En 1994, 21 naciones caribeñas se reunieron en el campo de fútbol para jugar por la Copa Caribeña. Trinidad y Tobago saldría victoriosa, venciendo, entre otros, a Barbados. Pero estos dos países no coincidirían en el que es, quizás, el partido más extraño jamás jugado. Barbados, Granada y Puerto Rico acabaron el mismo grupo en la ronda calificatoria. En los primeros dos partidos, Granada venció a Puerto Rico por 2-0, mientras que Barbados perdió contra este por 0-1. Cuando jugaron Granada y Barbados, los resultados potenciales eran bastante claros. A Granada le bastaba con ganar. Sin embargo, Barbados no solo tenía que ganar, sino hacerlo además con una diferencia de dos goles. Aunque no hubo empates en la ronda calificatoria, hay que destacar una norma especial: después de los 90 minutos, si hay un empate, los goles valen el doble.