¿El dios abrahámico tenía esposa?
Aunque las religiones abrahámicas son monoteístas, el judaísmo comenzó siendo henoteísta, esto es, reconocían la existencia de múltiples dioses pero adoraban solamente a uno. Muestra de ello son las menciones al consejo divino (Salmos 82:1 y 89:5-7). Dadas las referencias a la reina del cielo (Jeremías 7:18 y 44:15-18), ¿podría ser esta la esposa de Yahvé?
Estas divinidades eran conocidas en Canaán. Por ejemplo, Asera se menciona en más de 40 ocasiones (p.ej. 1 Reyes 15:13) y Ba'al, en referencia a distintos dioses, aparece unas 90 veces. Por su parte, El constituye uno de los nombres de Yahvé. Por ello, dado que Asera es esposa de El en la religión cananita, ¿sería la Asera bíblica la esposa de Yahvé en la religión israelita o la bíblica? Es necesario indicar que la religión bíblica puede considerarse como un subconjunto de la religión israelita, que a su vez lo sería de la cananita.
El nombre de Asera (Athiratu-yammi) significa probablemente "la que somete el mar", ya que se consideraba que el mar tenía poderes misteriosos y letales. Es una venerable matrona que intercede con su esposo en nombre de los dioses más jóvenes, especialmente Ba'al y Anat. Anat, de personalidad belicosa, fue practicamente olvidada en la época israelita, pero el culto se Asera se mantuvo en algunos círculos. Su función está relacionada con la fertilidad y sus símbolos son el árbol o poste de madera, los menhires y los lugares altos como las colinas. El árbol puede sustituir al triángulo púbico en sus representaciones, ya que ambos son símbolos de fertilidad.
Tenía equivalentes en otras religiones, como la egipcia Qudshu, "la sagrada" o la fenicia Tanit.
Lo que conocemos de Asera parte de tres fuentes: las referencias bíblicas, los textos extrabíblicos (p.ej: las inscripciones de Khirbet el-Qôm y de Kuntillet Ajrud que mencionan bendiciones recibidas de "Yahvé y su Asera") y las estatuillas femeninas generalmente consideradas como sus representaciones.
La Asera de las inscripciones de "Yahvé y su Asera" se interpretaron inicialmente como un símbolo cúltico (como un árbol o poste de madera) del santuario de Yahvé. Posteriormente se fue adoptando la posibilidad de que fuera una consorte, sin rechazarse la idea de que fuera un objeto de culto o santuario. Otra interpretación más reciente es como una entidad subordinada de género neutro mediadora entre el devoto y Yahvé, más que una deidad independiente, aunque su iconografía no sugiere un género neutral. A partir de esto, una opinión es que, de haberse venerado en Israel, Asera sería una hipóstasis de las supuestas dimensiones femeninas de Yahvé. Es decir, una cualidad de la deidad se personaliza y se convierte en una deidad casi independiente. Una muestra de ello es la palabra "sabiduría" (Hebreo: חכמה, חכמה, hokmâ; griego: Σoφíα, sofía) en Proverbios 8, y otros pasajes, mencionada como "Señora Sabiduría" y como partícipe en la creación junto con Yahvé.
Sin embargo, la consideración de esta Asera como un mero símbolo tampoco tiene un apoyo unánime. Un símbolo como un árbol o un poste de madera carecería de sentido ante una deidad impotente y, de ser así, sería absurdo que siguiese apareciendo junto a Yahvé. Además, la necesidad de una mediadora de las bendiciones de Yahvé sería contradictorio con su concepto de omnipotencia. Por lo tanto, la Asera israelita sería una entidad independiente como la Asera cananita, con quien comparte nombre.
Pero ahí no acaba todo. Rizando el rizo, otra opción es que no sea un simple símbolo de culto, pero tampoco necesariamente la consorte de Yahvé.
Así que básicamente se barajan todas las posibilidades. A pesar de estas opiniones, también se defiende que no son determinantes y que, para el creyente promedio, ya fuera una hipóstasis o un símbolo, no sería más que su diosa. Además, las pruebas arqueológicas revelan que, al menos en la religión popular, Asera era la consorte de Yahvé. Incluso su culto llegó a adoptarse en el entorno real "oficial".
Las imágenes de Asera podrían haber sido asimismo como las de la virgen María. Sería una presencia menor comparada con Yahvé, pero las creyentes no venerarían su imagen en sí, sino que la usarían para acercarse a Dios.
