El curioso caso de hibernación humana
La hibernación es un estado caracterizado por la inactividad, metabolismo enlentecido y una temperatura temporal disminuida. Los animales que hibernan lo hacen a menudo ante la escasez de comida, especialmente durante la comida. No se considera que el hombre sea un animal que hiberna, pero un vistazo a la ciencia moderna y explicaciones extrañas del pasado sugieren que quizás debamos revisar nuestros puntos de vista en el futuro.
James Braid, el padre de la hipnoterapia y un hombre con una fascinación por lo oculto, registró varios casos extraños de humanos sobreviviendo a condiciones similares a la hibernación en su libro de 1850 Observations on Trance (link). En su historia más famosa, un faquir indio fue enterrado vivo en presencia de Sir Claude Wade, un gobernador inglés de la época. Tras permanecer en el suelo durante varios meses, se dice que se exhumó al faquir y recobró la conciencia en buena salud.
Nadie sabe si Braid y Wade estaban contando la verdad, pero más recientemente se han informado de casos de la misma naturaleza. Un artículo de 1998 de Physiology describe a dos yoguis indios realizando trucos similares, aunque la duración fue mucho más corta (link):
Avanzamos rápidamente unos cien años, a 1999, cuando la radióloga sueca Anna Bågenholm sufrió un accidente que le dejó atrapada bajo una capa de hielo (link). Durante 1 hora y 20 minutos, estuvo en agua congelada, sufriendo la hipotermia más extrema registrada en un humano. Cuando fue rescatada y llevada a un hospital, su temperatura corporal era de 13.7 °C.
Tras 40 minutos en el agua helada, Bågenholm estaba en parada cardiaca. Durante la parada cardiaca, la sangre se detiene debido a que el corazón deja de contraerse con efectividad. Como consecuencia, no se lleva oxígeno al cuerpo y el cerebro, provocando una pérdida de consciencia. Normalmente el daño cerebral pasa tras cinco minutos.
Curiosamente, a pesar de los síntomas menores relacionados con daños nerviosos, no se diagnóstico daño cerebral en el caso de Bågenholm. Uno de los médicos que la trataron informó que "su cuerpo tuvo tiempo de enfriarse completamente antes de que su corazón se detuviera. Su cerebro estaba tan frío cuando se le paró el corazón, que las células cerebrales necesitaban muy poco oxígeno, por lo que su cerebro pudo sobrevivir durante un tiempo prolongado."
En el 2006, un japonés llamado Mitsutaka Uchikoshi se perdió durante una escalada con sus amigos (link). Tras dejar a sus amigos para descender por su cuenta la montaña, tropezó y perdió la consciencia. Cuando fue encontrado 24 días después, su pulso era casi inexistente, se le había detenido la actividad de sus órganos y su temperatura corporal era de 22ºC.
Cuando escucharon esta extraordinaria historia, algunos médicos consideraron fisiológicamente imposible que hubiera sobrevivido durante tanto tiempo sin agua. Su metabolismo se paralizó casi por completo. Uno de los médicos que lo trato comentó: "Cayó en un estado de hipotermia en una fase muy temprana, que es similar a la hibernación. Por lo tanto, sus funciones cerebrales fueron protegidas sin ser dañadas y ahora se ha recuperado al 100%. Esto es lo que creo que ha pasado".
A finales de diciembre del 2008, Magdeline Makola fue secuestrada y atada en el maletero de un coche (link). Después de 10 días debatiéndose entre la consciencia y la inconsciencia, fue encontrada por dos policías de tráfico. Según los médicos, 48 horas más y estaría muerta; en una temperatura más calurosa y puede que no hubiera durado 10 días. La hipotermia pudo haber salvado su vida.
En una fascinante TED Talk de 2009, Ken Kamler describe el peor desastre de la historia del Everest, y la historia de la milagrosa supervivencia de un escalador (link). Debido al fuerte viento y las condiciones extremas, no fue capaz de volver al campo base desde lo alto de la montaña y, en vez de eso, se tendió en el suelo, demasiado débil para moverse.
En medio del caos, todo el mundo imaginaba que estaba muerto, hasta que, saliendo aparentemente de la nada, fue a la tienda médica de Kamler, habiéndose obligado a levantarse y volver al campo base tras 36 horas enterrado en la nieve.
Kamler cuenta la historia como un ejemplo del poder de la mente humana. El escalador le contó que mientras estaba bajo la nieve, pensó en su esposa e hijos en casa y decidió que no podía morir ahí. Tenía que sobrevivir por su bien. Y así, gravemente congelado y con hipotermia, de alguna manera logró, no solo volver a la vida sino andar hacia el campo base sin ayuda.
