Le pone cinturón de seguridad a su cerveza en vez de a su niño

Eso es lo que debió pensar este conductor australiano, que acompañado de otros 3 adultos, le puso el cinturón a las latas de cerveza que había comprado con el sudor de su frente.
La policía lo condenó a pagar una multad de 460 € por tener al niño sentado en el suelo, además de tener el coche no registrado y sin seguro.
Por lo menos no vive en Irán, donde las multas de tráfico se pagan con latigazos.
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Lo he leído también yo, y he pensado lo mismito que tú. Hay que ser cabestro.