Asesinos famosos de la antigua China
Wang Hai (王亥) era un carismático hombre de negocios; de hecho, fue el hombre de negocios que "inventó" el concepto del intercambio hace 3.500 años en China central. Como jefe de la tribu Shang (商), llevó a su gente a domesticar caballos y bueyes para transportar bienes. El intercambio le hizo el hombre más rico de la época. Wang también era un gran bailarín que encandiló a la hija (otros dicen que a la esposa) de otro jefe tribal, quien había le invitado a él y a su hermano. Después del banquete de bienvenida, Wang fue acompañado de vuelta a su habitación por la dama. Pero su suerte estaba a punto de acabarse. En medio de la noche, un guardia se introdujo en su habitación, lo decapitó y desmembró su cuerpo en ocho piezas. Este asesinato es el primero registrado en la historia china.
Pero, ¿por qué lo hicieron? El asesino anónimo no vivió para contar la historia, ya que fue rápidamente capturado y asesinado. Algunos creen que era simplemente un novio celoso de la chica con la que Wang se acostó, pero la explicación más probable afirma que el anfitrión o su envidioso hermano ordenaron el ataque. En este caso, el asesino tuvo un papel menor, pero siempre que haya poder y beneficio, habrá necesidad de las habilidades de un asesino.
Pocas veces estos misteriosos asesinos encapuchados han hecho historia; aunque algunos incluso han demostrado valor, caballerosidad y heroísmo. Zhuan Zhu (专诸) fue uno de esos asesinos a final del periodo de Primaveras y Otoños (770 a.C.-476 a.C.) que sirvió al príncipe Guang (公子光) del estado de Wu (吴国 ). El príncipe trató a Zhuan y su madre con respeto y amabilidad, por lo que Zhuan decidió ayudar al príncipe a reclamar el trono asesinando a su primo, el rey en aquella época. Este rey en particular se mostraba muy cauto para evitar su asesinato, por lo que Zhuan estudió para ser cocinero real, especializandose en pescado a la parrilla, el favorito del rey. Durante un banquete real, Zhuan escondió una fina y pequeña espada dentro de un pescado,y, cuando estaba presentando su plato al rey, la sacó y lo apuñaló. Zhuan fue asesinado en el lugar por los guardias reales, pero su deseo se hizo realidad: el príncipe tomó el trono y se convirtió en el famoso rey Helü (吴王阖闾), uno de los cinco grandes gobernantes de la época. La lealtad de Zhuan al príncipe se revelaba en el credo chino del asesino: 士为知己者死 (Shì wéi zhījǐ zhě sǐ, es honorable morir por la gente que reconoce y aprecia tu valía).
Sin embargo, para Jing Ke (荆轲), quien puede ser el asesino más famoso, aunque no exitoso, de la historia china, la lealtad y el compromiso necesitaban de algo más que simplemente aprecio. A finales del periodo de Reinos Combatientes (475 a.C.-221 a.C.). cuando el estado de Yan (燕国) fue amenazado por el poderoso estado de Qin (秦国), Jing, un diestro guerrero, fue recomendado al príncipe de Yan. Entonces el príncipe compartió su carruaje, ropas y comida con Jing para mostrarle su aprecio, esperando que mataría al rey de Qin. Durante dos años, Jing disfrutó de todos estos lujos sin intención de devolver su deuda. Pero justo cuando el estado de Qin estaba contra las cuerdas, ofreció un plan para asesinar al rey de Qin. El príncipe y sus amigos fueron a ver a Jing a la orilla del río Yishui, donde se despedirían. Él cantó:
风萧萧兮易水寒,壮士一去兮不复还!(Fēng xiāoxiāo xī Yìshuǐ hán, zhuàngshì yī qù xī
bù fù huán! ¡El viento susurra y el agua fluvial es fría, iré a mi viaje sin retorno!)
Con la cabeza del general desertor de Qin y un mapa, Jing viajó a la corte de Qin fingiendo ser un mensajero ofreciendo la rendición. Haciendo como si se rindiera para acercarse al rey, Jing desenrolló el mapa y sacó una daga envenenada. Intentó agarrar la manga del rey y apuñalarle en el pecho. Pero la manga se rompió. Con la oportunidad perdida y el caos asegurado, el rey tenía ahora la sartén por el mango, por lo que apuñaló a Jing con su espada poniendo fin a su fallido asesinato. Ese mismo rey Qin, no solo terminó conquistando Yan, sino los otros cinco estados, convirtiéndose en el mayor poder del país. También fue el primer hombre en llamarse emperador, Emperador Qinshihuang (秦始皇). Aunque Jing no consiguió cambiar la historia, es admirado por su valor y su intento en solitario de salvar a su estado adoptivo.
Con las leyendas de logros heroicos, a veces los asesinos fueron idealizados. En la ficción, hubo algunas asesinas legendarias como Nie Yinniang (聂隐娘), la heroína en la novela de Pei Xing (裴铏) en la dinastía Tang (618-907). Era la hija de un general que fue secuestrada por una monja budista a los diez años y entrenada para ser asesina. A pesar de todos los registros de asesinos en la antigua China, se conoce poco de la mayoría. Sus motivos, vidas personales e incluso las consecuencias de sus acciones se mantuvieron ocultas y es esto, quizás, lo que más nos intriga. Después de todo, los mejores asesinos son aquellos que no ves.
Fuente: The world of chinese