Los científicos consideran que eres un caraculo
Sí, te hablo a ti. Los científicos consideran que tu fisonomía es como la de un culo. No un culo cualquiera, más quisieras, sino el de un mono. Seguro que tienes claro cómo son. Además añaden que toda tu familia tiene cara de mono y que por eso han atraído las miradas durante generaciones. Se podría decir incluso que influyó en su supervivencia.
Aunque posiblemente estas duras palabras no te pillen por sorpresa, quizás te preguntes qué las motiva y quiénes son esos científicos tan majos. Para responderte debo introducirte el tema.
Como entenderás, una capacidad clave en los animales sociales es el reconocimiento. Esto incluye a los humanos y a otros primates. Sin este, difícilmente se mantendrá la cohesividad del grupo si cuesta diferenciar entre amigo y enemigo. No solo permite reconocer la identidad, sino su humor, edad, sexo y atractivo. Para ello se necesita un desarrollo cerebral que lo permita. Los humanos dedicamos para ellos la región cerebral llamada área fusiforme de las caras. Además somos bastante habilidosos reconociendo a estas y a las figuras humanas, pero las procesamos como un todo. Esto quiere decir que si invertimos la imagen de una cara, nos costará más reconocerla porque procesaremos sus detalles individualmente.
Y aquí es donde entran en juego los culos de mono. Aunque los primates no humanos reconocen las caras, también reconocen los traseros. En los humanos esto perdió importancia cuando las mujeres dejaron de enrojecer y aumentar el tamaño de su zona anogenital en torno a la época de la ovulación, reemplazándose por un cúmulo permanente de tejido adiposo. A cambio, las mujeres también desarrollaron pechos de mayor tamaño antes del primer parto, así como labios y caras más gruesas (huelga decir que es una forma de expresarlo, no tenían la capacidad de alterar su morfología a voluntad).
Debido a esto, las caras comparten características esenciales con los traseros primitivos. Son elementos simétricos muy expuestos y ubicuos que transmiten información sobre la identidad, estado físico y fertilidad. Se ha observado que los chimpancés reconocen los traseros como un todo. Por ello se sugiere que en algún momento de la evolución humana, el reconocimiento de la identidad se desplazó del trasero a la cara, adquiriendo ampliamente sus funciones de señalización socio-sexual.
En resumen, la cara sustituyó al trasero en el reconocimiento. Con el cambio perdimos la oportunidad de tener frases como "el culo es el espejo del alma", pero dio la oportunidad en la que mirarte la cara tenía el mismo resultado que verte el culo.
Fuente
Aunque posiblemente estas duras palabras no te pillen por sorpresa, quizás te preguntes qué las motiva y quiénes son esos científicos tan majos. Para responderte debo introducirte el tema.
Como entenderás, una capacidad clave en los animales sociales es el reconocimiento. Esto incluye a los humanos y a otros primates. Sin este, difícilmente se mantendrá la cohesividad del grupo si cuesta diferenciar entre amigo y enemigo. No solo permite reconocer la identidad, sino su humor, edad, sexo y atractivo. Para ello se necesita un desarrollo cerebral que lo permita. Los humanos dedicamos para ellos la región cerebral llamada área fusiforme de las caras. Además somos bastante habilidosos reconociendo a estas y a las figuras humanas, pero las procesamos como un todo. Esto quiere decir que si invertimos la imagen de una cara, nos costará más reconocerla porque procesaremos sus detalles individualmente.
Y aquí es donde entran en juego los culos de mono. Aunque los primates no humanos reconocen las caras, también reconocen los traseros. En los humanos esto perdió importancia cuando las mujeres dejaron de enrojecer y aumentar el tamaño de su zona anogenital en torno a la época de la ovulación, reemplazándose por un cúmulo permanente de tejido adiposo. A cambio, las mujeres también desarrollaron pechos de mayor tamaño antes del primer parto, así como labios y caras más gruesas (huelga decir que es una forma de expresarlo, no tenían la capacidad de alterar su morfología a voluntad).
Debido a esto, las caras comparten características esenciales con los traseros primitivos. Son elementos simétricos muy expuestos y ubicuos que transmiten información sobre la identidad, estado físico y fertilidad. Se ha observado que los chimpancés reconocen los traseros como un todo. Por ello se sugiere que en algún momento de la evolución humana, el reconocimiento de la identidad se desplazó del trasero a la cara, adquiriendo ampliamente sus funciones de señalización socio-sexual.
En resumen, la cara sustituyó al trasero en el reconocimiento. Con el cambio perdimos la oportunidad de tener frases como "el culo es el espejo del alma", pero dio la oportunidad en la que mirarte la cara tenía el mismo resultado que verte el culo.
Fuente
- Kret, M. E., & Tomonaga, M. (2016). Getting to the bottom of face processing. Species-specific inversion effects for faces and behinds in humans and chimpanzees (Pan troglodytes). PloS one, 11(11), e0165357.