El mito de la prostitución sagrada

Al hablarse de la prostitución en la antigüedad, siempre se nombra la prostitución sagrada en los templos del antiguo Oriente Medio. Se cuentan con pruebas textuales, artísticas y arqueológicas que apoyan el relato. Al menos, así es como se interpreta, pero ¿y si las interpretaciones fueran erróneas?

Definiciones

Como en la entrada del cinturón de castidad, empecemos resumiendo qué es lo que dicen de la prostitución sagrada, ya que los detalles generales varían.
  • Era ejercido general, pero no totalmente, por mujeres. Los hombres solían ser esclavos.
  • Podía ser puntual (perder la virginidad), temporal (antes de casarse o durante rituales) o indefinida (sacerdotisas profesionales).
  • Se asociaba al culto de Ištar, Aštart o Afrodita.
  • Una parte o el total del pago en metálico o especie iba para el templo o santuario.
El lugar donde se realizaba variaba enormemente: Babilonia, Biblos, Corinto, Comana Pontica, Erice, la Tebas egipcia, Armenia, Heliópolis, Pirgi y Rapino

Origen

El origen de la prostitución sagrada se habría situado en Sumeria y Babilonia que, con sus conquistas, fue extendiéndola a Egipto, Palestina y Chipre, e influenciado a Grecia por medio del comercio fenicio. Herodoto (Historia, I.199) es la fuente más antigua en afirmarlo, diciendo que toda mujer babilonia debía prostituirse alguna vez en su vida en el templo de Milita con un forastero. Los pasajes biblicos también apoyaban la existencia de la prostitución sagrada entre los semitas de Babilonia y Fenicia-Canaán, extendiendose la práctica a Israel (recordad las afirmaciones en 2 Reyes 23 en la entrada de la esposa de Yahvé). Sin embargo, la presencia bíblica se debe a la traducción teniendo en cuenta las fuentes clásicas como Herodoto y Estrabón, sin preguntarse si estos hablaban realmente de la prostitución sagrada o si sus afirmaciones tenían una base sólida.

Normalmente se considera a la ceremonia sagrada de matrimonio (hierogamia) como un tipo de prostitución sagrada porque implicaba sexo y religión, pero no hay pruebas que indiquen una transacción, un pago. Siendo así, ¿se podría considerar prostitución? Los assinnu (issinnu), kurgarrû y kulu’u se englobaban también en la prostitución sagrada por ser percibidos como sexualmente anormales en el contexto de culto, ya sea por ser homosexuales, eunucos, impotentes o travestidos. Sin embargo, no hay pruebas que ofrezcan alguna asociación con la prostitución, funciones sexuales o su sexualidad fuera normal o anormal.

Terminología y presencia en el Levante mediterráneo

También es necesario reconocer que se desconoce el significado de muchas palabras del vocabulario de Mesopotamia. Muchas palabras que hace décadas se reconocían con el significado de "Prostituta cúltica" (p.ej. entu, naditu, qadištu) se han reconsiderado.

Lo mismo ocurre en las referencias bíblicas (qadeš en masculino, qedešâ en femenino y qedešîm en plural), donde no habla de prostitución sagrada, sino de sacerdotes que no eran del culto de Yahvé. En algunos casos, esta interpretación errónea se debe al uso próximo de estos términos con la palabra prostituta (zônâ), como en Deuteronomio  23:17-18, donde cada versículo se refiere a profesiones denigrantes pero distintas. También ocurre en la historia de Judá y Tamar (Génesis 38).

En ambos libros de Reyes se hace más evidente su rango sacerdotal, ya que siempre se los menciona con objetos de culto. Además, el adorar a otros dioses distintos a Yahvé era referido como prostituirse (Levítico 20:5; Deuteronomio 31:16; Jueces 2:17; Jueces 8:33; Números 25:1-2), pero eso no significa que ejercieran la prostitución sagrada. La confusión aumentaría en las traducciones de la Septuaginta y la Vulgata de Jerónimo de Estridón, ya que cada aparición y traducción sucesiva lo alejaba más del significado original.

Los términos de Ugarit y Fenicia eran equivalentes con los mesopotámicos y bíblicos, por lo que, sin pruebas adicionales, se puede suponer que tampoco conocieron la prostitución sagrada.

Autores clásicos

Herodoto

El número de menciones, directas o indirectas, en los textos clásicos depende de las interpretaciones, ya que, como no todas son obvias, algunos autores señalarán unas obras como evidencias, mientras otros señalarán otras diferentes. También es necesario tener en cuenta que autores como Estrabón y Luciano probablemente dependían de obras más antiguas, como Historia de Herodoto, por lo que perpetuarían sus errores. Además, la mención de Herodoto destaca respecto al resto de su obra, ya que su estilo no solo no sugiere si ha sido testigo de ello o se lo han comunicado, como era habitual, sino que abandona su neutralidad y expresa su desprecio. Por ello se deduce que pudo ser una invención. Por otra parte, cuando Herodoto describía las prácticas sexuales de las mujeres en los extremos del mundo, solía hablar de costumbres extrañas. También describía que en Tracia las mujeres tenían libertad para copular con quien quisieran y que en Lidia se prostituían hasta casarse. En general, cuando describía una costumbre extranjera solía invertir las características de las costumbres griegas. Por lo tanto, las mención a la prostitución sagrada habría sido una inversión de costumbres griegas como las Tesmoforias.