En 1 Reyes 16:32-33, Ajab se casa con la princesa fenicia Jezebel y construye un altar a Ba'al y Asera. Esto enfureció a los autores judíos, pero informaron debidamente. Incluso aunque Asera se considerara un objeto de culto, aquí está en un templo de estilo cananita en la capital israelí, representando la presencia cúltica de la diosa. Su emparejamiento con Ba'al es una forma de desacreditarla.
En el mismo libro (1 Reyes 18:20-40), se enfrentan los profetas de Ajab contra Elías. Se mencionan 450 profetas de Ba'al y 400 de Asera pero, aunque se describe como los primeros fueron asesinados, no se habla del destino de los profetas de Asera. Se ha sugerido que el texto ha sido manipulado para eliminar las menciones a Asera, pero si hubieran sido ejecutados, seguramente no hubieran tenido problemas en incluirlo. A menos que fueran perdonados a pesar de las dudas de los puristas debido a la amplia tolerancia de su culto.
En 2 Reyes 18:4, Ezequías destruyó sus símbolos, pero su hijo Manasés los restauró (2 Reyes 21:1-7). Se puede interpretar como que las reformas de Ezequías fueron un fracaso porque no contó con el apoyo de los israelitas.
Josías de Judá (2 Reyes 23) da un paso atrás y podemos ver las prácticas que formaban parte de la normalidad: sacerdotes idólatras; lugares altos en todas las ciudades de Judá, incluyendo en Jerusalén y sus puertas; incienso quemándose a Ba'al; menhires; el culto al Sol, la Luna, las constelaciones y todo el ejército de los cielos en el templo; caballos y carros dedicados al Sol en la entrada del templo; altares para incienso en la azotea del templo; utensilios para Ba'al, Asera y todo el ejército del cielo en el templo; prostitución de culto en el templo (hay dudas sobre la traducción); el sacrificio de niños en el valle de Cedrón.
Oseas 4:12,13 acusa de adulterio a quienes sacrifican bajo las encinas, álamos y olmos. Dado que el símbolo de Asera es un árbol, se considera que quien le rinde culto en cualquier colina y árbol abandona a Yahvé y se prostituye con la diosa. Aunque como se dijo antes, Asera pudo considerarse como consorte de Yahvé en la religión popular, para los grupos deuteronomistas ortodoxos era la meretriz de los dioses. Es necesario añadir que es posible que los ataques al culto de Asera se deban a que eran público.
Esta diosa no siempre aparece directamente. Algunos pasajes levantan sospechas porque son confusos (Oseas 14:8), pudiendo interpretarse menciones a varias diosas o referencian símbolos de estas (Jeremías 2:27). También hay posibles manipulaciones, como en Amós 8:14, donde "Ashimah de Samaria" podría ser Asera, ya que tanto 1 Reyes 16:33 como la inscripción de Kuntillet Ajrud mencionan a Asera y Yahvé, respectivamente, de Samaria.
Pero si aún esto no es prueba suficiente de que los textos bíblicos muestran un desprecio u omisión de Asera, entre otras deidades, Deuteronomio 16:21, 22 es bastante claro: Prohibe terminantemente plantar un árbol sagrado o piedra votiva, ambos símbolos de Asera, junto al altar de Yahvé porque este los odia.
Para comprender el enfrentamiento religioso, es necesario repasar la historia de la región. También sirve para comprender por qué no se mantuvo esa creencia en múltiples dioses y sincretismo con creencias extranjeras.
La zona de Israel era pobre y poco desarrollada en comparación con la región de Mesopotamia. La gente vivía dispersa en pueblos, donde era fácil mantener sus tradiciones. Había cierta igualdad de condiciones entre las familias, pero eso comenzó a cambiar. La población aumentó y comenzó a residir en centros urbanos. Entraban en contacto gente que no se conocía, la sociedad se estratificaba y se especializaba. A su vez, el poder se centraliza y con él la religión se oficializa, de esta manera, esta puede legitimizar al gobierno. En estos centros urbanos solo unos pocos son cultos y podían permitirse escribir sobre la historia. Todo este desarrollo comienza a partir del siglo X a.C. Como vimos, las fuentes originales de los primeros libros del Antiguo Testamento se datan de los siglos posteriores. El templo de Salomón es un testamento del poder estatal y de que la gente no se asociaba independiente y libremente para construir un monumento, sino que trabajaban para el rey y para beneficio de este. Era poco más que una capilla real donde oficiaban el rey y el sumo sacerdote, pero se convirtió en el centro del culto estatal. Como podemos ver en las escrituras, las constantes condenas podrían demostrar que el pueblo era ajeno a esta religión oficial, especialmente conforme nos alejamos de Jerusalén.
