El gran agujero azul de Belice
En las islas coralinas de Turneffe (Belice), inmerso en el mar Caribe se encuentra el gran agujero azul. Este destaca por su tonalidad que contrasta con el azul turquesa de la barrera de coral que lo rodea. Además, tiene una forma de círculo perfecto de 305 metros de diámetro. Junto con su profundidad, que alcanza los 123 metros, esto lo hace un paraíso para los submarinistas. Además, contiene los vestigios de cuando estuvo en la superficie.
El origen del gran agujero azul se remontan a la glaciación, cuando la Tierra estaba cubierta por glaciares y el nivel del mar era menor. Entonces era solo una cueva, como demuestran las estalactitas que se formaron antes de inundarse.
El gran agujero azul está habitado por diversos tipos de escualos, como grupos de tiburones nodriza (Ginglymostoma cirratum), tiburones del arrecife caribeño (Carcharhinus perezi) o tiburones voladores (Carcharhinus limbatus). En ocasiones se pueden ver peces martillo y tiburones toro.
Jacques-Yves Costeau lo visitó en 1960 y 1971, determinando que se formó a partir de una meseta de piedra caliza y que consta de varias plataformas, con cornisas a los 21, 49 y 91 metros. Su nieto, Fabien Costeau, volvió a visitarlo en el 2019 aprovechando para crear un mapa tridimensional. Descubrió una capa de sulfuro de hidrógeno a 300 metros de profundidad que bloquea la luz solar. En el fondo halló huellas aún no identificadas.
En 2016, el agujero azul Longdong en China lo sustituyó como el mayor de su categoría.