El truncado boicot español a las olimpiadas de Hitler

Un hombre blanco (de color rojo), uno negro y otro asiático sostienen una bandera donde pone "Olimpiadas Populares".

Entre el 1 y el 16 de agosto de 1936, se celebraron los Juegos Olímpicos de Berlín, una oportunidad de Adolf Hitler para para publicitar las supuestas maravillas del nazismo. Aunque entonces la guerra civil había estallado en España, tenía preparada un boicot con la Olimpiada Popular de Barcelona como alternativa.

Antecedentes

Olimpiada Internacional de los Trabajadores de 1925 en Fráncfort.
El siglo XX vio en sus primeros años la fundación de federaciones deportivas y gimnásticas obreras en Europa. La distribución fue desigual, pues se situaban generalmente en el centro y oeste del continente, con la mayor presencia en torno a la esfera socialdemócrata alemana, donde en 1914 tenían medio millón de miembros, más que el resto de países combinados. En 1913, los franceses y belgas fundan la Asociación Socialista Internacional de Educación Física. No obstante, el inicio de la Primera Guerra Mundial el 28 de julio de 1914 pone en pausa su actividad. Sería tras acabar esta cuando se formarían los principales organismos que marcarían la organización deportiva obrera en el periodo de entreguerras.

Aunque existirían organizaciones deportivas obreras locales, asociadas a otros partidos de la izquierda, o en grupos relacionados por el trabajo, las principales fueron dos: la Unión Deportiva Internacional del Trabajo o Internacional Deportiva de Lucerna (ISL) y la Internacional Deportiva Roja (IDR). Ambos eran organizaciones ligadas a los socialistas y comunistas, respectivamente, y su división fue producto del enfrentamiento entre sus partidos. La ISL se formó en el congreso de Lucerna en 1920 con representantes de las federaciones deportivas de Alemania, Checoslovaquia, Finlandia, Suiza, Gran Bretaña, Bélgica, Francia e Italia, quedando fuera Austria. En Moscú, en el verano de 1921, coincidiendo con el III Congreso Mundial de la Internacional Comunista, la Internacional Comunista de la Juventud (ICJ) creó la IDR.

De esta manera, se realizarían periódicamente dos eventos deportivos: la Olimpiada Obrera socialista y la Espartarquiada comunista. Ambos ofrecían un entorno donde no se discriminaba por nacionalidad, religión, sexo o color de piel, pues tenían el común de ser obreros. Además, la Olimpiada Popular Obrera llegó a rivalizar en pruebas, atletas y audiencia a los Juegos Olímpicos. Aunque sus recursos limitados significaron que en la mayoría de pruebas los participantes eran masculinos, seguía teniendo más presencia femenina que en los Juegos Olímpicos de Berlín, donde se restringía al patinaje, la esgrima, la natación, la gimnasia y el atletismo. En pruebas como la natación, se incluían hasta niños y niñas de 14 y 13 años, respectivamente, y había categorías para distintos niveles de rendimiento.

Organizaciones deportivas obreras locales

Tras esto, era necesario crear secciones para cada país y región, especialmente en aquellas sin movimientos deportivos obreros, frente a las federaciones oficiales que eran consideradas burguesas, elitistas y exclusivas, críticas que también dirigían al Comité Olímpico Internacional (COI) y a los Juegos Olímpicos. En España, las Juventudes Comunistas de la IDR serían los principales artífices de englobar en la Federación Cultural y Deportiva Obrera (FCDO) a los grupos deportivos obreros informales, pues el deporte era un fenómeno de masas en la juventud y el Partido Comunista Español, que era minoritario respecto al socialista, veía en este un potente filón. 

La FCDO se consolidaría en 1931, ya en la Segunda República. Aunque para 1934 tenía 9500 miembros, su distribución era dispar, con 5000 en Madrid y destacando levemente Galicia entre el resto de regiones. En Cataluña, formaron una sección a finales de enero de 1934, compuesta por las asociaciones Ponent, Avant y Estrella con sede en el bar Rotonda, en el número 14 de la vía Laietana. Aquí, la clase media y los obreros ya habían formado años antes organizaciones ligadas a sindicatos, bolsas de trabajo y asociaciones corporativas y asociaciones culturales y recreativas populares, estas cercanas al partido Esquerra Republicana.

Olimpiadas de 1936

Cartel de la Olimpiada popular con atletas masculinos y femeninos.

La 28ª sesión del COI de mayo de 1930 en Berlín, 14 ciudades presentaron su candidatura para celebrar los juegos, pero en la siguiente sesión, celebrada en abril de 1931, tan solo quedaron Berlín y Barcelona, siendo elegida Berlín. Aunque el ascenso de Adolf Hitler planteó el cambio a Roma o a un boicot, el Comité Olímpico Estadounidense aumentó el apoyo del COI a Berlín con el ascenso de Avery Brundage, a pesar del rechazo en su propio país, gracias a la fragmentación de los defensores del boicot.

