Wan Hu, el científico que ingresó en el Programa Espacial Chino con una silla con cohetes
Contrario a lo que pueda parecer, los viajes al espacio no son una ambición reciente. Años antes de que Neil Armstrong pisara la Luna, los zambianos ya habían intentado alcanzar Marte sin mucho éxito. Mucho antes, en el siglo XVII, desde la Royal Society estudiaron viajar a la Luna en barco. Los chinos, famosos por su inventiva, intentaron llegar al espacio mucho antes.
La historia, apócrifa, cuenta que durante la dinastía Ming (1368-1644), Wan Hu, un funcionario local, estaba obsesionado con las estrellas y deseaba hacer lo que no había hecho ningún hombre aún: alcanzarlas. Para conseguirlo unió 47 de los cohetes más grandes que podía permitirse en una silla y ató dos cometas. Luego 47 de sus sirvientes encendieron las mechas de los cohetes con antorchas y huyeron. Tras esperar se produjo una gran explosión que mostró, una vez se dispersó el humo, que Wan Hu ya no estaba.
Si llegó al espacio o no, y en qué estado, está libre a la interpretación. Esta historia fue compartida por primera vez en 1945 en la revista Rockets and Jets por Herbert S. Zim. Sin embargo, Wan Hu era conocido previamente como Wang Tu, siendo publicada su historia el en número de Scientific American del 2 de octubre de 1909.
Wang Tu, en vez de situarse en la dinastía Ming lo hace en el 2000 a.C. La silla tenía un par de grandes cometas paralelas y horizontales, usando igualmente 47 cohetes que los criados encendieron con velas. El cohete explotó quemando a Wang, lo que enfureció al emperador que acabó castigándolo.
En el artículo, este relato está acompañado de otras historias ficticias de aviadores antiguos. Además, en el 2000 a.C. aún no se conocía la escritura en la zona de China y mucho menos la pólvora. Con esto podríamos pensar que este no sería más que una anécdota sin importancia que no ha tenido más influencia, pero dio nombre al cráter Wan Hoo en la cara oculta de la Luna y tiene una estatua en el centro de lanzamiento de satélites de Xinchang. Además en el episodio 24 del 2004 de Cazadores de mitos/Mythbusters se mostró como la silla habría explotado y quemado al piloto. Aunque se usaran materiales modernos, no podría haber levantado la silla.
Fuente:Wikipedia
La historia, apócrifa, cuenta que durante la dinastía Ming (1368-1644), Wan Hu, un funcionario local, estaba obsesionado con las estrellas y deseaba hacer lo que no había hecho ningún hombre aún: alcanzarlas. Para conseguirlo unió 47 de los cohetes más grandes que podía permitirse en una silla y ató dos cometas. Luego 47 de sus sirvientes encendieron las mechas de los cohetes con antorchas y huyeron. Tras esperar se produjo una gran explosión que mostró, una vez se dispersó el humo, que Wan Hu ya no estaba.
Si llegó al espacio o no, y en qué estado, está libre a la interpretación. Esta historia fue compartida por primera vez en 1945 en la revista Rockets and Jets por Herbert S. Zim. Sin embargo, Wan Hu era conocido previamente como Wang Tu, siendo publicada su historia el en número de Scientific American del 2 de octubre de 1909.
Estatua en el centro de lanzamientos de satélites de Xinchang |
Wang Tu, en vez de situarse en la dinastía Ming lo hace en el 2000 a.C. La silla tenía un par de grandes cometas paralelas y horizontales, usando igualmente 47 cohetes que los criados encendieron con velas. El cohete explotó quemando a Wang, lo que enfureció al emperador que acabó castigándolo.
Cráter Wan Hoo |
Fuente:Wikipedia