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Fotografía de Bischöfliche Pressestelle Hildesheim |
Aunque la duración de las rosas es efímera, un rosal bien cuidado puede durar décadas. Sin embargo, no suele esperarse una
longevidad similar a la de un árbol. La rosa milenaria o de Hildesheim desafía a la muerte y, según la leyendas, fue encontrada por Ludovico Pío en el año 815.
La leyenda
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La fundación de la catedral de Hildesheim (1652), anónimo. |
Según la leyenda recogida por Robert Schauffler en
Romantic Germany (1909), durante el verano del año 815, Ludovico Pío, el hijo de Carlomagno, estaba cazando un ciervo blanco en el bosque Hercínico, pero se separó de sus compañeros, perdió a la presa y a su caballo. Nadie respondía a la llamada de su cuerno de caza. Perdido, cruzó a nado el río Innerste y caminó todo el día hasta llegar a un montículo con un rosal silvestre, el símbolo de la diosa sajona Hulda. El emperador tenía un relicario con las reliquias de la virgen María, a la que rezó para que le rescataran hasta quedarse dormido.
Cuando despertó, el montículo estaba cubierto de nieve y el rosal había florecido, la hierba se mostraba exuberante y los árboles estaban cubiertos de hojas. Cuando miró su relicario, vio que el hielo cubría entre las ramas del rosal. El emperador interpretó que la diosa le indicaba que en el futuro la virgen debía ser venerada en vez de ella. Cuando los seguidores del rey le encontraron, él prometió construir una catedral en honor a la virgen María donde estaba el rosal. Perdonó a la rosa y construyó la catedral de manera que esta crece en la ábside.
Hulda suele representarse como una doncella con ropas blancas como la nieve, protectora de las artes femeninas y asociada con la naturaleza y el invierno. Se dice que cuando nieva es porque Hulda está agitando su almohada de plumas.
En otra leyenda, Ludovico Pío perdió el relicario y prometió construir una capilla donde lo descubriera. Lo encontró en las ramas de un rosal y construyó el santuario detrás suyo. En otra variación del siglo XI del
Fundatio Ecclesiae Hildensemens, el emperador se llevó el relicario cuando paró para dar misa mientras cazaba. El relicario se colocó en un árbol pero no se recogió cuando volvieron a cazar. Luego un capellán fue incapaz de quitar el relicario de las ramas. Considerándolo una señal de Dios, el emperador mandó construir allí una iglesia allí en vez de en Elze, donde estaba planeado.
La catedral y la rosa
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Ilustración de 1883 |
En el año 800, el ducado de Sajonia ya era parte del reino de los francos. Carlomagno fundó una diocesis misionera dedicada a San Pedro y San Pablo en la corte de Ostfalia en Elze, en el distrito de Hildesheim, Baja Sajonia, a 19 kilómetros de Hildesheim. Este fue el origen del Obispado Principesco de Hildesheim. Su hijo Ludovico Pío trasladó el obispado en el 815 a Hildesheim, dedicándolo a la Asunción de María (15 de agosto). El rosal, si realmente hubiera estado entonces, habría sido previa a la catedral actual que se construyó entre 1010-1020, pero la documentación solo verifica 700 de sus años, que tampoco se queda corto. Además, el rosal sobrevivió al bombardeo aliado de la Segunda Guerra Mundial en 1945 que devastó la catedral gracias a que no se dañaron sus raíces.
Fuente:
Wikipedia