Los autores del antiguo testamento, mayoritariamente de Judá, salvo quizás la fuente E, consideraban al reino de Israel del norte como heterodoxa y pagana. No tenían un santuario equivalente al templo de Jerusalén. Además, no solo adoptó costumbres religiosas cananitas que ya se consideraban costumbres populares israelíes, sino que también tuvo influencia fenicia. Este sincretismo fue condenado por los escritores de Judá. La religión popular, con Ba'al y Asera, mantuvo su prevalencia en el norte. Gradualmente fueron oyéndose voces críticas en zonas rurales, líderes de las religiones populares que fueron participando en la política, criticando los abusos de la monarquía y las élites. Pero, en un giro de los acontecimientos, estos portavoces acabaron defendiendo solo a Yahvé y oponiéndose a la religión popular.
Mientras tanto, en Judá la religión estatal se quedó prácticamente en el templo de Jerusalén. Serían los deuteronomistas, como Isaías y Miqueas, quienes se opondrían a la religión popular durante los siglos VIII-VII. Se considera que Isaías era el mentor y principal consejero de Ezequías en sus reformas. Casualmente, Josías encontraría el libro de la ley (2 Reyes 22:1-23) que despierta su consciencia religiosa que inspiró sus reformas. Las reformas de Josías se considera mayoritariamente propaganda deuteronomista porque la religión popular persistió incluso después del exilio. Durante finales del siglo VIII y el siglo VII a.C., las figuras de Asera habían aumentado en popularidad, precisamente coincidiendo con las reformas de Ezequías y Josías, y amenazando los fines de los escritores bíblicos. Es posible que por ello la condena bíblica sea mayor en ese momento.
El 586 a.C. Jerusalén cae a manos de Nabucodonosor II. El templo es destruido y, aunque era un elemento distante de las vidas de la gente, era un símbolo de identidad nacional. Los sacerdotes se redujeron y, aunque fueron mayoritariamente las clases altas las deportadas, se trastornó la vida de los que quedaron. Yahvé fue derrotado por Marduk, pero durante el exilio fue cuando el monoteísmo tomó fuerza, aunque se desconoce cómo. Podría haber formado parte de una nueva identidad y destino para el pueblo de Israel.
Las pruebas conocidas nos indican que durante siglos el pueblo tenía sus cultos familiares y rurales, con una predominante participación femenina en el culto de Asera. La religión oficial y los deuteronomistas eran una minoría influyente, pero no pudieron cambiar las tradiciones. Por alguna razón exacta que se desconoce, el exilio da al pueblo de Israel una nueva identidad, con un enfoque distinto al que había mostrado hasta entonces. Como consecuencia el monoteísmo acaba dominando y Asera, diosa y esposa, o ninguna de estas, acabó olvidada hasta ser rescatada gracias a las pruebas arqueológicas y a expertos con una mentalidad más abierta (tened en cuenta que el perfil de quien estudiaba la Biblia no era precisamente heterogéneo) y menos tradicional.
¿Quién era la reina del cielo?
La reina del cielo era la gran diosa de Canaán, siendo además un epíteto común en Oriente Próximo usado por diosas celestes como Astarté, Anat, Asera/Elat o Ba'alat (Elat y Ba'alat son consortes de El y Ba'al, respectivamente). Astarté es el nombre griego de una diosa fenicio-cananea basada en la sumeria Inanna, quien sería conocida por babilonios, acadios y asirios como Ishtar. Era una diosa de las estrellas y cuerpos celestiales, concretamente Venus, asociándose con la guerra y el amor y pudiendo mostrarse con apariencia andrógina. Anat era una diosa guerrera, del amor y la muerte, amante del Dios Ba'al. Asera era la consorte del dios supremo El, "madre de los dioses" y "Dama Asera del mar". Hay discrepancias sobre si considerar a estas tres diosas entidades individuales o manifestaciones de una misma diosa cósmica.Estas divinidades eran conocidas en Canaán. Por ejemplo, Asera se menciona en más de 40 ocasiones (p.ej. 1 Reyes 15:13) y Ba'al, en referencia a distintos dioses, aparece unas 90 veces. Por su parte, El constituye uno de los nombres de Yahvé. Por ello, dado que Asera es esposa de El en la religión cananita, ¿sería la Asera bíblica la esposa de Yahvé en la religión israelita o la bíblica? Es necesario indicar que la religión bíblica puede considerarse como un subconjunto de la religión israelita, que a su vez lo sería de la cananita.
