El tamaño del infierno de la Divina Comedia
Mapa del infierno de Boticelli |
A finales del siglo XV, gracias a la imprenta y la decadencia del latín, resurgió el interés en esta obra, creándose ilustraciones basadas en el uso de cálculos derivados de referencias de la Divina Comedia, como "El mapa del infierno" de Boticelli. En 1506, se publicó la descripción de la geografía y geometría del infierno dantesco de Antonio Manetti. No obstante, en 1544, Alessandro Vellutello de Lucca, ciudad rival de Florencia, criticó su trabajo y propuso una descripción alternativa del infierno. Para resolver este debate, en 1588, la academia florentina le pidió a un joven Galileo Galilei que diera una solución que, como era de esperar teniendo en cuenta la rivalidad de las ciudades, favorecía a Manetti.
El cálculo de las dimensiones se hizo a partir de los mapas Mappae Orbis Terrae o T en O. Es decir, Jerusalén estaba en el centro y los tres continentes conocidos se disponían en forma de T, con los Pilares de Hércules (Cádiz) y la desembocadura del Gánges delimitando el ecúmene ("tierra habitada"). En la Edad Media, se consideraba que el radio de la Tierra medía 3260 millas florentinas (1 milla florentina=1,74km) o 5672,4 kilómetros, en contraste con los 6.371 km que tiene en realidad.
Mapa actual con área de la bóveda con Jerusalén en el centro y Cuma al oeste |
Dante habría recorrido una décima parte de cada círculo, por lo que llega al centro trazando una espiral y pasando por 10 círculos. Manetti continúa describiendo las dimensiones del resto de niveles, incluyendo el tamaño de Lucifer, que atendiendo a las proporciones con Dante y un gigante, determinó que medía 2000 braccia. Teniendo en cuenta que la braza de Florencia medía 58,32 cm, alcanzaría 1166,4 metros.
Dante y Virgilio en el Octavo Círculo sobre los simoníacos, de Alessandro Vellutello. |
Galileo admitió su error cuando estuvo confinado en su residencia. Entonces fue cuando describió la ley cuadrático-cúbica, que dice que al aumentar el área de un objeto, su volumen lo hará en una proporción mayor. Al repetir sus cálculos sobre el infierno de Manetti, halló que si la cúpula tuviera las proporciones adecuadas para sustentarse, no habría espacio para todas las almas condenadas. Así acabó declarando un secreto que había estado guardando durante años para no perder su posición como profesor de matemáticas en la Universidad de Pisa. Sin embargo, su rectificación sirvió para elaborar una ley fundamental en la ingeniería mecánica y biomecánica.
Fuente: Academia.edu, Abc , Mtholyoke.edu, Huffington post