Erasístrato de Ceos, el detector de mentiras de la antigua Grecia
El lexicón homónimo de Suidas (s. X) nos cuenta una historia que implica a Erasístrato de Ceos, Antíoco I Sóter, Estratónice de Siria y Seleuco I Nicátor y refleja la observación del comportamiento y los signos clínicos para detectar una mentira.
Transmisión de la historia
Esta obra cita a otras cinco como referencia de este relato: el capítulo VII De patrum amore de Hechos y dichos memorables (Factorum ac dictorum memorabilium) de Valerio Máximo (s, I d.C.); el volumen Demetrio de Vidas paralelas de Plutarco (46/50-120 d.C.); el undécimo volumen De rebus Syriacis de Historia Romana de Apiano (95-165 d.C.); Sobre la diosa siria de Luciano de Samósata (125-181 d.C.) y la sátira Misopogon del emperador Juliano el Apóstata (331/332-363 d.C.). Plinio el Viejo (23-79 d.C.) también la cita en el volumen XXIX de Historia Natural, como lo hace Galeno (129-216 d.C.) en De Praegnotione ad Epigenem.
Un amor imposible
La historia se sitúa en la corte de Seleuco I Nicátor (358-281 a.C.), antiguo comandante de de Alejandro Magno que reinó en Babilonia y Siria, fundando la dinastía y el Imperio seléucida (312-63 a.C.). Este se casó con Estratónice de Siria, hija de Demetrio I Poliorcetes de Macedonia (337-283 a.C.) y Fila (d. 287 a.C.), hija de Antípatro (397-319 a.C.). Como se puede deducir al ser mayor que sus suegros, Estratónice era mucho más joven que Seleuco.
En esta situación es donde participan Antíoco (324-261 a.C.), hijo y futuro sucesor de Seleuco, y el médico Erasístrato de Ceos (304-250 a.C.). Estando su padre casado y con un hijo de Estratónice, Antíoco contrajo una enfermedad debilitante. Erasístrato no lograba diagnosticarla, pero razonó que se originaba en la mente, pues el cuerpo reaccionaba por simpatía a sus males. Estimaba que el causante era el amor, pues era la única pasión que podía ocultarse por modestia, pero Antíoco se negaba a sincerarse ante las preguntas del médico. De esta manera, se dedicó a observar a Seleuco, especialmente su pulso, pero también la respiración y el color de su cara. Cuando entraba una persona, Antíoco se debilitaba de forma constante, pero cuando lo hacía Estratónice, se agitaba y recuperaba el vigor, aunque se mantenía callado, debilitándose de nuevo cuando se iba.
Habiendo revelado la verdad, Erasístrato confesó a Seleuco que su hijo tenía una enfermedad incurable debido a un amor imposible. Abatido por la noticia, Seleuco no podía creer, dado su poder, que no pudiera lograr lo que su hijo quisiese. Primero le hizo creer que deseaba a la esposa del médico, pero cuando Seleuco declaró que sería capaz de entregar a su propia esposa si pudiera sanarlo, el médico le indicó que esa era precisamente su cura. Así lo hizo, convirtiéndolo además en corregente de las tierras del norte.
Diferencias
Las fuentes conservadas se escribieron siglos después de los sucesos, basándose en narraciones anteriores, aunque no citan autores, y, aunque coinciden en la idea general, no lo hacen en muchos detalles concretos. Plutarco y Apiano recurren a la idea contemporánea de la erotomanía, pero el segundo aporta un toque emotivo y lenguaje médico. Para Plutarco, el joven finge la enfermedad y rechaza alimentarse, mientras para Apiano lo consume la pasión. A pesar del detalle del pulso que cuenta Valerio Máximo, ninguno de estos dos autores lo reutiliza, como sí hace Galeno, pues consideraba que tenía un gran poder diagnóstico. Es más, por entonces se hablaba del pulsus amatorius, propio del enamorado. Tampoco cuestionan a Erasístrato como el coprotagonista de los hechos, como hace Valerio Máximo, que oscila entre este y el astrólogo Leptines. En cambio, para Plinio, el médico de esta historia fue Cleómbroto, padre de Erasístrato. Otra diferencia es que en la habitación solo entraba repetidamente Estratónice en la versión de Valerio Máximo.
Fuentes
- Ribeiro, L. F. C. (2020). 'Your love is like bad medicine': the medical tradition of lovesickness in the legends of hippocrates and erasistratus of ceos. Akroterion, 65(1), 63-88.
- Segrave, K. (2003). Lie detectors: A social history. McFarland.
- Kennedy, R. L. (1940). The theme of “Stratonice” in the Drama of the Spanish Peninsula. PMLA, 55(4), 1010-1032.