¿Quién era Asera?
Asera o Elat era la diosa consorte de El, líder del panteón del Canaán preisraelita según los textos de Ugarit, en la costa siria. Son la pareja más mayor de deidades reinantes, pero ya no son amantes apasionados, pudiendo El ser impotente, con poemas donde describen su miembro caído y cómo se le traen diosas jóvenes para animarlo.El nombre de Asera (Athiratu-yammi) significa probablemente "la que somete el mar", ya que se consideraba que el mar tenía poderes misteriosos y letales. Es una venerable matrona que intercede con su esposo en nombre de los dioses más jóvenes, especialmente Ba'al y Anat. Anat, de personalidad belicosa, fue practicamente olvidada en la época israelita, pero el culto se Asera se mantuvo en algunos círculos. Su función está relacionada con la fertilidad y sus símbolos son el árbol o poste de madera, los menhires y los lugares altos como las colinas. El árbol puede sustituir al triángulo púbico en sus representaciones, ya que ambos son símbolos de fertilidad.
Tenía equivalentes en otras religiones, como la egipcia Qudshu, "la sagrada" o la fenicia Tanit.
Asera, ¿la esposa de Yahvé?
Imagen bajo la inscripción "Yahvé y su Asera" de Kuntillet Ajrud |
La Asera de las inscripciones de "Yahvé y su Asera" se interpretaron inicialmente como un símbolo cúltico (como un árbol o poste de madera) del santuario de Yahvé. Posteriormente se fue adoptando la posibilidad de que fuera una consorte, sin rechazarse la idea de que fuera un objeto de culto o santuario. Otra interpretación más reciente es como una entidad subordinada de género neutro mediadora entre el devoto y Yahvé, más que una deidad independiente, aunque su iconografía no sugiere un género neutral. A partir de esto, una opinión es que, de haberse venerado en Israel, Asera sería una hipóstasis de las supuestas dimensiones femeninas de Yahvé. Es decir, una cualidad de la deidad se personaliza y se convierte en una deidad casi independiente. Una muestra de ello es la palabra "sabiduría" (Hebreo: חכמה, חכמה, hokmâ; griego: Σoφíα, sofía) en Proverbios 8, y otros pasajes, mencionada como "Señora Sabiduría" y como partícipe en la creación junto con Yahvé.
Sin embargo, la consideración de esta Asera como un mero símbolo tampoco tiene un apoyo unánime. Un símbolo como un árbol o un poste de madera carecería de sentido ante una deidad impotente y, de ser así, sería absurdo que siguiese apareciendo junto a Yahvé. Además, la necesidad de una mediadora de las bendiciones de Yahvé sería contradictorio con su concepto de omnipotencia. Por lo tanto, la Asera israelita sería una entidad independiente como la Asera cananita, con quien comparte nombre.
Pero ahí no acaba todo. Rizando el rizo, otra opción es que no sea un simple símbolo de culto, pero tampoco necesariamente la consorte de Yahvé.
Así que básicamente se barajan todas las posibilidades. A pesar de estas opiniones, también se defiende que no son determinantes y que, para el creyente promedio, ya fuera una hipóstasis o un símbolo, no sería más que su diosa. Además, las pruebas arqueológicas revelan que, al menos en la religión popular, Asera era la consorte de Yahvé. Incluso su culto llegó a adoptarse en el entorno real "oficial".
Las imágenes de Asera podrían haber sido asimismo como las de la virgen María. Sería una presencia menor comparada con Yahvé, pero las creyentes no venerarían su imagen en sí, sino que la usarían para acercarse a Dios.
Desprecio en el Antiguo Testamento
Como decía, Asera se menciona más de 40 veces en el Antiguo Testamento. Una constante apreciable es el contraste entre el drespecio que le muestran las escrituras y la persistencia de su culto, es decir, debía existir cierto aprecio y tradición para que perdurara.Jezabel recibió una calurosa defenestración |
En 1 Reyes 16:32-33, Ajab se casa con la princesa fenicia Jezebel y construye un altar a Ba'al y Asera. Esto enfureció a los autores judíos, pero informaron debidamente. Incluso aunque Asera se considerara un objeto de culto, aquí está en un templo de estilo cananita en la capital israelí, representando la presencia cúltica de la diosa. Su emparejamiento con Ba'al es una forma de desacreditarla.
