Jean Thurel, el soldado centenario

Jean Thurel a los 88 años
En septiembre de 1699, es decir, un par de años antes de que en España se iniciase la guerra de sucesión, nació en Orain un niño llamado Jean Thurel (o Theurel). No se trataba de ningún rey ni emperador cuyo nacimiento fuera a quedar grabado en los libros de historia. No obstante, hay algo en lo que nadie le ha igualado. Este fusilero francés, se alistó en el ejercito a los 17 años y allí permaneció durante el reinado de Luis XV, Luis XVI, la república y el imperio.

Para ello necesitó de 107 años, 90 de los cuales estuvo sirviendo a su país, sin importar quien lo gobernara. Sus hermanos también desempeñaban la misma labor, pero murieron en la batalla de Fontenoy (1745). Su hijo, cabo* y veterano, sobrevivió a esa batalla, muriendo 37 años más tarde en la batalla naval de Saintes (1782).

Esto no quiere decir que Jean no recibiera heridas graves. Con 34 años, durante el asedio de Kehl, una bala de mosquete impactó en su pecho. Con 60, durante la batalla de Minden, 6 heridas de espada, 5 de ellas en la cabeza, hicieron peligrar su vida.

En 1787, con 88 años, ordenaron al regimiento ir a la costa para embarcar en los navíos de la marina francesa. A él se le dio la oportunidad de subir a un carro debido a su avanzada edad, pero lo rechazó y recorrió el trayecto a pie reiterando que nunca había viajado en carro y no tenía ninguna intención de hacerlo.
Medalla de las Dos Espadas

Rechazó todas las promociones, quedándose en un fusilero de bajo rango durante toda la carrera militar. En 1771, recibió dos medallas de las Dos Espadas. Una medalla creada ese año para aquellos que habían realizado 24 años de servicio. En su caso se le reconocían los periodos de 1716–1740 y 1740–1764. Seis años más tarde, fue presentado en la corte real del Palacio de Versalles. El rey, dirigiéndose a él como "padre", le preguntó si prefería la Orden Real y Militar de San Luís o un tercer medallón de las Dos Espadas por su periodo de 1764-1788.

Era algo poco común, ya que los suboficiales y reclutas no tenían muchas opciones de recibir la primera y porque para la segunda, le faltaban cuatro meses de servicio. Thurel optó por la tercera medalla de las Dos Espadas, que propio rey colocó en su uniforme.

Entonces, el conde de Artois le ofreció su espada y las damas de la corte ponen a su disposición un coche durante su estancia en la zona de París. El rey además le otorgó una pensión anual de 300 libras. Esto ya es un logro por si mismo, ya que aunque no era raro que algunas personas consiguieran dos medallas de las Dos Espadas, si era el único que tenía tres.

Tras sobrevivir a otro siglo más, el 26 de octubre de 1804, contando con 105 años, fue de los primeros en recibir la Legión de Honor, la mayor condecoración de Francia. Napoleón lo recompensó con 1200 francos. Más tarde, fue nombrado el "soldado más viejo de Europa".

Tres años después, el 10 de marzo de 1807, con 107 años, muere tras una corta enfermedad y con él se va una vida que se ha prolongado por tres siglos, durante el reinado de tres reyes y el fin de su monarquía.

*Desconozco si entonces en Francia el rango recibía el mismo nombre.

Fuente: Wikipedia, Lesapn,omsa
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2 Comments
  • Ponc3man!
    Ponc3man! 15 de julio de 2011, 5:16

    enorme soldado, vaya que sobrevivir a tantas heridas como las que el sufrio ya es de por si una hazaña, aunado a servir durante toda su vida a su pais, y al menos lo que entendi con muchisima humildad, debe estar en sus libros de historia pese a servir siempre como un fusilero de bajo rango

    • Anónimo
      Anónimo 31 de agosto de 2020, 17:36

      Ese hombre merece mejor lugar en la Historia de Francia, sin duda, por la virtud de su humildad y la fortuna de sobrevivir a tanto mal. Pero no sirvió a su país, ese concepto es más reciente. Mató y se arriegó a morir por sus reyes y sus emperadores. De la actuación de ellos resultó, principalmente, la muerte de cientos de miles de personas y la miseria de millones. La creación de ninguna nación vale todo eso. Mucho mejor sirvió a Francia (y a toda la humanidad) Louis Pasteur.

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