La lucha a muerte de los embriones de berrendo
En los artiodáctilos, como los búfalos, ciervos o cabras, es habitual que los machos adultos en celo se peleen. Lo que no es tan habitual es que los embriones combatan por su supervivencia en el vientre de su madre, como ocurre en el caso del berrendo o antílope americano (Antilocapra americana).
En los úteros de las hembras de berrendo se observa inicialmente un grupo numeroso de blastocistos y sus correspondientes cuerpos lúteos, que se mantienen al haber ocurrido la fecundación. Sin embargo, con el tiempo, el número de embriones es menor que el de cuerpos lúteos. Lo que ocurre es que los embriones comienzan a elongarse hasta 12 centímetros, flotando libremente en la cavidad uterina, donde se enredan entre sí. Tras esta fase, de las decenas de embriones suelen quedar, como mucho, siete. La batalla no acaba aquí. Durante la implantación, los embriones supervivientes se perforan, penetrando en su interior como un pie en un calcetín. Finalmente, solo dos llegarán a término.
La poliovulación puede ser, como en los tenrecs (Tenrecidae) y las
musarañas elefante (Macroscelididae), un mecanismo que permita producir una camada
mayor, facilitando así que alguno sobreviva. Sin embargo, las hembras de
berrendos solo suelen tener una camada anual de dos crías, que se desarrolla
cada un cuerno uterino diferente, sin competición mutua. Como suele ocurrir
en las camadas pequeñas, estas crías nacen con un gran tamaño en relación a su madre y son precoces.
Una gran producción inicial de óvulos facilitaría el desarrollo óptimo de al
menos dos embriones. Al situarse en cuernos uterinos distintos, evitan tener
que compartir los nutrientes de un mismo vaso sanguíneo. Además, la hembra
embarazada puede escapar más fácilmente de un depredador si en la huida no
tiene que compensar el desequilibrio de dos embriones en un mismo lado.Todo
este proceso permite que las crías nazcan en las mejores condiciones, con
mayor tamaño y, por tanto, mayor velocidad para huir de depredadores como los
coyotes (Canis latrans).
Fuentes
- O'gara, B. W. (1969). Unique aspects of reproduction in the female pronghorn (Antilocapra americana Ord). American Journal of Anatomy, 125(2), 217-231.
- Birney, E. C., & Baird, D. D. (1985). Why do some mammals polyovulate to produce a litter of two?. The American Naturalist, 126(1), 136-140.