Sin duda, la mente humana es capaz de hacer grandes cosas, pero leyendo esas historias, me pregunto si hay algo más en juego. Un tema recurrente en muchos casos parece ser que el metabolismo de esas personas se enlentecía por las bajas temperaturas y poco oxígeno. En lo alto de las montañas, la temperatura y el oxígneo es menor que a nivel del mar. Incluso los trucos de los yoguis se hacían en pequeños espacios herméticos.
En los últimos años, el biólogo celular Mark Roth ha examinado la relación entre el oxígeno, el metabolismo y la animación suspendida. En el 2005, mostró que los ratones expuestos a pequeñas cantidades de sulfuro de hidrógeno quedaban en un estado de hibernación, del que podían salir ilesos. El sulfuro de hidrógeno causaba que la temperatura central bajara de 37ºC a 11ºC y su metabolismo se enlenteciera un 90%. El sulfuro de hidrógeno, que está presente en el cuerpo pero es tóxico en grandes dosis, se une con la hemoglobina, evitando que lo haga el oxígeno.
Generalmente, en muchas especies es mala idea usar temperaturas bajo cero para inducir la hibernación. Los animales de sangre caliente, como los humanos, reaccionan al frío iniciando un sistema de calentamiento interno y quemando más oxígeno, lo que se traduce en problemas. Según Roth, la clave para disminuir el metabolismo con seguridad es combinar el enfriamiento con algo que reduzca la demanda de oxígeno (link):
Durante la misma TED Talk, menciona los experimentos mostrando que si reduces ligeramente el contenido de oxígeno en el aire, los nemátodos mueren, pero si lo reduces mucho (hasta 10 partes por millón) dejan de moverse y parecen muertos, pero de hecho están vivos en un estado de animación suspendida. A diferencia de sus amigos animados y vivos, estos nemátodos suspendidos pueden colocarse en temperaturas frías sin producirles daños.
Otra forma de conseguir el mismo efecto que reducir el contenido de oxígeno de un contenedor o una habitación es exponer un organismo a sulfuro de hidrógeno. Al unirse al mismo lugar que el oxígeno, el sulfuro de oxígeno reduce la necesidad de oxígeno, disminuyendo el metabolismo. Roth postula que quizás la producción de sulfuro de hidrógeno aumentó en el cuerpo de Bågenholm cuando cayó bajo el hielo, evitando que muriera por el frío.
La primera aplicación práctica de esta técnica es la cirugía, que requiere una ligera hipotermia para evitar dañar a los pacientes. Incluso inyectando una pequeña cantidad de sulfuro de hidrógeno, que la compañía de Roth ha desarrollado, los resultados son aparentemente mejores que con el abordaje tradicional. Ya se han realizado estudios seguros, y los ensayos con humanos están en marcha.
Aunque es indudablemente un gran avance médico, no puedo más que pensar en otra aplicación posible. Lo que Roth ha hecho es desanimar un ratón reduciendo su metabolismo y devolverlo ileso a la vida. Si los ensayos humanos tienen éxito, ¿podría significar que el sulfuro de hidrógeno podría ser usado incluso en cirugía externa? ¿podríamos estar hablando de una versión ligera de criogenia?
En este momento, nadie lo sabe. Aunque se han confirmado descubrimientos similares en otro laboratorio usando ratones, otros dos laboratorios informan que el sulfuro de hidrógeno no induce la hibernación en ovejas y cerdos, (link, link), poniendo en duda la viabilidad de la hibernación inducida en grandes mamíferos.
Roth tampoco ha hecho experimentos para medir la esperanza de vida de sus ratones, por lo que no sabemos si suspenderlos por grandes periodos les haría vivir más. Pero dado que la conexión entre el metabolismo disminuido y una larga vida se ha mostrado en muchos otros experimentos, no me sorprendería si lo hiciera.
Hace que te preguntes si podríamos ser como uno de esos pobres campesinos rusos, durmiendo durante las épocas difíciles y esperando a un futuro mejor.
Fuente: Inhuman Experiment
James Braid, el padre de la hipnoterapia y un hombre con una fascinación por lo oculto, registró varios casos extraños de humanos sobreviviendo a condiciones similares a la hibernación en su libro de 1850 Observations on Trance (link). En su historia más famosa, un faquir indio fue enterrado vivo en presencia de Sir Claude Wade, un gobernador inglés de la época. Tras permanecer en el suelo durante varios meses, se dice que se exhumó al faquir y recobró la conciencia en buena salud.
