a un inmortal caprichoso sobre el que los humanos no tienen control o un humano que finge serlo, como un sacerdote o hechicero. Además, no tendría sentido que fueran referidos como dioses cuando en el Códice Florentino, en la página anterior de la rendición de Cuauhtémoc, los españoles son denominados como execrables y los guerreros realizan ceremonias a sus dioses por librarlos de ellos. En cambio, en las negociaciones tras la rendición, Cuauhtémoc los llamó Totecuiovan ("nuestros señores terrenales", derivado de tecuhtli).Inicialmente los aztecas no tenían manera de llamarlos, ya que normalmente denominaban a las personas según su lugar de origen o su rango social, pero ¿cómo podrían llamar a alguien que viene de un lugar desconocido para ellos? Con los años fueron llamados caxtilteca (de Castilla) o cristianos.
Fuente:
- Townsend, C. (2003). Burying the white gods: New perspectives on the conquest of Mexico. The American Historical Review, 108(3), 659-687.