El barco que escapó de los japoneses convertido en isla flotante

En 1941, el HNLMS Abraham Crijnssen, un dragaminas de los Países Bajos de la clase Jan van Amstel, navegaba por las Indias Orientales Neerlandesas, pero las derrotas sufridas ante la invasión japonesa  en la batalla del mar de Java obligaron que, a finales de marzo del año siguiente, todos los barcos aliados tuvieran que retirarse a Australia. El HNLMS Abraham Crijnssen debía partir con otros tres barcos, pero se quedó solo.

Cañón Oerlikon de 20 mm
Con una pistola de 3 pulgadas, dos cañones Oerlikon de 20 mm y una velocidad máxima de 15 nudos (27,78 km/h) no tenía mucho que hacer contra los bombarderos japoneses. La única manera de que sus 45 tripulantes llegaran vivos a Australia era eludir cualquier enfrentamiento, y para conseguirlo debían evitar ser vistos.

La idea que pusieron en práctica fue convertir al barco en una isla. Así podrían pasar desapercibidos entre las 18000 islas de Indonesia. Como disponían de tiempo y recursos, los tripulantes desembarcaron en las islas cercanas para cortar los suficientes árboles para cubrir el barco y formar una pequeña selva. Además algunas partes del barco se pintaron para que pareciesen rocas y acantilados.

Aún así, hubiera sido sospechoso ver a una isla moverse de un lado a otro. Por eso, como si jugaran al pollito/escondite inglés, durante el día permanecían junto a las islas y por la noche iniciaban su travesía. Tras 8 días de viaje, se reunieron en Australia con las fuerzas aliadas, siendo el último barco el escapar y el único de clase en su región en sobrevivir.

Fuente:Business Insider
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1 Comments
  • yoe
    yoe 28 de abril de 2016, 14:21

    imaginación y valor...

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