Las dos Iberias: iberia póntica e iberia hispánica
Explicación de Estrabón
En su tercer volumen de Geografía, Estrabón (63/64 a.C.-23/24 d.C.) indica que el nombre de Iberia es griego, reflejando la existencia de poca información sobre los nombres de la región, puesto que había estado dividida en cuatro o cinco partes con movimientos de distintos pueblos. Informa que, según distintos autores, habría limitado con el Ródano, los Pirineos o el Ebro. En cambio, los romanos llamaban a la región indistintamente Iberia o Hispania.
En su undécimo volumen, Estrabón nos lleva más allá de la Cólquide para decirnos que los soanes de Iberia son sucios como los dioscurídae, pero son fuertes y en sus ríos corre el oro, que recogen con cribas y vellocinos. Como también hace Apiano (95-165 d.C.) en Mitridáticas, razona que de aquí pudo surgir el mito del vellocino de oro, refiriéndose a estos como íberos porque, como en la Iberia oriental, hay abundancia de oro. Esta relación de la recogida de oro en la Iberia póntica o caucásica con el vellocino proviene de Teófanes de Mitilene (100-44 a.C.).
Orígenes desconocidos
Al parecer, en ambos casos Iberia sería un exónimo, es decir, no sería un nombre nativo. Se argumenta que, en el caso de la Iberia póntica, habría adoptado la interpretación del nombre griego de los georgianos durante la tercera guerra mitridática (75-63 a.C.), donde Pompeyo la convirtió en un protectorado romano. Sería resultado de interpretar el nombreDe ser así, sería contemporáneo a Estrabón, que fue el primero en indicar los Pirineos como separación de la Galia de la Iberia hispánica. El nombre de esta última tendría relación con el río Ebro (Iber), que se creía que delimitaba la región de norte a sur. Este nombre ya se atestiguaba en Anales del poeta Quinto Ennio (239-169 a.C.), donde, entre otras, se trata la segunda guerra púnica (218-201 a.C.). De esta manera, esta habría comenzado refiriéndose a la costa mediterránea y su aplicación se habría extendido a la península. Se ha interpretado que esto ocurre en las menciones de Historias de Polibio (200-118 a.C.), aunque también se apunta a un uso polisémico.
Lejanas conexiones lingüísticas
Estas Iberias, destinos de Heracles y Jasón, habrían sido fundadas, según Jerónimo de Estridón, por Tubal, quinto hijo de Jafet y nieto de Noé. Esto sería una extensión de lo afirmado por Flavio Josefo en Antigüedades judaicas, que lo designaba fundador únicamente de la Iberia caucásica (Thobelos). A partir del siglo XVI, partiendo de un origen divino de todos los idiomas, crece la idea de que la lengua tubálica es madre del habla de parte de Europa. Esta lengua tubálica se identificaría con el vasco, que sería la más antigua de España y tendría presencia en topónimos que alcanzarían el Cáucaso. El padre Larramendi (1690-1766), gran exponente de esta hipótesis, afirmaba, sin anacronismos, por supuesto, que los antiguos españoles habían poblado la Iberia asiática. Es más, el vasco era el idioma de los ángeles y el código para comunicarse con ellos.
En la segunda mitad del siglo XX, se popularizaría la hipótesis euskaro-caucásica, donde se presumía una conexión del vasco con el las lenguas caucásicas meridionales. Esta relación también se señalaba en la hipotética familia de idiomas dené-caucásicas, que además agrupaba lenguas de Siberia, China y Norteamérica. Como se puede intuir, estas son teorías marginales cuyo apoyo es limitado. El desarrollo de estos paradigmas bien se merece una entrada propia para no divergir del tema principal.
Respecto a las dos Iberias, no hay una respuesta clara. Se puede deducir que pudo ser una coincidencia favorecida quizás por una limitación del griego para extranjeras. Es algo que ocurre en el lenguaje, como, por ejemplo, en la palabra "vela" que, según su significado, proviene de vigil o velum.
Fuente
- Domínguez-Monedero, A. J. (1983). Los términos "iberia" e "íberos" en las fuentes grecolatinas: estudio acerca de su origen y ámbito de aplicación. Lucentum, 2, 203.
- Schmidt, K. H. (1986). The two Ancient Iberias from the linguistic point of view.
- Andreotti, G. C. (2004). Una contribución a la etnogénesis ibérica desde la literatura antigua: a propósito de la geografía de iberia y los iberos. In Historia y mito: el pasado legendario como fuente de autoridad:(actas del simposio internacional celebrado en Sevilla, Valverde del Camino y Huelva entre el 22 y el 25 de Abril de 2003) (pp. 241-276). Centro de Ediciones de la Diputación de Málaga (CEDMA).
- Moret, P. (2000, November). Sobre la polisemia de los nombres íber e Iberia en Polibio. In Polibio y la Península Ibérica (pp. p-279). Servicio Editorial de la Universidad del País Vasco.
- Cólera, C. B. J. (1998). Sobre los orígenes del vasco. In DIDASKALOS: estudios en homenaje al Porfesor Serafín Agud con motivo de su octogésimo aniversario (pp. 3-30). Departamento de Ciencias de la Antigüedad.