¿Por qué menstrúan las mujeres?

La menstruación es un fenómeno peculiar por el que pasan las mujeres en un ciclo casi mensual y que no es claramente obvio desde un punto de vista evolutivo. Es un desperdicio: están deshaciéndose de una cantidad sustancial de sangre y tejido. Parece peligroso; antiguamente, en un mundo lleno de depredadores y enfermedades, dejar un rastro de sangre o llenar un delicado orificio con tejido muerto no es la mejor de las ideas. Y como podrán decir muchas mujeres, es incómodo y, a veces, debilitante. Entonces, ¿por qué, evolución, por qué?


Se puede asumir que es la manera en la que funciona la reproducción de los mamíferos. ¡Pero no es verdad! La mayoría no menstrua - no revisten el útero cíclicamente, sino que lo hacen solo cuando se produce la fertilización, lo que es más eficiente. De los mamíferos, solo la mayoría de los primates, algunos murciélagos y musarañas elefantes (Elephantulus myurus) se encuentran entre los afortunados menstruadores y, como puedes ver en su filogenia, este rasgo no estaba presente ancestralmente - los primates lo hemos adquirido relativamente tarde.

La filogenia muestra la distribución de la menstruación en mamíferos placentarios y los estados inferidos de linajes ancestrales. Las especies/linajes que menstruan se presentan en rosa, mientras las que no, se representan en negro. Las especies en las que el dato se desconoce no están coloreadas y las dudosas se muestran con líneas negras. El colicorto (Monodelphis) representa el exogrupo. Hay que tener en cuenta que hay una fuerte evidencia por la que la menstruación tuvo tres orígenes distintos entre los mamíferos placentarios.

Quizás se pueda culpar a la maldición del génesis, pero entonces la filogenia sugeriría que Adán y Eva fueron parte de una población de proto-primates ardillescos que vivieron a principios del Paleoceno. Es bastante anti-bíblico, aunque, ¿qué hicieron los murciélagos y las musarañas elefantes para merecerse esto?

Hay muchas explicaciones en el aire. Una indica que es una manera de eliminar asquerosos patógenos introducidos en el conducto reproductivo por los machos - pero al ser un fenómeno tan común, la pregunta es por qué solo está presente en unas cuantas especies. Otra explicación es que es más eficiente eliminar el endometrio cuando no se usas que mantenerlo indefinidamente; pero esta es una falsa distinción, porque otros mamíferos no mantienen el endometrio, solo lo forman en respuesta a la fertilización. Y finalmente, otra razón es que los humanos tienen unos embriones bastante agresivos que se implantan profundamente en los tejidos maternos y la menstruación "acostumbra" al epitelio  uterino a hacer frente al estrés. Desafortunadamente, no hay pruebas que apoyen que la menstruación proporciona ninguna resistencia del útero.

Un nuevo artículo de Emera, Romero y Wagner sugiere una nueva idea interesante. Dan la vuelta a la pregunta. La menstruación no es el fenómeno a explicar, sino que la decidualización, la producción de un epitelio endometrial más ancho, es la clave.

Todos los mamíferos preparan una membrana especializada para la implantación del embrión, la diferencia es que la mayoría exhibe una decidualización desencadenada por el embrión fertilizado, mientras que en la mayoría de los primates es una decidualización espontánea, que ocurre incluso en ausencia de embrión fertilizado. Por ejemplo, puedes inducir la menstruación en ratones. Arañando el endometrio del ratón, iniciará un pseudoembarazo y formará un epitelio endometrial más ancho que se desprenderá cuando caigan los niveles de progesterona. Por lo que la razón por la que los ratones no menstruan es porque carecen de un mecanismo para desprenderse del epitelio endometrial...no lo forman en primer lugar a menos que vayan a usarlo.

Entonces la pregunta es, ¿por qué los humanos tienen decidualización espontánea?

La respuesta que sugiere Emera es completamente evolutiva, e implica un conflicto materno-fetal. La madre y el feto tienen una relación conflictiva: el mayor interés de la madre es sobrevivir al embarazo para tener hijos de nuevo, por lo que su cuerpo intenta conservar los recursos a largo plazo. Por otra parte, el feto se beneficia de la madre tanto como puede, a veces, en detrimento de esta. El feto, por ejemplo, manipula las hormonas maternas para debilitar la respuesta a la insulina, para que las células maternas consuman menos azúcar y quedarse así con una cantidad mayor para él.

Entre los mamíferos, hay una variación en cuanto penetra la placenta en el útero. Algunas especies son epiteliocoriales; la conexión es completamente superficial. Otras son sindesmocoriales, en la que la placenta atraviesa el epitelio uterino. Y otras, las más invasivas, son hemocoriales, que llegan a los vasos sanguíneos maternos. Los humanos son hemocoriales, como todos los mamíferos que menstruan.

