La transformación de Sun Wukong, el rey mono
Sun Wukong de Viaje al oeste (西遊記, Xijou ji) ha trascendido su obra como hizo en los mundos que visitó. No solo está presente en cultos populares, sino que ha logrado famá más allá de las fronteras chinas a través de adaptaciones y sus participaciones en otros productos. La esencia del rey mono está en sus transformaciones, más allá de los relatos, que le han otorgado su identidad, una identidad única que, por otra parte, cuesta encontrar origen.
La historia de Sun Wukong
Sun Wukong es un mono nacido de un huevo de piedra en la montaña, con esencias del cielo y la tierra. Tras descubrir y reclamar un nuevo territorio en una cueva detrás de una cascada, se declara rey mono. Sin embargo, la mortalidad no le satisface, embarcándose en un viaje para encontrar un maestro que le guíe a ella. Al encontrar a uno de los diez discípulos de Buda, que había aunado el budismo, taoismo y confucianismo, adquirió su nombre Sun Wukong (Sun: "Mono"; Wukong: "Despertando a la vacuidad") y la capacidad de usar poderes mágicos.
Al regresar, derrota a los demonios que intentaban conquistar las tierras de los monos, haciéndose amigo de uno de ellos, que sería su enemigo en el posterior peregrinaje. Esta amistad hace que se considere uno de ellos, probando su poder en los reinos acuáticos, donde el rey dragón le entrega una columna de su palacio, que sería su bastón mágico. Finalmente, al ir al infierno causa estragos al borrar el nombre de los monos del registro de la vida y la muerte, otorgándoles la inmortalidad. Por último, considerado un igual por los dioses, aunque bastante problemático, vuelve a su montaña declarándose el más fuerte de los demonios y capaz de rivalizar con los cielos. A pesar de ser considerado un gran sabio por los dioses, sigue ocasionando problemas al ser excluido de los banquetes al tener que trabajar en los establos, por lo que exige reemplazar al Emperador de Jade. A pesar de superar todos los límites, se encuentra con Buda, invitado del Emperador de Jade, que le reta a saltar fuera de su palma. Desgraciadamente para él, esta crece a la misma velocidad que avanza saltando y queda atrapado entre sus dedos, que se convierten en la montaña que lo aprisiona durante cinco siglos.
El monje Xuanzang lo libera, debiendo acompañarlo, pero debe usar un aro de la bodhisattva de la compasión Guanyin para someterlo con una oración, que hace que le apriete la cabeza. De esta manera, debe guiarlo y protegerlo en su viaje hacia la India para recuperar unas escrituras budistas, teniendo que alcanzar el paraíso de Buda en lo alto de una montaña. En su peregrinaje, conocen a Zhu Bajie, Sha Wujing y el príncipe dragón que se convierte en el corcel del Xuanzang. Además superan 81 pruebas en su camino de expiación.
Una existencia previa
Aunque Sun Wukong y Xuanzang son conocidos por la obra Viaje al oeste (西遊記, Xijou ji) de 1592, atribuida a Wu Cheng'en, ambos son anteriores a ella. Xuangzang fue un monje budista chino que realmente se dirigió a la India a obtener textos en sánscrito, que traduciría. A pesar de no enfrentarse a amenazas sobrenaturales, encontraría muchos peligros. Por otra parte, Sun Wukong ya aparecía en textos de la dinastía Song del sur (1127-1219), sin descartarse, debido a la popularidad que ya tenía, una existencia anterior durante la dinastía Song del norte (960-1127). Los antecedentes más importantes de Viaje al oriente son Da Tang Sanzang qujing shihua ("Leyenda del Gran Tang Sanzang buscando los sutras budistas") y la ópera zaju Xijou ji ("Viaje al oriente"). Aunque posiblemente no sirvieron de base para la obra de Wu Cheng'en, habrían tenido la suficiente influencia sobre otros relatos. En el Bak Tongsa del siglo XV de Corea, se cuenta tanto la rebelión de Sun Wukong como parte del peregrinaje con Xuanzang, donde se indica que ya entonces la gente compraba libros populares, como Viaje al oeste, en vez de los Cuatro Libros y Cinco Clásicos del confucianismo, porque son una buena lectura cuando se está triste. Esto señala la existencia de textos previos sobre el rey mono que extendían su peregrinación y que Wu Cheng'en unió, equilibrando entre las enseñanzas taoistas, budistas y confucianas.
