El demonio que te golpeaba en los testículos al cagar

León en un retrete.

En Mesopotamia, la salud estaba amenazada por espíritus y demonios que acechaban a víctimas incautas o castigaban en nombre de los dioses. Los lugares alejados u oscuros eran peligrosos porque eran su residencia habitual. El Šulak esperaba a la llamada de la naturaleza de los incautos que acudieran a su hedionda morada.

Patologías

En Mesopotamia, los retretes tenían una estructura similar a las letrinas romanas. El Šulak esperaba oculto en estos y golpeaba a su víctima con su mano. La "mano de", sea de un demonio o dios, era una causa común de enfermedades. En el caso del Šulak, su nombre significa "mano sucia/impura". Su nombre estuvo presente en fuentes talmúdicas como Bar-Širiqa. Según un manual de diagnóstico encontrado en Boğazköy y datado de comienzos del milenio previo a nuestra era, las consecuencias dependían de dónde golpeara y la zona afectada. Si el lado derecho sufría una parálisis, tenía posibilidad de recuperación. Sin embargo, si era el izquierdo, especialmente si había golpeado en el frente, no tenía un buen pronóstico. Esta dicotomía también estaba presente en la adivinación.

Probablemente, se tratara de un accidente cerebrovascular que desencadenara en una hemiplejía. Es frecuente que los afectados fuera estreñidos antes y posteriormente al ictus, por lo que en alguien que pase más tiempo intentando defecar y de forma desagradable, es más probable que lo sufra en ese momento o se considere que fue atacado en tal circunstancia. El Šulak también podía poseer a su víctima y producirle šimmatu en ojos, cuello y labios,que quemaban como fuego. Para solucionarlo, preparaban un aceite especial que se aplicaba tres veces al día, se llevaba un saquito de cuero con algún ungüento y se usaba un remedio para la parálisis facial.

Hábitat y defensa

Urmahlullu combatiendo al Šulak

Como demonio, a grandes rasgos, Šulak tenía dos hábitats. En la visión del inframundo de un príncipe asirio, texto neoasirio del siglo VII a.C., el príncipe Kumma describe a Šulak como un león rampante en este inframundo. A su vez, una hemerología lo sitúa en plantaciones de dátiles, mientras una lista de demonios lo hace en los asentamientos del desierto. A fin de cuentas, antes de describirse físicamente y nombrarse, según una hemerología paleobabilónica en Tell Haddad, se consideraba un viento de la "casa de pedo" (sic). Con todo, su hábitat común en las letrinas podía ser peligroso si se descuidaba, ya que se decía que escorpiones, serpientes y mangostas se alojaban allí. Como el alcantarillado pasaba por debajo de las murallas y desaguaba fuera o incluso las letrinas podían estar cerca de sus puertas, los animales podían colarse en un descuido.

Como con otros demonios, se combatía el fuego con fuego. A cada lado de la puerta se enterraba una figura del leontocentauro Urmahlullu con la frase "Bloquearás el camino al defensor del mal" a cada lado. También se recomendaba evitar acudir a su morada el sexto y séptimo día del séptimo mes Tašrītu.

Fuentes

  • Bamberger, A. M. (2013). An Akkadian Demon in the Talmud: Between Šulak and Bar-Širiqa1. Journal for the Study of Judaism, 44(2), 282-287.
  • George, A. R. (2015). On Babylonian lavatories and sewers. Iraq, 77, 75-106.
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