Cuando los parisinos se comieron su zoológico
En el restaurante Voisin en la Rue Saint Honoré, uno de los más lujosos de parís, el famoso chef Alexandre Étienne Choron preparó los siguientes platos tras cuatro meses de duro asedio:
- Consommé d’Elephant → Consomé de elefante (Sopas).
- Goujons Frits – Le Chameau rôti à l’Anglaise → Gobios fritos - Camello asado a la ingles (Entrantes).
- Le Civet de Kangourou → Canguro encebollado (Entrantes).
- Côtes D’Ours roties sauce Poivrade → Costillas de oso asadas con salsa de pimienta (Entrantes).
- Cuissot de Loup, sauce chevreuil → Muslo de lobo, salsa de corzo (Carnes asadas).
- Le Chat Flanqué de Rats → El gato flanqueado por ratas (Carnes asadas).
- La Terrine d’Antelope aux Truffes → Terrina de antílope con trufas (Carnes asadas).
- Tête d'Ane Farcie → Cabeza de burro rellena (Aperitivos).
En las calles se comenzaron a matar y comer perros, gatos, palomas y ratas. Se formaban colas en las carnicerías para comprar trozos de carne de perro y gato. Entre septiembre de 1870 y enero de 1871, se sacrificaron 65 000 caballos para servir como alimento, incluyendo dos sementales de Napoleón III.
Una carta del pintor Manet escrita a su esposa durante el sitio decía: "Ahora hay carniceros de gato, perro y rata en París, no comemos más que caballo cuando podemos conseguirlo". Le siguieron los animales del zoológico Jardin des Plantes. Los únicos animales que se evitaron fueron los monos, los leones, los tigres y los hipopótamos, supuestamente porque consumirlos era muy antihigiénico. El resto de animales, incluyendo los anteriormente populares elefantes Cástor y Pólux, fueron matados a disparos y vendidos a los carniceros, donde personas como el chef Choron podrían elegir a las bestias más exóticas.
El restaurante Peter cerca de la ópera de París ofrecío filete de elefante, burro asado y muslo de oso el día de Año Nuevo. Según una histoira, una señora parisina cenó en un restaurante de París durante el asedio y el menú de rata salteada le desalentó tanto que quería más que ensalada. El camarero le respondió arrogantemente: "¡Señora, esto es un restaurante, no una pradera!"
Finalmente Bismarck se salió con la suya y los prusianos dispararon 12 000 bombas en la ciudad durante 23 días para acabar con la moral parisina. En el bombardeo murieron o fueron heridos 400 personas. A pesar de los intentos de resistir, la capital fue capturada, terminando con la guerra franco-prusiana.
Los franceses no aceptarían su derrota y prepararían una serie de alianzas en caso de una futura guerra con Alemania, como llegaría a ocurrir en la Primera Guerra Mundial, que a su vez llevaría a la Segunda Guerra Mundial donde París volvería a ser ocupada por los alemanes.
Fuente: Messynessychic