Esto es una pista. La menstruación es consecuencia de una auto-defensa. Las hembras de estas especies forman ese epitelio uterino engrosado para protegerse y aislarse del avaricioso embrión y su egoista placenta. En una especie con embriones especialmente invasivos, es demasiado tarde para esperar al momento de la implantación - de hecho, construyen esa defensa de forma preventiva, antes y en caso de la fertilización. Si la fertilización no ocurre, entonces se inicia el suceso universal de desprender el revestimiento cuando descienden los niveles de progesterona.

Además, el engrosamiento de las paredes del útero también es un sensor de calidad fetal, detectando anormalidades cromosómicas que permiten un aborto prematuro de forma espontánea. Hay pruebas para esto: las mujeres pueden variar su grado de decidualización, y se ha descubierto que las mujeres con decidualización reducida se quedan embarazadas más frecuentemente, pero también exhiben un embarazo fallido con más frecuencia. Por lo que tener un útero preparado no solo ayuda a defenderse de los fetos demasiado agresivos, sino que dota a la madre de una mayor habilidad para seleccionar que fetos llevar a término.

Los autores también han propuesto un mecanismo un mecanismo por el que habría evolucionado la menstruación e implica una asimilación genética. La asimilación genética es un proceso que comienza con un fenotipo inducido ambientalmente (en este caso, la decidualización en respuesta a la implantación), que es reforzado por las mutaciones genéticas que estabilizan el fenotipo. Hacen predicciones para esta hipótesis. En las especies que no poseen una decidualización espontánea, la implantación del feto desencadena una elevación del AMP cíclico en el endometrio que causa el crecimiento del epitelio. Predicen que, si ocurrió la asimilación genética,  lo que pasó en las especies con decidualización espontánea fue que la señalización hormonal se emparejó con los procesos de activación existentes.
Si cualquiera de estos modelos fueran correctos, podríamos esperar una regulación al alza de AMPc - agentes estimulantes en respuesta a la progesterona en especies menstruadoras como los humanos, pero no en especies no menstruadoras como el ratón.

Los resultados de los experimentos como los descritos arriba dilucidarán el trayecto evolutivo de la decidualización inducida a la espontánea, permitiéndonos responder a la pregunta que lleva tanto tiempo sin respuesta sobre la importancia evolutiva de la menstruación. Además, proporcionará información mecanicista que podría ser útil en el tratamiento de trastornos reproductivos como la endometriosis, el cáncer endometrial, la preeclampsia y las pérdidas recurrentes del embarazo. Estos trastornos implican una respuesta endometrial disfuncional durante el ciclo menstrual y el embarazo. Por lo tanto, los mecanismos aclaratorios de la respuesta endometrial normal a las hormonas maternas, es decir, la decidualización espontánea, facilitarán la identificación de los genes con una función anormal en mujeres con estos trastornos. Un análisis de cómo la decidualización espontánea se produjo en la evolución podría ayudar a identificar estos mecanismos moleculares críticos.
Fuentes:
  • Emera D, Romero R, Wagner G (2011) The evolution of menstruation: A new model for genetic assimilation: Explaining molecular origins of maternal responses to fetal invasiveness. Bioessays 34(1):26-35.
  • Pharyngula 
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3 Comments
  • Gonzalo
    Gonzalo 2 de octubre de 2014, 5:13

    Sigue sin quedarme muy claro.
    Si la madre y el feto tienen una relación conflictiva en búsqueda de la supervivencia ¿Por que la hembra de la especie humana simplemente no tendría un ciclo estral en lugar de menstrual? Todo parece apuntar que evolutivamente, sigue siendo más conveniente para la especie que se forme el endometrio frente a la fertilización y no espontáneamente esperando la fertilización.

  • jonatanpb
    jonatanpb 12 de julio de 2016, 6:13

    Yo insisto que tiene que ver con la gravedad. Los mamíferos que se reproducen todo el año lograron no verse afectados por los cambios en la disponibilidad de alimento (cuestión evidente en carnívoros) y pudieron reproducirse todo el año. Luego, copular todo el año. Sin embargo, el león que siendo carnívoro se reproduce todo el año, no se puso de pie como los primates y no tuvo el problema de la retención del embrión en las etapas más tempranas a partir de la fecundación. Así, la pared del endometrio debió ser más resistente y por lo tanto más grande en proporción a la hembra que la portaba. Finalmente, al ser más grande, necesitaba ser eliminada y no absorbida como en los mamíferos herbívoros como las vacas o los rumiantes que no menstrúan.

    Fin del asunto.

    PD. ¿Te imaginai fuera cierto? xD
    PD2: saludos a la Bárbara
    PD3: saludos a tuiter y feisbuk. xD

  • Unknown
    Unknown 2 de septiembre de 2016, 16:27

    Jaja

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