El emperador que evitó un asesinato corriendo alrededor de una columna


Las escenas de persecución alrededor de una columna suelen ser cómicas porque en la realidad sería muy estúpido que una persona intentara alcanzar a otra corriendo continuamente en el mismo sentido. A pesar de ello, el intento de asesinato del emperador de Zheng de Qin, futuro primer emperador de la China unificada, fallaría por esta situación absurda.

El relato

Aunque hubo menciones anteriores, el relato más conocido es el presente en el Shiji de Sima Qian. Según este, Jing Ke provenía del estado de Wei y amaba leer y estudiar esgrima, pero no logró conseguir una carrera fructífera. Por ello, viajaba entre estados entablando amistad con hombres poderosos. En el estado de Yan, se hizo amigo de Gao Jianli, un habilidoso músico de zhu (cítara) y de un carnicero de perros, bebiendo y divirtiéndose sin contenerse en el mercado. Tian Guang, uno de los amigos de Ke, le recomendó al príncipe Dan, heredero natural de Yan, que estaba buscando la manera de salvar el estado de Yan de las garras de Qin. Debido a su miedo y odio hacia Qin, rechazó los consejos de su tutor Ju Wu de evitar enfrentamientos y buscó vengarse de las ofensas personales de Qin.

Yan no podía vencer militarmente a Qin, por lo que planeó asesinar a su líder. Con Jing Ke a su servicio, lo aduló con abundantes favores, señalándole como un importante ministro, ofreciéndole carros, rarezas, mujeres y todo lo que deseara. Para lograr la difícil misión de acercarse a Zheng de Qin, planeó entregarle dos regalos muy especiales: la cabeza de Fan Yuqi, un general Qin fugitivo, y el mapa de Dukang, región de Yan, como signo de sumisión. La cabeza de Fan Yuqi se había obtenido con su permiso, pues quería vengarse de Qin por la destrucción de su familia.

El rey mordió el anzuelo y Ke se dirigió hacia Qin pero, a pesar de la insistencia de Dan, prefirió esperar a su compañero. Vestido con ropas blancas de luto, llegaron al río Yi, donde Gao Jianli tocó su zhu y Jing Ke le acompañó entonando un canto fúnebre (bianzhi), avanzando con tristeza que se convirtió en ira. Sin embargo, en Qin, Qin Wuyang deja por miedo a Jing Ke y el rey de Qin descubrió la daga oculta en el mapa. Acto seguido, huyó corriendo alrededor de una columna, incapaz de sacar la espada de su funda. Los cortesanos tampoco ayudaron porque no tenían permitido llevar armas. Por último, los guardias en el piso inferior no podían entrar en la sala del trono sin la orden del rey. Cuando el rey pudo sacar su espada, hirió a Jing Ke, que le arrojó la daga, que se clavó en la columna. Entonces fue retenido por la acción de los cortesanos. 

Antes de morir, Jing Ke aseguró que no intentaba matar al rey, sino amenazarlo con la daga para que cumpliera su promesa de devolver las tierras conquistadas a sus respectivos señores regionales. Con ello, intentó replicar al asesino Cao Mo del estado de Lu, que obtuvo concesiones del señor Huan de Qi.

Posteridad

La resolución de Jing Ke y la capacidad del, por otra, destemplado príncipe Dan de reconocer a alguien digno de realizar su misión fueron motivos de admiración. Una importante razón es que Qin Shi Huang sería recordado como un tirano megalomaníaco que deseaba tener toda China bajo su poder y el estado de Yan simboliza a los territorios pequeños que se rebelan contra los poderosos. No obstante, en el texto, el príncipe Dan se muestra contradictoriamente como alguien ingenuo que dudaba constantemente de la resolución de Jing Ke. Esta representación variaba en otros textos como el Zhanghuo ce, el Huainanzi o el Yan Danzi. Por ejemplo, en este último, al agarrar la manga del rey, Jing Ke enumera los crímenes del rey, dándole la oportunidad de escuchar una de las cítaras, que le indicaba discretamente por dónde escapar.

Fuente

  • Pines, Y. (2008). A Hero Terrorist: Adoration of Jing Ke Revisited. Asia Major, 1-34.

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