Robert Liston, el cirujano que consiguió un 300% de mortalidad en una operación
Si te tuvieran que operar y no tuvieran anestesia, desearías que al menos fuese breve. Esa era la situación que se encontraban muchas personas antes de la invención de la anestesia. Una diferencia de minutos podía diferenciar a un cirujano mediocre de uno ejemplar. Por lo tanto, se podría considerar que el mejor cirujano era Robert Liston, quien era considerado la "el mejor bisturí de West End".
Tal era su habilidad, que consiguió extirpar un tumor escrotal de 20 kg, cuyo dueño llevaba en una carretilla, en tan solo 4 minutos. Pero no siempre tenía tanto éxito. Una vez le llegó un niño con un tumor rojo y pulsátil en el cuello. Cuando, discutiendo con su cirujano, este le dijo que podía ser un absceso o un aneurisma en la arteria carótida, Liston le respondió "¡Pooh!¿Quién ha visto un aneurisma en alguien tan joven?" Sacó el bisturí y lo punzó. El niño murió desangrado, pero la arteria vive en el museo patológico del University College Hospital, muestra nº 1256.
Si por algo era famoso Robert Liston era por amputar miembros en 2 minutos y medio. Sin embargo, en una ocasión, con el entusiasmo, a un paciente acabó cortándole también un testículo.
Pero sin duda, su peor día lo protagonizó otra amputación. En esa época, aparte de no existir la anestesia, tampoco había medidas de higiene, por lo que el desafortunado paciente murió por gangrena, al igual que el ayudante de Liston, a quien le había amputado los dedos en la operación. Además, cortó a un espectador, quien murió del susto pensando que le había alcanzado un órgano vital. De esta manera, se convirtió en la única intervención en la historia con una mortalidad del 300%.
Pero para ser justos, también hay que destacar lo bueno. Fue el primero en Europa en realizar una operación con éter, inventó unos fórceps arteriales, una tablilla para el muslo que servía para estabilizar dislocaciones así como nuevos métodos para realizar amputaciones.
Fuente: Robert Liston, Scottish places
Tal era su habilidad, que consiguió extirpar un tumor escrotal de 20 kg, cuyo dueño llevaba en una carretilla, en tan solo 4 minutos. Pero no siempre tenía tanto éxito. Una vez le llegó un niño con un tumor rojo y pulsátil en el cuello. Cuando, discutiendo con su cirujano, este le dijo que podía ser un absceso o un aneurisma en la arteria carótida, Liston le respondió "¡Pooh!¿Quién ha visto un aneurisma en alguien tan joven?" Sacó el bisturí y lo punzó. El niño murió desangrado, pero la arteria vive en el museo patológico del University College Hospital, muestra nº 1256.
Si por algo era famoso Robert Liston era por amputar miembros en 2 minutos y medio. Sin embargo, en una ocasión, con el entusiasmo, a un paciente acabó cortándole también un testículo.
Pero sin duda, su peor día lo protagonizó otra amputación. En esa época, aparte de no existir la anestesia, tampoco había medidas de higiene, por lo que el desafortunado paciente murió por gangrena, al igual que el ayudante de Liston, a quien le había amputado los dedos en la operación. Además, cortó a un espectador, quien murió del susto pensando que le había alcanzado un órgano vital. De esta manera, se convirtió en la única intervención en la historia con una mortalidad del 300%.
Pero para ser justos, también hay que destacar lo bueno. Fue el primero en Europa en realizar una operación con éter, inventó unos fórceps arteriales, una tablilla para el muslo que servía para estabilizar dislocaciones así como nuevos métodos para realizar amputaciones.
Fuente: Robert Liston, Scottish places
llevar los huevos en carretilla. ¡¡¡¡ eso son cojones !!!! y lo demas tonterias.
Ya me imagino que su frase más pronunciada sería algo así como "Oh!... Vaya... ".
Afortunadamente no decidió acabar el trabajo con los testigos supervivientes.