Quieres ver un espectro malvado, ¿verdad?
La mayoría de los científicos cree que los apariciones de fantasmas son falsas. Sin embargo, los investigadores de Canadá, Inglaterra y otros países están estudiando lo que sucede en el cerebro para crear la ilusión de que algo está "embrujado". Hasta ahora se han encontrado evidencia de que algunas apariciones pueden estar causadas por campos electromagnéticos (CEM) que afectan al cerebro e incluso por infrasonidos.
Los campos electromagnéticos emitidos por líneas eléctricas, torres, las radios y otras fuentes de electricidad pueden ayudar a desenmascarar los mitos de que las personas o las cosas están encantadas, dice Michael Persinger, un neurocientífico de la Universidad de Laurentian en Sudbury, Ontario (Canadá), que ha llevado a cabo la investigación sobre el tema. Uno de estos estudios, publicados en 2001 en la revista Perceptual And Motor Skills recogía la historia de una adolescente que en 1996 tenía encuentros sexuales nocturnos con el Espíritu Santo. A sus 17 años se descubrió que había tenido un daño cerebral durante su nacimiento. Ella también decía que notaba la presencia invisible de un bebé sobre su hombro.
Cuando Persinger y sus compañeros la investigaron (con el consentimiento de la madre) encontraron un reloj eléctrico al lado de la cama, sobre el que apoyaba la cabeza mientras dormía. Demostraron que el reloj generaba pulsos electromagnéticos similares a los que genera el cerebro al desencadenar ataques epilépticos en ratas y en seres humanos.
Aunque Persinger afirma que tanto este caso como otros ofrecen pruebas suficientes convincentes para creer que los campos electromagnéticos afectan a la persona, dándole la percepción de que algo está "embrujado", los experimentos que intentan probar esto dan lugar a la duda.
Christopher French, un psicólogo en Goldsmiths, Universidad de London College (Londres) estudia lo paranormal y ha realizado experimentos para para poner a prueba la teoría de los campos eléctricos, pero a pesar de esto no ha podido demostrar su validez. Él junto con algunos amigos construyó hace cuatro años una "habitación encantada" en una sala de un apartamento de Londres, rodeada de campos electromagnéticos y con varias fuentes de infrasonidos. Reclutaron a través de Internet a 79 voluntarios para pasar un tiempo en la habitación poco iluminada.
Los investigadores notaron que los sujetos podían experimentar cosas raras - sentir una presencia, hormigueo o sensaciones extrañas- en la habitación mientras se le hacían evaluaciones psicológicas para evaluar la susceptibilidad a la sugestión de lo paranormal. Entre los sujetos se separó entre creyentes y escépticos, haciéndoles preguntas sobre la creencia de la vida después de la muerte y sobre experiencias paranormales.
Los investigadores utilizaron un ordenador para controlar las bobinas gemelas, ocultas tras las paredes de la sala, para controlar los impulsos electromagnéticos de hasta 50 microTeslas, varias veces mas fuerte que los impulsos generados por el reloj del experimento de Persinger. También usaban el ordenador para controlar los infrasonidos, que están muy por debajo de lo que los humanos no podemos escuchar. Estos sonidos se han vinculado, aunque sea vagamente, a sucesos paranormales. En 1998, en un artículo del Diario de la asociación de investigadores psíquicos titulado "The ghost in the machine" (El fantasma en la máquina), de la Universidad de Coventry (Inglaterra), los investigadores Vic Tandy y Tony Lawrence describieron un experimento en el que se detectó un infrasonido con una frecuencia de 18,9 Hertzios en una fábrica en la cual los trabajadores habían informado de experiencias paranormales (French y su equipo utilizaron longitudes de onda de 18,9 y 22,3 Hz).
Los voluntarios de French fueron expuestos a pulsos electromagnéticos y a infrasonidos por separado, a la vez e incluso se probó a no usar ninguno. "La mayoría de los voluntarios notaron sensaciones extrañas, como una presencia o sensación de mareo, y otros informaron de un pánico inesperado", dice French. "El pánico es una sensación muy extrema y sólo se prevé obtener resultados de sensaciones ligeramente anómalas en el contexto de este particular experimento." Sin embargo, French y sus compañeros no pueden afirmar que los campos electromagnéticos provocaron estas emociones.
French se interesó por la psicología paranormal gracias al libro de parapsicología escrito en 1981 "¿Ciencia o magia?" del escéptico psicólogo británico James E. Alcock. que ha ido de casa en casa encantada que en su mayoría se encuentran en Inglaterra.
Las conclusiones de Cortex fueron publicadas en la revista Cortex este mes. Él y sus colegas quieren obtener financiación para seguir con este estudio. French insiste que estas investigaciones pueden aportar mucho al conocimiento de la mente humana, incluidas las cuestiones de memoria y de delirios. "Dentro de la psicología, la gente habla de realidad de vigilancia, tratando de entender como hacemos distinción entre los eventos mentales y los que toman lugar en el mundo real", dice. "¿Realmente cerraste la puerta antes de ir a la cama o es algo que acabas de pensar?" Llegando al extremo estaría la esquizofrenia, en la que el cerebro no realiza ninguna distinción entre lo real e imaginario.
"Es un proceso continuo, y este tipo de marco es útil cuando hablamos de experiencias alucinatorias", dice French, "La gente confunde su atribución, sintiendo un producto de sus propios procesos mentales es algo que ocurre en el mundo real. Algo que puede conducir a la fabricación de acontecimientos mentales más similares. Algo que puede conducir a la fabricación de sus acontecimientos mentales más reales que los acontecimientos verdaderos, por ejemplo. Lo que hace más complicado la diferenciación entre ambos."
Por supuesto, los creyentes dicen que French no puede ver ni oir fantasmas porque él es un "horrible escéptico". "Espero que sea un poco más escalofriante" decía mientra esperaba a las apariciones en un mohoso y húmedo castillo. "Estoy sentado en la oscuridad, en el frío. Quiero que pase algo".
Persinger elogia al equipo de French en su "espléndido experimento", incluso sin validar sus ideas. Sin embargo, afirma que los campos electromagnéticos afectan al cerebro y a las células individualmente, a las enzimas y al ADN de muchas maneras. La clave para probar sus efectos en la actividad cerebral es asegurarse de que los campos no son ni demasiado fuertes ni demasiado débiles. Así que no está dispuesto a renunciar a encontrar una manera de demostrar científicamente que los campos electromagnéticos están detrás de, al menos, las apariciones fantasmales. "Soy un científico", dice Persinger. "Yo no creo en nada"
Fuente:Scientific American
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