Nadie sabe si Braid y Wade estaban contando la verdad, pero más recientemente se han informado de casos de la misma naturaleza. Un artículo de 1998 de Physiology describe a dos yoguis indios realizando trucos similares, aunque la duración fue mucho más corta (link):
"Un yogui entró en un estado profundo de descanso corporal, disminuyó el metabolismo y fue capaz de mantenerse en una caja hermética sin efectos perjudiciales y sin signos de taquicardia o taquipnea durante 10 horas.Hace 110 años, el British Medical Journal publicó un corto artículo titulado Human Hibernation (link). El artículo, reimpreso en el 2000, es un relato peculiar sobre como unos campesinos rusos supuestamente sobrevivieron a una hambruna durmiendo medio año. Cito el artículo completo aquí:
En un estudio diferente hecho en un entorno más natural con un adepto diferente, el yogui Satyamurti (70 años) permaneció confinado en un pequeño agujero subterráneo, tapado por arriba, durante 8 días. Fue limitado físicamente con cables de registro, durante el tiempo en el que los resultados en el electrocardiograma mostraban que su frecuencia cardiaca estaba por debajo de la sensibilidad medible de los instrumentos de registro."
¿No os encanta el estilo poético de la escritura científica de esos días? El lotska suena más a una leyenda urbana que a una descripción precisa de un metabolismo disminuido, pero en 1906 - seis años después de que apareciera el artículo original, el New York Times publicaba una historia de campesinos hambrientos en Rusia que "yacían inmóviles durante días, para debilitar los dolores del hambre". Unos días después, había una carta al editor con el siguiente comentario sobre la historia (link):
Se dice que una práctica muy similar a la hibernación es general entre los campesinos rusos en el óblast de Pskov, donde la comida escasea de una forma equivalente a una hambruna crónica. Al no tener suficientes provisiones para aguantar todo el año, adoptan el recurso económico de pasar la mitad dormidos. Esta costumbre ha existido entre ellos desde tiempos inmemoriales.
A la primera nevada, la familia entera se reúne en torno a la estufa, se acuesta, y dejan de luchar con los problemas de la existencia humana, y tranquilamente se van a dormir. Una vez al día, todos se despiertan para comer una pieza de pan duro, del cual tienen una cantidad suficiente para los últimos seis meses ya que han sido preparados previsoramente el otoño anterior. Cuando el pan ha sido acompañado con un trago de agua, todos se van a dormir de nuevo. Los miembros de la familia toman turnos para vigilar y mantener el fuego encendido.
Tras seis meses de reposada existencia, la familia se despierta, se agita, y sale fuera a mirar si la hierba está creciendo, y luego ponerse a trabajar en las tareas de verano. El campo permanece relativamente animado hasta el invierno siguiente, cuando desaparecen de nuevo todos los signos de vida y todo está silencioso, exceptuando, suponemos, los ronquidos de los soñadores.
El sueño de invierno se llama "lotska". Esta gente sencilla pone en evidencia el "0 fortunatos nimium sua si bona norint!"
Además a los beneficios económicos de la hibernación, el mero pensamiento de un sueño sin preocupaciones durante medio año está calculado para llenar nuestras acosadas almas con envidia. Nosotros, condenados a un pozo donde los hombres se sientan y se escuchan gruñir, apenas podemos imaginar lo que significa dormir seis meses completos para estar en un estado de nirvana anhelado por los sabios orientales, libres del estrés de la vida, de la necesidad de trabajar, de las cargas multitudinarias, ansiedades y molestias de la existencia.
"Esta exigencia puede ser similar a la pseudo-hibernación habitualmente practicada por campesinos rusos en las provincias norteñas, notablemente en el distrito Pskov. Si ese es el caso, las penalidades soportadas por los campesinos en el invierno pueden no ser tan grandes como el lector puede creer.Los relatos anteriores son de gente que voluntariamente disminuye su metabolismo en lo que podría llamarse un estado similar a la hibernación, pero ¿qué pasa con aquellas que caen en este estado de forma fortuita?
Cierto, la pseudo-hibernación que es general de Pskov ha resultado del hecho que la hambruna es prácticamente crónica allí; pero en la práctica desde tiempos inmemoriales los campesinos se han acostumbrado a imitar el hábito del oso y la marmota en el invierno, hasta ahora la costumbre es considerada como una condición normal de la existencia humana. Tienen un nombre para este sueño invernal. Se llama "lotska".
