Las incongruencias de la Biblia

El jardín del Edén (1828) de Thomas Cole
En el principio, Dios creó el cielo y la Tierra, pero no pudo encontrar una manera consistente de relatar su historia. La Biblia cuenta múltiples versiones de la misma historia pero pierde la continuidad y la coherencia en demasiadas ocasiones. Se combinen las versiones de un relato o se mantengan por separado, nos encontramos repetidamente en una situación donde no podemos aceptar todas las afirmaciones incongruentes.

Problemas familiares


La primera de esas situaciones ocurre muy pronto. El Génesis comienza, como no podía ser de otra manera, con la creación del mundo. Podríamos discutir si es coherente el orden en el que crea el universo (p.ej. Génesis 1:25-26 y 2:18-19), pero hay una parte más desapercibida. Si tenéis el conocimiento más básico de la Biblia, sabréis cómo fue la creación de Adán y Eva. Puede que debido a ello seas de los que creen que las mujeres y los hombres tienen realmente un número distinto de costillas. Si aún andas perdido, me refiero a la creación de Adán a partir del barro y a Eva a partir de las costilla del primero (Génesis 2:7, 21-22). Esto habría servido a muchos para señalar que, en la Biblia, el hombre es superior a la mujer porque Dios lo creó primero, a su imagen. Sin embargo, lo que por alguna razón no suelen recordar es que en Génesis 1:27 se cuenta que ambos fueron creados a la vez. Como en esa ocasion no se mencionan sus nombres, dio pie en la Edad Media a la idea de Lilith como primera esposa de Adán.

Curiosamente, la descendencia de Adán y Eva aparte de Caín y Abel es un misterio en el ámbito popular, aunque solo la menciona una vez sin contradecirse. Y hablando de familia, ¿quién es el suegro de Moisés? Probablemente ni lo sepáis ni os importe, pero consultar la Biblia, que sería lo más lógico en este caso, no ayuda. Tenemos por una parte a Jethro (Éxodo 3:1, 4:18, 18:1), por otra a Ragüel (Éxodo 2:18; Números 10:29) y, por último, a Hobab (Jueces 4:11).

Dios en Bricomanía


Podéis imaginaros a Dios, con la música de Bricomanía de fondo, diciendo: "Hola chavales. Hoy vamos a crear nuestra propia arca para el diluvio universal que nos montaremos la semana que viene". Sin embargo, su resumen final distaría mucho de las instrucciones dadas durante el programa. Aunque esto es obviamente una broma, la Biblia no dista mucho de ello. En la primera entrada del diluvio universal ya vimos qué precedentes tenía el relato de Noé, pero traté este como si fuera totalmente consistente, el que muchos recordaremos con mayor o menor acierto.

En el relato, Dios indica lo que deberá hacer Noé para salvarse de la aniquilación. Le da las medidas de la embarcación, cuánto durará el viaje y la lista de pasajeros. Todo un detalle. Sin embargo, aunque Noé no demuestra ninguna preocupación al respecto, debió notar que a su Dios se le empezaban a notar los problemas de la edad.

El arca de Noé (1846) de Edward Hicks

Para empezar, le dice que el barco albergará una pareja de miembros de distinto sexo de cada animal (Génesis 6:19). Hasta aquí todo bien y se corresponde con lo que conocemos. Más tarde, le dice que tome siete parejas de todo animal puro en el arca y solo una pareja de cada animal impuro (Génesis 7:2-3). Le podríamos dar el beneficio de la duda y pensar que olvidó señalar ese detalle. Sin embargo, en cuanto a la duración del viaje, primero le dice que "cuarenta días" (7:17) y luego que "ciento cincuenta días" (7:24). Aún defendiendo que podría ser un número simbólico para "mucho tiempo", no da mucha confianza que el Dios omnipotente que acude a la destrucción total contra la obscenidad no sepa concretar cuando se le pasará el enfado.

La historia sigue así continuamente debido a que parte de dos versiones. La versión yahvista se muestra en Génesis 6:5-8, 7:1-5, 7-8, 10, 12, 16b-17, 22-23; 8:2b-3, 6-12, 13b, 20-22. La otra en Génesis 6:9-13, 14-22; 7:6, 9, 11, 13-16a, 18-21, 24; 8:1-2a. 4-5, 13a, 14-17; 9:1-19. No solo difieren en las palabras, sino también en el enfoque.

En la primera versión, Yahvé sufre por el hombre y decide eliminarlos a todos salvo a uno. Es la que marca la diferencia entre animales puros e impuros. Eleva el arca durante 40 días y noches, y Noé espera tres semanas antes de desembarcar. Al final promete no volver a repetirlo.

En la segunda versión, Elohim no ve el problema en el hombre, sino en la corrupción cósmica. Noé es considerado perfecto y le encarga llevar una especie de cada animal. Son las aguas cósmicas sobre los cielos y las profundidades las que inundan la Tierra, ocultando las montañas y retornando al caos. El orden vuelve tras un año y 10 días. Finalmente, se declara al hombre como gobernante de Dios en la Tierra y su alianza entre este y toda la vida.

