El GPS de 1909

El conductor de principios del siglo XX tenía el placer de disfrutar de unas carreteras que levantaban una polvareda al mínimo movimiento, pudiendo degustar gran variedad de insectos voladores autóctonos de cada región a una velocidad casi hipersónica (solo le separaban unos ridículos 1.200 km/h de la velocidad del sonido).

Para el "gourmet" de la conducción, llegó en 1909 el Jones Live Map, una especie de GPS que iba unido al odómetro y hacía girar un disco de papel con una ruta entre dos ciudades. Este artilugio fue inventado por J. W. Jones, a quien recordarán por el velocímetro Jones, el disco fonográfico Jones y el Jones Yobel, "el claxon de los caballeros". Como podréis ver, no era de los que aprovechaba cualquier oportunidad para poner su nombre a un invento.

Cada disco de papel tenía una ruta distinta entre dos ciudades, marcando ríos, puentes y otras localizaciones de interés. El disco iba girando conforme el coche avanzaba y una aguja señalaba la posición. Cada disco valía para 100 millas (160,9 km). Si una ruta era más larga, necesitaba varios discos.

En un folleto de 1910 llamado "The Jones Live Map – What Happens Without It" (El Jones Live Map - Qué pasa sin él) decía que podía proteger al conductor del genio malvado de las carreteras, que siempre da la dirección mal. Además era más sencillo de usar que un mapa.

En 1919 ya existían 500 rutas que iban de Nueva York hasta Los Ángeles, con notificaciones sobre las leyes de velocidad allí donde existían. Sin embargo, el problema es que las carreteras cambian y las referencias utilizadas también. Eso implicaba que los discos antiguos se quedaban obsoletos y debían ser constantemente actualizados.

En la década de los 20, cuando ya había mapas de todo el país y las carreteras estaban correctamente señalizadas, se dejó de producir el Jones Live Map.

Fuente: Saturday evening post
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