La trucha que finge los orgasmos y otros engaños sexuales animales
La expresión "te quiero mucho como la trucha al trucho" deriva de una leyenda donde la trucha se come al trucho como prueba de fidelidad, pero, en el mundo real, esa fidelidad es condicional. Las truchas comunes (Salmo trutta) macho compiten por la atención de las hembras vibrando su torso. Los más fuertes prevalecerán. Mientras tanto, la hembra cava un lecho en el fondo del río para colocar sus huevos. La hembra también vibra su torso con el macho, que libera su esperma. Sin embargo, la hembra no siempre libera sus huevos.
Se desconoce la causa de este comportamiento. Podría esperar la llegada de más machos, de un mejor padre o desea fecundar sus huevos con esperma de varios padres. Sea cual sea la causa, el macho habría desperdiciado su esperma. No obstante, para ser exactos, como sucede con los cerdos, no podemos asegurar que las truchas tengan orgasmos.
En la rana dardo venenosa verdinegra (Dendrobates auratus), sus roles sexuales típicos son los opuestos a los que estamos acostumbrados. La rana hembra busca al macho entre la hojarasca del bosque. Mientras el macho buscaba dónde depositar los huevos, la hembra le frotaba con el antepié, le empujaba, se agachaba frente a él y se balanceaba de arriba a abajo. Incluso saltaba y se sentaba sobre el macho, aparte de frotarle el vientre. Si apareciese otra hembra, la primera se volverá más agresiva, alternando entre el cortejo y su defensa contra la competencia. A los 20-30 minutos, tras perder aparentemente el interés, se intercambian los papeles y es el macho quien corteja a la hembra. Normalmente la hembra rechaza al macho, aunque temporalmente. Este cortejo puede durar meses, evitando que el macho elija a otra hembra. Al final, suelen ser los machos quienes cuidan a las crías en solitario.
Entre los topis (Damaliscus korrigum) son los machos quienes mantienen cerca a las hembras elegidas. Los topis bufan para alertar a los demás miembros de su especie de la presencia de depredadores. Durante el celo de dos meses, los topis se reunen en zonas llamadas leks donde los machos muestran a las hembras sus cúmulos de estiércol y defienden un territorio de unos 30 metros de diámetro. La competición es intensa porque las hembras solo son fértiles un solo día. Las hembras fértiles visitarán a varios machos, copulando de media once veces con cuatro machos. Es durante esta competición que los machos bufarán para engañar a las hembras para que se queden con ellos y evitar que se vayan con otros machos. Como las hembras no distinguían las falsas alarmas, los machos que bufaban conseguían copular tres veces adicionales.
Las hembras de la mosca de la danza de cola larga (Rhamphomyia longicauda) expanden lateralmente su abdomen gracias a un esfínter que les permite inflar sus sacos aéreos. Esto le permite cuadruplicar el ancho de su abdomen. Para acentuar su tamaño, sitúan las patas traseras concéntricas al abdomen.
Es posible que las hembras sean débiles y dependan de los insectos que les traen como regalo los machos para sobrevivir. Como los machos no pueden forzar la copulación, sin regalo no hay cópula. Cuando una hembra es madura reproductivamente, los huevos multiplican por diez el tamaño de su abdomen. Como los machos prefieren a estas hembras porque pueden fertilizar sus huevos directamente, las hembras con huevos inmaduros aparentan madurez para almacenar el esperma de varios machos y obtener alimento.
Por último, no olvidemos que, como vimos hace poco, estar muerta no es impedimento para copular y ser madre.
Fuente: BBC
Se desconoce la causa de este comportamiento. Podría esperar la llegada de más machos, de un mejor padre o desea fecundar sus huevos con esperma de varios padres. Sea cual sea la causa, el macho habría desperdiciado su esperma. No obstante, para ser exactos, como sucede con los cerdos, no podemos asegurar que las truchas tengan orgasmos.
Tentar y retener a la pareja
En la rana dardo venenosa verdinegra (Dendrobates auratus), sus roles sexuales típicos son los opuestos a los que estamos acostumbrados. La rana hembra busca al macho entre la hojarasca del bosque. Mientras el macho buscaba dónde depositar los huevos, la hembra le frotaba con el antepié, le empujaba, se agachaba frente a él y se balanceaba de arriba a abajo. Incluso saltaba y se sentaba sobre el macho, aparte de frotarle el vientre. Si apareciese otra hembra, la primera se volverá más agresiva, alternando entre el cortejo y su defensa contra la competencia. A los 20-30 minutos, tras perder aparentemente el interés, se intercambian los papeles y es el macho quien corteja a la hembra. Normalmente la hembra rechaza al macho, aunque temporalmente. Este cortejo puede durar meses, evitando que el macho elija a otra hembra. Al final, suelen ser los machos quienes cuidan a las crías en solitario.
Falsas alarmas
Entre los topis (Damaliscus korrigum) son los machos quienes mantienen cerca a las hembras elegidas. Los topis bufan para alertar a los demás miembros de su especie de la presencia de depredadores. Durante el celo de dos meses, los topis se reunen en zonas llamadas leks donde los machos muestran a las hembras sus cúmulos de estiércol y defienden un territorio de unos 30 metros de diámetro. La competición es intensa porque las hembras solo son fértiles un solo día. Las hembras fértiles visitarán a varios machos, copulando de media once veces con cuatro machos. Es durante esta competición que los machos bufarán para engañar a las hembras para que se queden con ellos y evitar que se vayan con otros machos. Como las hembras no distinguían las falsas alarmas, los machos que bufaban conseguían copular tres veces adicionales.
Aparentar más de lo que se tiene
Las hembras de la mosca de la danza de cola larga (Rhamphomyia longicauda) expanden lateralmente su abdomen gracias a un esfínter que les permite inflar sus sacos aéreos. Esto le permite cuadruplicar el ancho de su abdomen. Para acentuar su tamaño, sitúan las patas traseras concéntricas al abdomen.
Es posible que las hembras sean débiles y dependan de los insectos que les traen como regalo los machos para sobrevivir. Como los machos no pueden forzar la copulación, sin regalo no hay cópula. Cuando una hembra es madura reproductivamente, los huevos multiplican por diez el tamaño de su abdomen. Como los machos prefieren a estas hembras porque pueden fertilizar sus huevos directamente, las hembras con huevos inmaduros aparentan madurez para almacenar el esperma de varios machos y obtener alimento.
Entregar regalos inútiles
Los machos de la araña Pisaura mirabilis entregan regalos envueltos en telaraña a la hembra para copular. Pueden conseguirlo sin ellos, pero haciéndolo la cópula es más duradera porque la hembra se entretiene en desenvolver el regalo, que suele ser algún insecto. Como capturar un insecto, envolverlo y transportarlo requiere un gasto energético importante, algunas arañas regalos sin valor, como un insecto ya devorado o trozos de plantas. Los regalos reales pueden aumentar más la duración del coito que los falsos, pero los falsos también ofrece un beneficio, aunque menor. Al final, todo depende del coste frente al beneficio. Las hembras terminan descubriendo el engaño, pero este pudo cumplir su labor debido a que el comportamiento se ha conservado.Por último, no olvidemos que, como vimos hace poco, estar muerta no es impedimento para copular y ser madre.
Fuente: BBC