El animal con el pedo más apestoso del mundo
Esta entrada es otra oportunidad más para resolver aquellas dudas que nos surgen a diario. Porque, ¿quién no se ha preguntado qué animal produce las flatulencias más insoportables? La película El rey león (1994) nos diría que el jabalí verrugoso Pumba, pero la realidad señala bien lejos.
Esta pregunta, a su vez, puede provocar que te hagas otra: si todos los animales producen ventosidades. En esta segunda pregunta, en más casos de los que puedas creer (p.ej: las cucarachas o las serpientes), la respuesta es afirmativa.
En cuanto a la primera, el guardia principal del zoológico de San Diego, Rick Schwartz, coronó a los leones marinos como los animales cuyo cuesco era, con diferencia, el más fétido. Su dieta a base de peces y calamares le otorga esta peculiaridad. No obstante, este es tan solo un testimonio de alguien experimentado, no un elaborado estudio que analice objetivamente los parámetros que conviertan a un pedo en el más desagradable ni seleccione a la criatura más próxima a cumplir esos criterios (Aunque entre los humanos, hemos clasificado los tipos de pedos y sus componentes).
En los animales también se estudian las flatulencias, como el de la Lomamya latipennis, una larva que se defendía con pedos de las termitas, o los arenques del Pacífico y del Atlántico, que comparten las emisiones consecutivas de gases anales como medio de comunicación. Sin embargo, si existe un análisis que compare las flatulencias de un grupo diverso de animales para designar al más desagradable, yo no he conseguido encontrarlo.
Fuentes: Huffington post
Esta pregunta, a su vez, puede provocar que te hagas otra: si todos los animales producen ventosidades. En esta segunda pregunta, en más casos de los que puedas creer (p.ej: las cucarachas o las serpientes), la respuesta es afirmativa.
En cuanto a la primera, el guardia principal del zoológico de San Diego, Rick Schwartz, coronó a los leones marinos como los animales cuyo cuesco era, con diferencia, el más fétido. Su dieta a base de peces y calamares le otorga esta peculiaridad. No obstante, este es tan solo un testimonio de alguien experimentado, no un elaborado estudio que analice objetivamente los parámetros que conviertan a un pedo en el más desagradable ni seleccione a la criatura más próxima a cumplir esos criterios (Aunque entre los humanos, hemos clasificado los tipos de pedos y sus componentes).
En los animales también se estudian las flatulencias, como el de la Lomamya latipennis, una larva que se defendía con pedos de las termitas, o los arenques del Pacífico y del Atlántico, que comparten las emisiones consecutivas de gases anales como medio de comunicación. Sin embargo, si existe un análisis que compare las flatulencias de un grupo diverso de animales para designar al más desagradable, yo no he conseguido encontrarlo.
Fuentes: Huffington post