Elías matando a los profetas de Ba'al |
En el mismo libro (1 Reyes 18:20-40), se enfrentan los profetas de Ajab contra Elías. Se mencionan 450 profetas de Ba'al y 400 de Asera pero, aunque se describe como los primeros fueron asesinados, no se habla del destino de los profetas de Asera. Se ha sugerido que el texto ha sido manipulado para eliminar las menciones a Asera, pero si hubieran sido ejecutados, seguramente no hubieran tenido problemas en incluirlo. A menos que fueran perdonados a pesar de las dudas de los puristas debido a la amplia tolerancia de su culto.
En 2 Reyes 18:4, Ezequías destruyó sus símbolos, pero su hijo Manasés los restauró (2 Reyes 21:1-7). Se puede interpretar como que las reformas de Ezequías fueron un fracaso porque no contó con el apoyo de los israelitas.
Josías de Judá (2 Reyes 23) da un paso atrás y podemos ver las prácticas que formaban parte de la normalidad: sacerdotes idólatras; lugares altos en todas las ciudades de Judá, incluyendo en Jerusalén y sus puertas; incienso quemándose a Ba'al; menhires; el culto al Sol, la Luna, las constelaciones y todo el ejército de los cielos en el templo; caballos y carros dedicados al Sol en la entrada del templo; altares para incienso en la azotea del templo; utensilios para Ba'al, Asera y todo el ejército del cielo en el templo; prostitución de culto en el templo (hay dudas sobre la traducción); el sacrificio de niños en el valle de Cedrón.
Oseas 4:12,13 acusa de adulterio a quienes sacrifican bajo las encinas, álamos y olmos. Dado que el símbolo de Asera es un árbol, se considera que quien le rinde culto en cualquier colina y árbol abandona a Yahvé y se prostituye con la diosa. Aunque como se dijo antes, Asera pudo considerarse como consorte de Yahvé en la religión popular, para los grupos deuteronomistas ortodoxos era la meretriz de los dioses. Es necesario añadir que es posible que los ataques al culto de Asera se deban a que eran público.
Esta diosa no siempre aparece directamente. Algunos pasajes levantan sospechas porque son confusos (Oseas 14:8), pudiendo interpretarse menciones a varias diosas o referencian símbolos de estas (Jeremías 2:27). También hay posibles manipulaciones, como en Amós 8:14, donde "Ashimah de Samaria" podría ser Asera, ya que tanto 1 Reyes 16:33 como la inscripción de Kuntillet Ajrud mencionan a Asera y Yahvé, respectivamente, de Samaria.
Pero si aún esto no es prueba suficiente de que los textos bíblicos muestran un desprecio u omisión de Asera, entre otras deidades, Deuteronomio 16:21, 22 es bastante claro: Prohibe terminantemente plantar un árbol sagrado o piedra votiva, ambos símbolos de Asera, junto al altar de Yahvé porque este los odia.
Culto predominantemente femenino
Aunque no era exclusivamente femenino, las mujeres dominaban su culto. Era un culto familiar y rural, sin las restricciones del templo de Jerusalén. Por esa razón, las plegarias, votos, sacrificios y rituales concernían al día a día familiar. La creación de imágenes, condenada en la Biblia, era habitual. Tan solo necesitaban un molde y arcilla. En Mesopotamia, las mujeres horneaban tartas para la Reina del Cielo, aunque en Israel no se han encontrado los moldes. Podría deberse a que eran de madera y no se han conservado. Los votos, característicos de los cultos femeninos, son escasos, pero podría deberse a su naturaleza verbal. En cuanto a los ritos, celebraban ritos familiares de paso (nacimiento, lactancia, circuncisión, adolescencia, esponsales, matrimonio, parto, salud, bienestar, prosperidad, inicio de la senescencia, la muerte y el enterramiento), aunque las estatuillas probablemente se relacionen con el deseo de concepción, tener un embarazo seguro y ser capaz de cuidar al niño durante su infancia.Hacia el monoteísmo
El apoyo popular de Absalón en el norte pudo deberse a las diferencias religiosas con la religión estatal |
La zona de Israel era pobre y poco desarrollada en comparación con la región de Mesopotamia. La gente vivía dispersa en pueblos, donde era fácil mantener sus tradiciones. Había cierta igualdad de condiciones entre las familias, pero eso comenzó a cambiar. La población aumentó y comenzó a residir en centros urbanos. Entraban en contacto gente que no se conocía, la sociedad se estratificaba y se especializaba. A su vez, el poder se centraliza y con él la religión se oficializa, de esta manera, esta puede legitimizar al gobierno. En estos centros urbanos solo unos pocos son cultos y podían permitirse escribir sobre la historia. Todo este desarrollo comienza a partir del siglo X a.C. Como vimos, las fuentes originales de los primeros libros del Antiguo Testamento se datan de los siglos posteriores. El templo de Salomón es un testamento del poder estatal y de que la gente no se asociaba independiente y libremente para construir un monumento, sino que trabajaban para el rey y para beneficio de este. Era poco más que una capilla real donde oficiaban el rey y el sumo sacerdote, pero se convirtió en el centro del culto estatal. Como podemos ver en las escrituras, las constantes condenas podrían demostrar que el pueblo era ajeno a esta religión oficial, especialmente conforme nos alejamos de Jerusalén.