Revelación del nombre de Dios

Las distintas fuentes de la Biblia difieren en el nombre de Dios, y es natural, pero es problemático que difieran al señalar cuándo se reveló. En Génesis 4:26 dice que la gente ya conocía su nombre antes del diluvio. En Génesis 17:1 le revela a Abraham que es El Shaddai. Más tarde, en Éxodo 6:2-3, le vuelve a revelar su nombre a Moisés, pero indica que no le dijo su nombre ni a Abrahám, ni a Isaac, ni a Jacob.

Las fuentes que dicen que Dios reveló su nombre a Moisés son quienes lo llamaban El o "Dios" (Elohim en hebreo). La fuente que indica que su nombre era conocido antes del diluvio, usa Yahvé desde el principio. Esta fuente nunca usa el nombre El en las narraciones. Después de sus respectivas revelaciones, todas usan Yahvé.

La vara milagrosa

Moisés golpeando la roca (1563) de Tintoretto
En unas ocasiones (Éxodo 4:2-5, 17, 20; 7:15-17, 20b; 9:23; 10:13 y 17:5-6, 8), Moisés es quien usa su vara para obrar milagros. En otras (Éxodo 7:9-12, 19; 8:1-2, 12-13 y Números 17:16-27; 20:8), es su hermano mayor Aarón.

Mantener las versiones separadas tampoco ayuda

Podría pensarse que el problema que tenían los ejemplos anteriores es el mismo que los trabajos en grupo, donde cada uno hace su parte y al unirse queda una especie de monstruo de Frankestein: la consistencia. Sin embargo, contar las historias por separado tampoco sirve. Mientras Mateo y Marcos se ponen de acuerdo en las últimas palabras de Jesús: "Dios mío, Dios mío, ¿por qué me has desamparado?" (Mateo 27:46; Marcos 15:34), Lucas y Juan prefieren discrepar: "Padre, en tus manos encomiendo mi espíritu" (Lucas 23:46) y "Consumado es" (Juan 19:30). Está claro que no tiene sentido que lo dijera de carrerilla y muriera, más aún estando crucificado. Lo empeora el hecho de que unas últimas palabras no pueden incluir tres frases distintas sin aparente relación.

Razón de las discrepancias

La razón de muchas de las discrepancias son las fuentes de los textos. Tan solo en el Pentateuco, es decir, los primeros cinco libros, parte de cinco fuentes:
  1. La primera (J por Jahwe en alemán) fue compuesta en el reino de Judá entre el 922 al 722 a.C., cuando la tierra prometida estaba dividida en el reino de Israel al norte y el de Judá al sur. 
  2. La segunda fuente (E por Elohim) fue compuesta en el mismo periodo por un sacerdote que vivía en el reino de Israel. 
  3. Cuando el imperio asirio destruyó el reino de Israel en el 722 a.C.,  se reunió una historia con las dos fuentes anteriores (JE o RJE). 
  4. La tercera fuente (P por Priesthood, "sacerdocio") fue compuesta en los siglos VI-V a.C. o inmediatamente después de la anterior, siendo esta opción la más apoyada. 
  5. La última (D por Deuteronomio) fue elaborada en el reinado de Josías de Juda, en torno al 622 a.C., y extendida tras el exilio por la destrucción del reino de Judá por Babilonia en el 587 a.C.
Al ser de distintas épocas y regiones, tanto lo que se cuenta, como la forma de hacerlo varían. En algún momento, estas fuentes fueron reunidas por alguien que es llamado Redactor (R). Cuando se leen por separado, recuperan la continuidad que pierde la composición. Además están conectadas con libros posteriores (D con Jeremías, P con Ezequiel y J y E con Oseas).

Fijándonos en el Nuevo Testamento, los propios evangelios canónicos pueden agruparse como sinópticos, excluyendo al evangelio de Juan, debido a su similitud. El evangelio de Marcos habría sido el más antiguo de los cuatro, mientras que los evangelios de Lucas y Mateo se habrían basado en este y en una hipotética fuente Q (Quelle, "fuente" en alemán). Debido a esto, es más sencillo encontrar incongruencias al comparar el evangelio de Juan con los demás, pero eso no quiere decir que entre los sinópticos estén carentes de ellas cuando se comparan entre sí o incluso un solo evangelio no tenga inconsistencias internas.

En definitiva, podría señalar una a una todas las inconsistencias de la Biblia, como se pueden encontrar sin muchas dificultad en múltiples webs, pero considero más fructífero ofrecer una perspectiva que las explique. Seguramente la explicación no sirva para todas, ni impida la presencia de fragmentos ridículos, pero permite tener un conocimiento más profundo de la materia.

Llegados a este punto te preguntarás si la situación es idéntica en otras religiones. En el caso del Corán, hemos visto que tiene incoherencias para aburrir.

Fuentes

  • Dundes, A. (Ed.). (1988). The flood myth. Univ of California Press.
  • Friedman, R. E. (2003). The Bible with sources revealed. HarperSanFrancisco. 
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2 Comments
  • morabb
    morabb 25 de marzo de 2019, 15:10

    mauro biglino

    • TDI
      TDI 25 de marzo de 2019, 20:27

      El comentario es enigmático, pero si te refieres a lo que puedo encontrar en Google sobre él y sobre el politeísmo en la Biblia, en principio la entrada iba a ser de eso. El problema es que era más complejo y debía conocer como evolucionó la religión en la zona. También iba a interesarme sobre la "esposa" de Dios, que incluso webs con cierta fama daban por buena sin más, pero lo dejo para otra ocasión.

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