¿Por qué nos asfixiamos?
Seguramente habréis pensado que es porque no llega aire a nuestros pulmones, y tenéis razón, pero ahí no termina la respuesta.
En las células aerobias, cuando falta el oxígeno durante un largo periodo de tiempo se da el "suicidio celular". De esto se encarga el lisosoma, también conocido como el estómago de la célula. En su interior guarda enzimas encargadas de degradar las moléculas ingeridas por la célula, pero en el "suicidio celular", la membrana que las contiene se fragmenta. Esto provoca que las encimas destruyan la célula, rompiendo los enlaces que forman sus moléculas para que se conviertan en otras más simples.
Por ello, es peligroso privar al cuerpo de oxígeno ya que el suicidio celular es bastante grave en aquellas células incapaces de regenerarse para suplir a aquellas perdidas. Las neuronas dependen mucho de los niveles de oxígeno y glucosa, y por desgracia, si estas mueren no se reproducen, causando graves problemas neurológicos.
También hay que añadir que no es lo mismo ahogarse en el mar que en un río:
En el mar, cuando el agua es absorbida al llegar al intestino delgado. Debido a la sal, las células de la sangre (globulos rojos, blancos...) se encuentran en una disolución hipertónica, es decir, la concentración es mayor en el exterior que en el interior de la célula. Por ello, y para igualar la concentración dentro y fuera, la célula expulsa agua produciendo la plasmólisis (la rotura de la membrana celular), muriendo la célula.
Por otra parte, en un río mueres cuando los pulmones se te encharcan los pulmones y se hace imposible el intercambio gaseoso.
Si además quieres saber por qué no puedes suicidarte asfixiándote, lee esta entrada.