Los monjes tibetanos capaces de elevar su temperatura corporal
En torno al Himalaya y en la meseta tibetana, existen unos pocos seguidores del budismo vajrayana y del bon que practican la meditación g-tummo, llamada también "calor psíquico", puesto que permite controlar la "energía interior" e incrementar la temperatura corporal. Esta práctica, afirman, les permite secar sábanas empapadas en agua helada con su piel, produciendo vapor como resultado, y soportar el frío del Himalaya.
Primeras investigaciones
Esta práctica de yoga captó la atención de la comunidad científica en 1982, cuando, gracias al Dalái lama, pudieron estudiar a tres practicantes en Dharamsala, al norte de la India, permitiendo tener al fin una valoración objetiva. Estos practicantes tenían 6 años de experiencia y habían vivido una década aislados en cabañas de piedra en las estribaciones del Himalaya. En la posición del loto durante una hora, los practicantes fueron capaces de elevar localmente la temperatura de los dedos de las manos (3,15-7,2ºC) y los pies (4-8,3ºC), el ombligo (1-1,9ºC) y el pezón (1.5ºC). Entre ellos había diferencias, pues alguno elevaba más la temperatura en unas zonas concretas mientras otro las elevaba en menor medida en todas. Aunque no se valoró, entonces se estimó que debían tener control sobre la vasodilatación, permitiendo regular el flujo sanguíneo.
En 1990, el experimento se realizó con otros tres monjes en el monasterio Rumtek en el estado indio de Sikkim, en la frontera este de Nepal. En este caso, se midió el consumo de oxígeno durante 10-20 minutos, la grasa corporal y se realizó una electroencefalograma. Se desveló que, durante la meditación de estabilización, uno de los monjes redujo un 64% su consumo de oxígeno, a 4,86 l/h; mientras durante la práctica g-tummo se redujo un 45% y después de esta un 55,9%. En los otros dos, en la práctica g-tummo se aumentó el consumo de oxígeno. También se reveló actividad cerebral que revelaba la profundidad de la meditación.
Exageración
A pesar de poder contar con una base científica, esta se malinterpretó, asumiendo que los cambios en la temperatura correspondían a todo el cuerpo o cambiando la escala de la temperatura. Las hazañas con la sábanas empapadas en agua fría no se cuestionaban, aunque bastaba con la temperatura corporal normal para calentarlas y que emitieran vapor en un entorno frío, del mismo modo que el aliento en los días de invierno.
Principios de la técnica
El g-tummo consiste en una meditación, normalmente en posición de flor de loto, donde se visualiza una llama por debajo del ombligo que extiende su calor por la columna. En una técnica de respiración especial, tras la inhalación, contienen el aire contrayendo los músculos abdominales y pélvicos para que queden en forma de jarrón. Esta deriva en dos técnicas: la respiración forzada y la respiración suave. La primera es más potente y pretende elevar el calor corporal, mientras la segunda, más suave, tiene el objetivo de mantenerlo. La visualización también es distinta en ambas. En la primera, se visualiza como la llama crece vigorosamente desde debajo del ombligo, mientras en la segunda se debe centrar en la sensación agradable de su calor.
Sorprendentemente, los análisis desvelan que la visualización de ese calor es la que mayor capacidad tiene de elevar la temperatura, incluso por encima de la temperatura corporal normal, causando fiebre. No obstante, la secuencia de respiración forzada seguida de una respiración suave parece incrementar la temperatura más rápido, especialmente conforme mayor sea la apnea. De esta manera, la experiencia del prácticante de la técnica puede subir en mayor o menor medida su temperatura corporal con las técnicas respiratorias, mientras la visualización le permite prolongar en el tiempo su aumento progresivo.
Fuentes
- Benson, H., Lehmann, J. W., Malhotra, M. S., Goldman, R. F., Hopkins, J., & Epstein, M. D. (1982). Body temperature changes during the practice of g Tum-mo yoga. Nature, 295(5846), 234-236.
- Benson, H., Malhotra, M. S., Goldman, R. F., Jacobs, G. D., & Hopkins, P. J. (1990). Three case reports of the metabolic and electroencephalographic changes during advanced Buddhist meditation techniques. Behavioral Medicine, 16(2), 90-95.
- Kozhevnikov, M., Elliott, J., Shephard, J., & Gramann, K. (2013). Neurocognitive and somatic components of temperature increases during g-tummo meditation: legend and reality. PloS one, 8(3), e58244.