La Internacional Comunista (IC) mantuvo durante años una oposición con los socialistas, a los que llamaba socialfascistas, pero la URSS cambió de estrategia en 1934 para frenar, junto a las democracias occidentales, a a la Alemania de Hitler. Por lo tanto, la IDR actúa en consonancia y decide aunar fuerzas internacional y localmente con la Internacional Deportiva Obrera Socialista (IDOS), renombrada así en 1928. Esto comenzó en Francia, donde se acabó con la división presente desde 1923, y se formó la Fédération sportive et gymnique du Travail (FSGT) en diciembre de 1934. Al mismo tiempo, la FCDO acepta a republicanos de izquierdas y socialistas. En Cataluña, tanto las secciones del partido comunista de España como de la FCDO tendrían autonomía, que esta última obtendría en 1935.

En agosto de 1934, la IDR organizó con éxito la Manifestación internacional de los deportistas contra el fascismo y la guerra en París, con  participación de 13 países, incluida la FCDO y su sección catalana. El bienio conservador (1933-1935) de la segunda república obligó a aplazar el evento en España, que el FCDO planeaba para el verano de 1935 en Barcelona, debido a sus infraestructuras, la potencia de su movimiento obrero y sus prácticas deportivas en la ciudad.

En paralelo a la formación y victoria del Frente Popular el 16 de febrero de 1936, la IDR crea un frente popular de deportistas, creándose tanto comités y asociaciones como estructuras organizativas que permitieran la democratización deportiva y la mejora de sus condiciones. En Cataluña, el Comité Catalá pro Esport Popular (CCEP) comenzaría celebrando la Copa Ernst Thälmann en Barcelona del 11 al 13 de abril en el FC Martinenc y CE Júpiter, con los equipos de fútbol de Asturias, Madrid, Valencia y Barcelona. Además, se incluyó gimnasia artística y combates de boxeo. Ersnt Thälmann fue el líder del partido comunista alemán, que había sido encarcelado en la prisión de Bautzen tras el incendio del Reichstag. En este momento, aunque los comunistas seguirían siendo mayoritarios en estas organizaciones deportivas obreras, salvo en el CCEP, donde predominarían los republicanos de izquierda, actuarían con el objetivo de mantenerse neutros. De hecho, la URSS no participó y, al parecer, desde la organización parece que era algo premeditado para evitar la imagen de unas olimpiadas soviéticas.

Gradas del estadio de Montjuic en la Exposición Internacional de 1929.

Esta discreción de los comunistas también se muestra con el cambio de opinión respecto a los Juegos Olímpicos. Hasta entonces, consideraban que eran una actividad burguesa, hipócrita y chovinista que mercantilizaba y militarizaba el deporte. Sin embargo, comienzan a mostrar la necesidad de salvar las olimpiadas y celebrar unas verdaderas. LA IDR pretende organizar olimpiadas de verano en varios países en 1936 como protesta contra el COI, dirigiéndose as las organizaciones deportivas de Estados Unidos, Suecia, Checoslovaquia y España. La FCDO, junto a la CCEP, elige Barcelona como lugar de la Contra-Olimpiada u Olimpiada Popular. La IDR también anuncia unos juegos en Praga. Para el 22 de abril de 1936, la CCEP confirma la celebración de la Olimpiada Popular y pide la asistencia de la IDR. Los 4000 deportistas españoles y 2000 extranjeros inscritos exceden las expectativas, por lo que se extiende la duración del evento, originalmente del 22 al 26 de julio, para que empiece el 19 de julio, proponiendo celebrarse en el estadio de Montjuïc. 

Conforme se aproximaba la Olimpiada Popular, se celebraron eventos deportivos en distintas partes de España y también se enviaron desde distintas regiones a bailarines y cantantes. Se estimó que llegarían 10000 atletas de 22-25 países, unos 6000-8000 de España y la mitad de los extranjeros siendo franceses, y 25000 visitantes. El gobierno español donó 300000-250000 pesetas para el evento, el francés 600000 francos y el catalán 100000-200000 pesetas. Mientras tanto, la derecha criticaba estas olimpiadas como comunistas y judías. En el segundo caso, lo justificaba con excusas pobres, como la presencia de deportistas judíos en la delegación palestina, los judíos que pidieron internacionalmente un boicot contra los nazis, la delegación de exiliados judíos europeos, la aportación del Frente Popular Francés, liderado por un judío, o el himno oficial, la Marcha de la Olimpiada de los Pueblos del compositor Hanns Eisler, hijo de padre judío y madre luterana que se exilió de Alemania por su ascendencia paterna (el judaísmo se transmite por la madre) y por sus posturas comunistas.

El 18 de julio se celebró la ceremonia de apertura en Monjuic, pero el golpe de estado que llevaría a la trágica guerra civil y consiguiente dictadura franquista truncaría el evento. Esto pilló por sorpresa a los visitantes y algunos deportistas se unieron a las milicias. A pesar de todo, se intentó reorganizar los juegos a menor escala con un desfile de deportistas desde la plaza de Cataluña al estadio de Montjuïc y pruebas de los deportes menos importantes del viernes al domingo.

Fuentes

  • Gounot, A. (2005). El proyecto de la Olimpiada Popular de Barcelona (1936), entre Comunismo Internacional y Republicalismo Regional. Cultura_Ciencia_Deporte [CCD], 1(3).
  • Physick, R. (2017). The Olimpiada Popular: Barcelona 1936, sport and politics in an age of war, dictatorship and revolution. Sport in History, 37(1), 51-75.
  • Rein, R. (2018). El desafío a los Juegos Olímpicos de Berlín 1936: Barcelona, la Olimpiada Popular olvidada y los atletas judíos de Palestina. Historia Contemporánea, (56).

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