En el breve otoño, las amas de casas preparan una cantidad suficiente de duro pan negro para durar hasta primavera. Cuando el invierno se pone en serio, la familia se acuesta alrededor de la estufa y se duermen. Una vez cada 24 horas todos se despiertan para mordisquear un trozo de pan negro que es engullido con un trago de agua. Entonces todos se van a dormir de nuevo. Los miembros de la familia tienen cuidado y vigilan el fuego.
La pseudo-hibernación dura hasta primavera, o hasta seis meses, cuando los campesinos asumen sus humildes tareas de nuevo y están ocupados hasta el siguiente invierno, cuando el silencio reina sobre la tierra helada una vez más.
La escritura es un poco similar al artículo original del 1900, pero no está claro si el autor es el mismo. Buscar más información de este antiguo arte del lotska no muestra nada nuevo, por lo que nos deja en la duda de si los campesinos pasaban realmente los largos inviernos de esta manera.
Avanzamos rápidamente unos cien años, a 1999, cuando la radióloga sueca Anna Bågenholm sufrió un accidente que le dejó atrapada bajo una capa de hielo (link). Durante 1 hora y 20 minutos, estuvo en agua congelada, sufriendo la hipotermia más extrema registrada en un humano. Cuando fue rescatada y llevada a un hospital, su temperatura corporal era de 13.7 °C.
Tras 40 minutos en el agua helada, Bågenholm estaba en parada cardiaca. Durante la parada cardiaca, la sangre se detiene debido a que el corazón deja de contraerse con efectividad. Como consecuencia, no se lleva oxígeno al cuerpo y el cerebro, provocando una pérdida de consciencia. Normalmente el daño cerebral pasa tras cinco minutos.
Curiosamente, a pesar de los síntomas menores relacionados con daños nerviosos, no se diagnóstico daño cerebral en el caso de Bågenholm. Uno de los médicos que la trataron informó que "su cuerpo tuvo tiempo de enfriarse completamente antes de que su corazón se detuviera. Su cerebro estaba tan frío cuando se le paró el corazón, que las células cerebrales necesitaban muy poco oxígeno, por lo que su cerebro pudo sobrevivir durante un tiempo prolongado."
En el 2006, un japonés llamado Mitsutaka Uchikoshi se perdió durante una escalada con sus amigos (link). Tras dejar a sus amigos para descender por su cuenta la montaña, tropezó y perdió la consciencia. Cuando fue encontrado 24 días después, su pulso era casi inexistente, se le había detenido la actividad de sus órganos y su temperatura corporal era de 22ºC.
Cuando escucharon esta extraordinaria historia, algunos médicos consideraron fisiológicamente imposible que hubiera sobrevivido durante tanto tiempo sin agua. Su metabolismo se paralizó casi por completo. Uno de los médicos que lo trato comentó: "Cayó en un estado de hipotermia en una fase muy temprana, que es similar a la hibernación. Por lo tanto, sus funciones cerebrales fueron protegidas sin ser dañadas y ahora se ha recuperado al 100%. Esto es lo que creo que ha pasado".
A finales de diciembre del 2008, Magdeline Makola fue secuestrada y atada en el maletero de un coche (link). Después de 10 días debatiéndose entre la consciencia y la inconsciencia, fue encontrada por dos policías de tráfico. Según los médicos, 48 horas más y estaría muerta; en una temperatura más calurosa y puede que no hubiera durado 10 días. La hipotermia pudo haber salvado su vida.
En una fascinante TED Talk de 2009, Ken Kamler describe el peor desastre de la historia del Everest, y la historia de la milagrosa supervivencia de un escalador (link). Debido al fuerte viento y las condiciones extremas, no fue capaz de volver al campo base desde lo alto de la montaña y, en vez de eso, se tendió en el suelo, demasiado débil para moverse.
En medio del caos, todo el mundo imaginaba que estaba muerto, hasta que, saliendo aparentemente de la nada, fue a la tienda médica de Kamler, habiéndose obligado a levantarse y volver al campo base tras 36 horas enterrado en la nieve.
Kamler cuenta la historia como un ejemplo del poder de la mente humana. El escalador le contó que mientras estaba bajo la nieve, pensó en su esposa e hijos en casa y decidió que no podía morir ahí. Tenía que sobrevivir por su bien. Y así, gravemente congelado y con hipotermia, de alguna manera logró, no solo volver a la vida sino andar hacia el campo base sin ayuda.
Sin duda, la mente humana es capaz de hacer grandes cosas, pero leyendo esas historias, me pregunto si hay algo más en juego. Un tema recurrente en muchos casos parece ser que el metabolismo de esas personas se enlentecía por las bajas temperaturas y poco oxígeno. En lo alto de las montañas, la temperatura y el oxígneo es menor que a nivel del mar. Incluso los trucos de los yoguis se hacían en pequeños espacios herméticos.
