Inesperada confrontación con miles de indígenas de Papua Nueva Guinea

Esta es la clásica película que muestra la confrontación cultural y que es tan absorbente hoy como hace 20 años.

Cuando Colón y Cortés se aventuraron en el Nuevo Mundo no había cámaras para grabar su primer encuentro con los habitantes de este continente. Sin embargo, en 1930, cuando los hermanos Leahy penetraron en el interior de Nueva Guinea en busca de oro, ellos llevaban una cámara. Por eso ellos grabaron la inesperada reacción de miles de indígenas que no conocían nada más allá de sus valles. Esta es la base de First Contact

Sin embargo, hay algo más extraordinario que las secuencias que se recuperaron. Cincuenta años más tarde algunos de los participantes aún seguían vivos y recordaban vividamente su experiencia única. Los papúes contaron que creían que los hombres blancos eran sus antepasados, que blanqueados por el sol, habían regresado de entre los muertos. Se sorprendieron de los artefactos del siglo XX, como las latas, los fonógrafos y los aviones. También recordaron su lado más oscuro de estos misteriosos seres, con armas devastadoras.

El australiano Dan Leahy describe su temor a que se vieron superados en número por los primitivos observadores que no sabían hablar. Él sintió que tenía que dominarlos por su propia supervivencia y para continuar su búsqueda de oro. First Contact es una de esas películas peculiares que tiene cierto hechizo sobre el público. Humor y patetismo se combinan en una historia clásica de colonización, contada por la gente que estuvo allí.

Traducido de b.m.a.k.a.