Surcando los mares con la bandera negra

Bandera de Jack Rackham, más conocido como Jack el Calicó

Piratas, desde un punto de vista romántico, hombres que surcan los mares sin ninguna atadura que limite su libertad, desde otro punto de vista más realista, viles delincuentes sin piedad. Muchos han sido los hombres que han surcado los mares llevando la famosa Jolly Roger, bandera con la calavera y los huesos cruzados, luchando por conseguir un gran botín mientras que el gobierno ponía un precio cada vez más alto a sus cabeza. Todos hemos oído hablar de Barbanegra, Barbaroja y Francis Drake, pero estos son solo los más conocidos, lo que no quiere decir que sean los más despiadados ni los que mayores botines hayan conseguido.

En primer lugar, hablemos de Calico Jack, o Jack el Calicó, nombre que debe a la ropa blanca del sur de la India (Calicut) que solía vestir. Como la mayoría, frecuentaba las aguas del Caribe en busca de riquezas. Su fama se debe a que junto a él se encontraban dos de las pocas mujeres piratas conocidas, Mary Read y Anne Bonny.

Anne era desde su juventud una chica rebelde de New Providence, que vivió de manera acomodada y que durante su vida realizó gran cantidad de conquistas amorosas. Estando casada, Anne se enamoró de Jack el Calicó. Sin embargo, no podía ir con él porque se decía que navegar con una mujer a bordo traía mala suerte, por ello se vistió de hombre. Al tiempo de embarcarse, Anne se quedó embarazada de Jack, pero abortó de manera natural, hecho que la afectó y le obligó a volver a New Providence donde la esperaría su marido James, que la acusaba de adulterio. Anne pudo enterarse de esto gracias a los rumores que circulaban por la ciudad, al igual que el complot que amenazaba la vida del gobernador. Anne le avisó del riesgo que corría su vida, por lo que en el juicio de adulterio este fue indulgente. Como castigo, Jack debía pagar el divorcio de Anne y por si, debido al desacuerdo de James con la condena, el gobernador cambiaba de opinión y le daba un castigo más duro, los piratas robaron un barco y reanudaron su actividad.

De nuevo en la mar, encontraron en un barco alemán a un joven de rasgos finos y delicados con el que Anne forjó una algo más que una amistad. Jack, celoso, pidió explicaciones, descubriendo que ese joven era una mujer llamada Mary Read. Con esto se inició un triángulo amoroso entre los tres.

Sobre Mary Read hay mucho que decir. El motivo por el que se vestía de hombre era desconocido, pero el que tiene más fuerza es que se hizo pasar por su hermano muerto para que su madre pudiera recibir la herencia que le correspondía. Así hasta que se casó con un marinero, aunque cuando este murió, volvió a recobrar su costumbre de vestirse como hombre. Después de esto fue cuando se encontró con Jack y Anne cuando abordaron un barco alemán.

Sus vidas como piratas acabaron en Jamaica, en 1720 cuando Jonathan Barnet los capturó. Cuando Jonathan se los encontró, todos estaban ebrios menos las dos mujeres que lucharon con valentía hasta el final. Toda la tripulacion fue condenada a la ejecución, pero Mary y Anne se salvaron alegando estar embarazadas. Antes de que ejecutaran a Jack Rakham, Anne le dijo las siguientes palabras:

Si hubieras peleado como un hombre, no tendrías que morir ahora como un perro

Jack Rakham, justo antes de morir, dijo sus últimas palabras:

Desdichado sea aquel que encuentre mis innumerables tesoros, ya que no habrá barco ninguno que encima pueda cargarlos todos


Mary Read murió de fiebre amarilla en su celda, mientras que Anne fue indultada. Debido a las pocas fuentes fiables que existen sobre las historias piratas, se barajan distintas causas para su indulto. La primera, fue que su padre junto a un procurador enamorado la salvó cuando la noticia de su encarcelamiento llegó a sus oídos. La otra es que el gobernador de Jamaica recibió una amenaza de Bartholomew Roberts, también llamado Bart el negro y uno de los mayores piratas de todos los tiempos, que decía:

Si Anne Bonnye no es liberada inmediatamente será mejor que se preparen desde Port Royal hasta Kingston para el trueno de los cañones de mis barcos

Fuente: Wikipedia: Anne Boony, Jack Rakham y Mary Read.
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1 Comments
  • Lesmoñjut
    Lesmoñjut 25 de junio de 2008, 16:40

    Sorprendente la vida de los piratas de antaño, hoy siguen habiendo piratas sobre todo en Somalia, pero no se parecen en nada a estos, un saludo

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