¿Qué primates se hurgan la nariz?


El acto de introducirse el dedo o cualquier otro objeto en la nariz, sea por aburrimiento o para picar algo entre horas, se llama rinotilexis. Como los pedos, es más común de lo que muchos quisieran admitir. Aunque muchas culturas rechazan el contacto con productos corporales por motivos higiénicos, es una costumbre ubicua cuya función se desconoce. Se sugiere que las características físicas de nuestro propio moco nos resultan atractivas o su consumo sirva para inmunizarnos ante patógenos, pero no hay ninguna explicación definitiva. 

A menos que se desarrollara múltiples veces de forma independiente, este comportamiento tan frecuente ha debido acompañarnos desde hace millones de años, pues también se observa en otros primates. Está documentado cómo los grandes simios, como los gorilas, orangutanes, chimpancés y bonobos salvajes y en cautividad se introducen el segundo y/o tercer dedo para extraer los apetitosos manjares. También ocurren en monos del Viejo Mundo, como los macacos, o del Nuevo Mundo, como los capuchinos, que, además del segundo dedo pueden ayudarse con un palo. Parecería con esto que este comportamiento estaría demarcado en los haplorrinos, pero el aye-aye (Daubentonia madagascariensis), perteneciente a los estrepsirrinos con los lémures y loris, también se rinde a este placer. En su caso, se introduce completamente el tercer dígito, largo y fino, con el que también perforan la fruta y extraen su alimento, llegándose hasta la faringe.


Aunque se trata de un comportamiento poco estudiado, pudiendo ignorarse muchas especies que lo practican, aquellas que realizan la rinotilexis tienen en común sus habilidades manipulativas finas, es decir, su destreza con las manos. Especies como los aye-aye o los capuchinos destacan por sus habilidades motoras finas dentro de su clado, pudiendo mover sus dedos independientemente, en contraste con otros primates que los mueven en bloque. Por otra parte, la falta de observación impide responder si el comportamiento existe en todas las especies que pueden ejecutarlo, sea porque tienen dedos lo suficientemente largos y finos o pueden manipular herramientas. Es posible que, incluso si no pueden introducirse el dedo, algunas especies puedan hurgarse la nariz con la lengua.

Fuente

  • Fabre, A. C., Portela Miguez, R., Wall, C. E., Peckre, L. R., Ehmke, E., & Boistel, R. (2022). A review of nose picking in primates with new evidence of its occurrence in Daubentonia madagascariensis. Journal of Zoology.

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