La ley del pez real

Si algunos de vosotros sois un ciudadano inglés, puede que ya lo sepáis. De no hacerlo, es necesario que lo recordéis: la ley del Reino Unido establece que si se captura un pez real, este se convierte en propiedad del monarca como prerrogativa real.
 
Ahora bien, ¿qué es un pez real? Lógicamente pensarás en algún pez que se llame así, como el pez abuela real (Gramma loretto) o el pez real (Lampris guttatus), pero no se refiere a ninguno de ellos. Los peces reales son la ballena y el esturión según la opinión de Sir William Blackstone en Comentarios sobre las leyes de Inglaterra (siglo XVIII), donde decía que ambos eran peces de "excelencia superior" que solo lo hacían aptos para el uso del monarca. Posteriormente Sir Matthew Hale, ocupándose igualmente de los asuntos vitales de su patria, añadió otro "pez": la marsopa.

En Inglaterra y Gales, esta norma fue reconocida en un estatuto promulgado durante el reinado de Eduardo II de Inglaterra, es decir, durante el siglo XIV. Previamente, Henry de Bracton en De Legibus et Consuetudinibus Angliae ("Sobre las leyes y costumbres de Inglaterra") había expresado "de balena vero sufficit...si rex habeat caput, et regina caudam", lo que viene a decir que el rey se queda la cabeza de la ballena, y la reina la cola.

Herman Melville ya escribió del tema en Moby Dick:
En su tratado sobre «el oro de la reina» o «dinero para alfileres de la reina», un viejo autor del King's Bench, un tal William Prynne, razona así: «La cabeza es de la Rreyna, para que el ropero de la Rreyna sea proveydo de ballenas». Ahora, esto se escribió en un tiempo en que el flexible y negro hueso de la ballena se usaba mucho en corpiño de señora. Pero dicho hueso no está en la cola; está en la cabeza, lo cual es una triste equivocación para un sagaz abogado como Prynne. Pero ¿acaso es una sirena la reina, para obsequiarla con una cola? Aquí debe de ocultarse un significado alegórico.

Hay dos peces reales, así llamados por los juristas ingleses: la ballena y el esturión, ambos propiedad real bajo ciertos límites, y nominalmente proporcionando la décima rama de las rentas ordinarias de la Corona. No sé qué otro autor habrá hecho sugerencias sobre el asunto, pero por indiferencia, me parece que el esturión debe dividirse del mismo modo que la ballena, recibiendo el Rey la cabeza, densa y altamente elástica, propia de ese pez, lo cual, considerado como símbolo, es posible que esté humorísticamente basado en alguna supuesta congenialidad. Y así, parece haber alguna razón en todo, incluso en el derecho.
Moby Dick - Capítulo XC. Cabezas o colas
Actualmente, el Receiver of Wreck es el funcionario que se adueña del pez real cuando llega a las costas inglesas. Aunque por su naturaleza pudiera parecer una de esas locas leyes olvidadas que nunca se aplican, en el 2006 un pescador fue investigado por la policía por vender en una subasta un esturión. Las únicas opciones legales que podía haber tomado eran entregárselo gratuitamente a la reina o quedárselo él. Aunque el monarca considerara oportuno que se lo quedase, se considera una ofensa que lo venda, pudiendo recibir una multa de 5000 libras o 6 meses de cárcel. Sin embargo, hay excepciones. Exmoor Caviar es la primera y única empresa de Reino Unido que tiene permiso para cosechar caviar. En 2013 obtuvo el permiso para operar dentro del reino.

En Escocia son propiedades del monarca aquellas ballenas que no puedan ser tiradas por tierra por un carro tirado por seis bueyes. En términos más precisos, serían aquellas que miden más de 7,62 metros de longitud. En Escocia, el Directorio Marino del Gobierno de Escocia es el encargado de recoger el espécimen.

Esta costumbre de entregar peces poco comunes a los reyes no es exclusiva de Reino Unido. En el Señorío de Irlanda (1171-1541), además de los esturiones y ballenas, se tomaban delfines y marsopas. Prueba de esto es el conflicto en 1440 entre el 2º barón de Howth, Christopher St Lawrence, y la corona por un calderón gris (Grampus griseus) de gran tamaño que varó en la península de Howth en la bahía de Dublín, ya que el barón aducía que era un derecho ancestral de su familia el tomar posesión de todo calderón y marsopa capturado en la península.

En el continente, los duques de Normandía y la corona danesa tuvieron la misma prerrogativa.

Esta ley no es única. En Reino Unido, todos los cisnes en aguas abiertas son propiedad de la corona, aunque en la práctica solo se haga en ciertos tramos del Támesis y sus afluentes. La norma está establecida, al menos, desde el reinado de Eduardo IV de Inglaterra. Anualmente se celebra una ceremonia en la que se marcan los cisnes, aunque el monarca no suele acudir.

Fuente: Wikipedia, 2
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