Como muestra, si en las Tesmoforias las mujeres casadas se ocultaban anualmente durante tres días, en comunidad, practicando la castidad y con otras mujeres encargándose el evento, en la prostitución sagrada de Herodoto, las mujeres, incluyendo casadas, se prostituían públicamente con forasteros, competían entre sí, realizándose en cualquier momento del año y en un acto gobernado por los hombres.

Otros autores


Luciano sitúa la prostitución sagrada en Biblos, dedicada a Adonis (Tammuz) y Afrodita. En su caso, su relato es un homenaje a la descripción de Herodoto. La epístola de Jeremías habla de un escenario similar al de Herodoto, pero ni hay pago ni se asocia a ninguna actividad sagrada.

Según un fragmento de Píndaro se interpretó que las mujeres que llevó el campeón olímpico Jenofonte de Corinto a una fiesta eran prostitutas sagradas. Aunque no lo diga directamente, se puede asumir que eran prostitutas, pero las menciones de Afrodita no sugieren que fueran sagradas. Se ha interpretado que sea una respuesta a una promesa previa con Afrodita, pero esto no quiere decir que el acto fuera una orgía.

Estrabón sería el causante de la gran variedad de relatos de prostitución sagrada, ya que la situaba en Corinto, Comana Pontica, Erice, la Tebas egipcia y Armenia. En este caso, Estrabón repite información de segunda y tercera mano. El único lugar donde habla claramente de la prostitución sagrada es en Babilonia, expresando desconfianza sobre la información. En el resto de menciones, los traductores interpretaron erróneamente términos como hieródulo, kataporneuô y pallakis como prostitutos.

Clearco habla de la violencia y retribución del comportamiento extremadamente decadente; la mención chipriota de Justino es un reflejo de la violación de mujeres sabinas de Livio y Valerio Máximo no hablaba de prostitución, sino de adulterio lucrativo.

Debido a su influencia fenicia, Pirgi y Rapino se consideraron lugares de prostitución sagrada. En Pirgi se consideró que se realizaba en el santuario de Uni-Aštart. Sin embargo, a pesar de asociarse con Afrodita, Astarté no es una diosa del amor, sino una diosa reina como la etrusca Uni. Incluso la presencia de una diosa del sexo como Afrodita tampoco se traducía en un culto basado en la prostitución. Además, dado que no se han encontrado pruebas para ello en Oriente Medio, no tendría sentido que su influencia exportase la práctica. Hay citas textuales que sugieren la presencia de prostitución sagrada, pero, de nuevo, sin nada que lo respalde. En el caso de Rapino, la presencia de prostitución sagrada se debe a la dudosa interpretación de una inscripción a Jove (Júpiter) y Ceres que, de alguna manera, relaciona con Venus.

Por último, los primeros autores cristianos son los que más mencionan la práctica. Se basarían en fuentes anteriores, como prueban las menciones a Corinto. Además, mientras en otras epístolas paulinas se interpreta la palabra porneia o pornoi exclusivamente como "prostituta", por alguna razón, en la primera carta a los Corintios se le añade la coletilla de "sagrada". En autores cristianos posteriores, para denigrar a los dioses paganos, se evemeriza (se considera que fue una persona famosa o infame que obtuvo un culto) a Venus y se les considera una prostituta. Por extensión, se le atribuye la invención de la prostitución en Chipre, donde los iniciados le pagan su iniciación. Finalmente, con Atanasio, Sócrates, Sozomeno y Agustín de Hipona, el relato vuelve a su raíces, recordando a Herodoto y Luciano, pero situando el acto en Fenicia y Heliópolis. Cambian algunos detalles, como la preocupación de Atanasio por la homosexualidad o la laicidad de la práctica según Sozomeno.

Resumen

La prostitución sagrada no existió en el mundo antiguo o, al menos, carece de pruebas que nos hagan pensar lo contrario. La creencia en su existencia tenía más que ver con la confianza en las fuentes clásicas que en los hallazgos en Oriente Medio, donde no había nada a su favor. De esta manera, el relato perduró a través de la cita y diferentes suposiciones. Finalmente, en el siglo XIX, James George Frazer revivió el mito en La rama dorada (1809), que comenzó a ser cuestionado en la década de 1970.

Menciones clásicas

Principales menciones ordenadas cronológicamente:
  • Píndaro - Fragmento 122
  • Simónides - Epigrama 14 
  • Herodoto - Historia I.199
  • Pseudo-Jeremías - Epístola de Jeremías 42-43
  • Clearco de Solos, apud Athenaios, fragmento 6
  • Estrabón - Geografía  
    • 16.1.20
    • 6.2.6
    • 8.6.20
    • 11.14.16 
    • 12.3.36
    • 17.1.16
  • Marco Juniano Justino -  Epitoma Historiarum Philippicarum Pompei Trogi 
    • 18.5.4   
    • 21.3
  • Valerio Máximo - Hechos y dichos memorables 2.6.15 
  • Luciano de Samósata - De Dea Syria
  • Ateneo de Náucratis - Banquete de los eruditos 13.573e
  • Dedicatoria a Zeus en Trales
  • Lactancio - Instituciones divinas 1.17.10
  • Atanasio - Contra las naciones 26
  • Eusebio - Vida de Constantino 
    • 3.55
    • 3.58.1–2
  • Agustín de Hipona - Ciudad de Dios 4.10
  • Sócrates de Constantinopla - Historia eclesiástica 1.18.7
  • Sozomeno - Historia eclesiástica  5.10.7

Fuentes

  • Budin, S. L. (2008). The myth of sacred prostitution in antiquity. Cambridge: Cambridge University Press.
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