Los autores del antiguo testamento, mayoritariamente de Judá, salvo quizás la fuente E, consideraban al reino de Israel del norte como heterodoxa y pagana. No tenían un santuario equivalente al templo de Jerusalén. Además, no solo adoptó costumbres religiosas cananitas que ya se consideraban costumbres populares israelíes, sino que también tuvo influencia fenicia. Este sincretismo fue condenado por los escritores de Judá. La religión popular, con Ba'al y Asera, mantuvo su prevalencia en el norte. Gradualmente fueron oyéndose voces críticas en zonas rurales, líderes de las religiones populares que fueron participando en la política, criticando los abusos de la monarquía y las élites. Pero, en un giro de los acontecimientos, estos portavoces acabaron defendiendo solo a Yahvé y oponiéndose a la religión popular.
Mientras tanto, en Judá la religión estatal se quedó prácticamente en el templo de Jerusalén. Serían los deuteronomistas, como Isaías y Miqueas, quienes se opondrían a la religión popular durante los siglos VIII-VII. Se considera que Isaías era el mentor y principal consejero de Ezequías en sus reformas. Casualmente, Josías encontraría el libro de la ley (2 Reyes 22:1-23) que despierta su consciencia religiosa que inspiró sus reformas. Las reformas de Josías se considera mayoritariamente propaganda deuteronomista porque la religión popular persistió incluso después del exilio. Durante finales del siglo VIII y el siglo VII a.C., las figuras de Asera habían aumentado en popularidad, precisamente coincidiendo con las reformas de Ezequías y Josías, y amenazando los fines de los escritores bíblicos. Es posible que por ello la condena bíblica sea mayor en ese momento.
Toma de Jerusalén por Nabucodonosor |
El 586 a.C. Jerusalén cae a manos de Nabucodonosor II. El templo es destruido y, aunque era un elemento distante de las vidas de la gente, era un símbolo de identidad nacional. Los sacerdotes se redujeron y, aunque fueron mayoritariamente las clases altas las deportadas, se trastornó la vida de los que quedaron. Yahvé fue derrotado por Marduk, pero durante el exilio fue cuando el monoteísmo tomó fuerza, aunque se desconoce cómo. Podría haber formado parte de una nueva identidad y destino para el pueblo de Israel.
Resumen
En cuanto a la respuesta a la pregunta del título, cada experto responderá de manera distinta. Incluso ignorando el tema de su independencia, hay quienes la defienden como consorte de Yahvé y quienes no ven necesariamente que sea así.Las pruebas conocidas nos indican que durante siglos el pueblo tenía sus cultos familiares y rurales, con una predominante participación femenina en el culto de Asera. La religión oficial y los deuteronomistas eran una minoría influyente, pero no pudieron cambiar las tradiciones. Por alguna razón exacta que se desconoce, el exilio da al pueblo de Israel una nueva identidad, con un enfoque distinto al que había mostrado hasta entonces. Como consecuencia el monoteísmo acaba dominando y Asera, diosa y esposa, o ninguna de estas, acabó olvidada hasta ser rescatada gracias a las pruebas arqueológicas y a expertos con una mentalidad más abierta (tened en cuenta que el perfil de quien estudiaba la Biblia no era precisamente heterogéneo) y menos tradicional.
Fuente
- Dever, W. G. (2005). Did God have a wife?: archaeology and folk religion in ancient Israel. Wm. B. Eerdmans Publishing.