Un origen incierto
Se han planteado múltiples orígenes e influencias del personaje del rey mono: los monos tallados en el templo Kaiyuan de la prefectura de Quanzhou, en Fujian, que habrían sido usados por los monjes para contar sus historias; las historias de monos en los textos budistas; de Hánuman en el Ramayana, como señaló a partir de un artículo de Hu Shih en 1923; contemporáneamente, Lu Xu lo conecta con Wuzhiqi, un demonio acuático chino con forma de mono; Shi Pantuo, un discípulo de Xuanzang al comienzo de su viaje; el monje Wukong de Tang; las leyendas sobre un mono blanco secuestrador de mujeres y el culto de Qitian Dasheng o Tonftian Dasheng en Fujian. Aunque no se pueda determinar cuál fue el germen del rey mono y haya argumentos tanto a favor y como en contra de cada una de las propuestas, lo seguro es que en conjunto pudieron ir formando el personaje de Sun Wukong.
De esta forma, Sun Wukong iría desarrollándose como un personaje ambivalente en muchos sentidos: dios y demonio; mono irreverente e irrelevante a sabio y respetado; a caballo entre la India y China; portador de un bastón sin límites pero también de una banda que le restringe; transgresor de fronteras entre mundos pero condenado a permanecer encerrado en una montaña...Como en sus aventuras, Sun Wukong iría obteniendo en sus distintas iteraciones las características y elementos que equilibrarían de esta manera al personaje. Así, en el Da Tang Sanzang qujing shihua, el personaje Hou Xingzhe es serio y leal, de forma similar a como Hánuman lo es por Rama en el Ramayana, mientras en la ópera zaju tiene una actitud irrespetuosa y taimada durante todo su viaje, actuando como un grosero payaso aprovechado que parodia otras obras.
Búsqueda de la identidad
La importancia de Sun Wukong en Viaje al oriente radica es sus dualidades. Es un mono, un demonio y dios, que busca mayores logros y ser respetado, rebelándose cada vez que no lo valoran. Es un personaje que busca su identidad y lugar en el mundo, redirigiendo esta pregunta al lector. En su desarrollo a través de las distintas obras, deja de ser meramente el recto arquetipo caballeresco o el bufón lascivo, sino que se trata de un personaje que debe equilibrar entre la libertad absoluta y la responsabilidad.
Legado
El impacto del personaje de Sun Wukong fue tal que sus tres secuelas de las dinastías Ming y Qing parten como apéndices protagonizados por el mono. En estos, sus autores intentan transmitir sus enseñanzas o presentar sus interpretaciones del relato. En el siglo XX, a partir de La princesa del abanico de hierro (1941) de los gemelos Wan Guchan y Wan Laiming, que buscaba tener un enfoque educativo, el rey mono se convierte en un héroe ejemplar, sin los defectos propios de un embaucador. Entonces, mediante el rey mono, la película alentaba al pueblo chino a unirse contra el invasor japonés. Posteriormente, esta tendencia seguiría bajo el régimen de Mao con la animación La rebelión del rey Kun Fu Sun (1961), que partiría de las óperas representadas en Pekín. Esto resulta especialmente notable porque Mao optaba por permitir la literatura y arte que sirviera al pueblo, excluyendo cualquier obra que presentara elementos supersticiosos como dioses o fantasmas. Viaje al oeste se convirtió en una excepción a presentar a Sun Wukong como un héroe revolucionario. El papel de héroe se mantendría en ilustraciones, series y películas hasta la actualidad, aunque desde distintas perspectivas y aportando enfoques particulares, como en A Chinese Odyssey (1995) de Jeffrey Lau, Story of Wukong (200) de Jim Hezai y Another Voice de Li Feng.
Fuentes
- Shahar, M. (1992). The Lingyin Si monkey disciples and the origins of Sun Wukong. Harvard Journal of Asiatic Studies, 52(1), 193-224.
- Sun, H. (2018). Transforming Monkey: Adaptation and Representation of a Chinese Epic. University of Washington Press.