En los últimos años, el biólogo celular Mark Roth ha examinado la relación entre el oxígeno, el metabolismo y la animación suspendida. En el 2005, mostró que los ratones expuestos a pequeñas cantidades de sulfuro de hidrógeno quedaban en un estado de hibernación, del que podían salir ilesos. El sulfuro de hidrógeno causaba que la temperatura central bajara de 37ºC a 11ºC y su metabolismo se enlenteciera un 90%. El sulfuro de hidrógeno, que está presente en el cuerpo pero es tóxico en grandes dosis, se une con la hemoglobina, evitando que lo haga el oxígeno.
Generalmente, en muchas especies es mala idea usar temperaturas bajo cero para inducir la hibernación. Los animales de sangre caliente, como los humanos, reaccionan al frío iniciando un sistema de calentamiento interno y quemando más oxígeno, lo que se traduce en problemas. Según Roth, la clave para disminuir el metabolismo con seguridad es combinar el enfriamiento con algo que reduzca la demanda de oxígeno (link):
Estaré hablando [en TED] sobre un trabajo no publicado donde hemos demostrado que si enfrías a ciertos animales en estado animado, los matas. Pero si enfrías esos mismos animales, pero están suspendidos, todos sobreviven.
Durante la misma TED Talk, menciona los experimentos mostrando que si reduces ligeramente el contenido de oxígeno en el aire, los nemátodos mueren, pero si lo reduces mucho (hasta 10 partes por millón) dejan de moverse y parecen muertos, pero de hecho están vivos en un estado de animación suspendida. A diferencia de sus amigos animados y vivos, estos nemátodos suspendidos pueden colocarse en temperaturas frías sin producirles daños.
Otra forma de conseguir el mismo efecto que reducir el contenido de oxígeno de un contenedor o una habitación es exponer un organismo a sulfuro de hidrógeno. Al unirse al mismo lugar que el oxígeno, el sulfuro de oxígeno reduce la necesidad de oxígeno, disminuyendo el metabolismo. Roth postula que quizás la producción de sulfuro de hidrógeno aumentó en el cuerpo de Bågenholm cuando cayó bajo el hielo, evitando que muriera por el frío.
La primera aplicación práctica de esta técnica es la cirugía, que requiere una ligera hipotermia para evitar dañar a los pacientes. Incluso inyectando una pequeña cantidad de sulfuro de hidrógeno, que la compañía de Roth ha desarrollado, los resultados son aparentemente mejores que con el abordaje tradicional. Ya se han realizado estudios seguros, y los ensayos con humanos están en marcha.
Aunque es indudablemente un gran avance médico, no puedo más que pensar en otra aplicación posible. Lo que Roth ha hecho es desanimar un ratón reduciendo su metabolismo y devolverlo ileso a la vida. Si los ensayos humanos tienen éxito, ¿podría significar que el sulfuro de hidrógeno podría ser usado incluso en cirugía externa? ¿podríamos estar hablando de una versión ligera de criogenia?
En este momento, nadie lo sabe. Aunque se han confirmado descubrimientos similares en otro laboratorio usando ratones, otros dos laboratorios informan que el sulfuro de hidrógeno no induce la hibernación en ovejas y cerdos, (link, link), poniendo en duda la viabilidad de la hibernación inducida en grandes mamíferos.
Roth tampoco ha hecho experimentos para medir la esperanza de vida de sus ratones, por lo que no sabemos si suspenderlos por grandes periodos les haría vivir más. Pero dado que la conexión entre el metabolismo disminuido y una larga vida se ha mostrado en muchos otros experimentos, no me sorprendería si lo hiciera.
Hace que te preguntes si podríamos ser como uno de esos pobres campesinos rusos, durmiendo durante las épocas difíciles y esperando a un futuro mejor.
Fuente: Inhuman Experiment
- Braid, J. (1850). Observations on Trance: or, Human Hybernation. Churchill.
- Human hibernation
Están analizando enviar exploradores a Marte y hay problemas con eliminar residuos sólidos de tres astronautas. Luego de una coma de 8 días tomé conciencia del mundo. Había perdido memorias y producto del accidente me hicieron hacer terapia. En los días que duró la coma nunca evacue residuos sólidos. Hay que hacer pruebas con uno y dormirlo por 8,16, 30 o más días. El riesgo de hibernar luego despierten y no sepan qué hacen allí pondría en peligro la misión. El alcance es bueno administrar sulfúro de hidrógeno en una cámara hiperbárica puede dar buenos resultados