La verdadera identidad de los berserkers
Los berserkers se visualizan como guerreros desprotegidos en frenesí que, a través de la ira, obtienen capacidades extraordinarias para la batalla. Se han convertido por ello en parte del paradigma de los antiguos nórdicos, pero hoy en día surge la duda sobre sí hemos entendido realmente qué eran, pudiendo ser algo totalmente diferente.
Etimología
Por otra parte, Úlfheðnar está compuesto por ulfr ("lobo") y héðinn ("capa de piel").
¿Qué es un berserker?
Es habitual que se suela concretar que los berserker eran guerreros nórdicos que, por el método que fuera, se inducían una rabia que los hacía invulnerables y grandes guerreros, que se lanzaban a la batalla sin armadura y con actitud salvaje, sin distinguir entre amigo y enemigo. En la historia ha habido muchas figuras similares. En Asiria, el rey Tukulti-Ninurta I (1244-1208 a.C.) pidió un poema épico para conmemorar su victoria contra los hititas, donde sus guerreros marcharon furiosos y sin armaduras ni ropas contra sus enemigos, que fueron cegados y aterrorizados por los dioses. Aunque sería una actitud contraproducente en la guerra, es un arquetipo que ha surgido independientemente en varios pueblos durante la historia, como los quachics aztecas.
En una lectura superficial, parece ser que realmente existían tales guerreros,
pero cuando se hace en profundidad se descubre algo que incapacita esta
definición tan simplista: no había un solo tipo de berserker, sino que fueron
divergiendo con los siglos, cuando dejaron de ser personajes contemporáneos y
pasaron a ser personajes literarios.
Tenemos textos y hallazgos arqueológicos previos y posteriores a la era vikinga (793-1066 d.C.) donde se mencionan a estos guerreros o a personas que cumplen sus características. En los textos islandeses eran especialmente populares. Lo que se observa es que en la Edad Media divergen distintos tipos de berserker.
Guerrero disciplinado
La primera mención explícita ocurre en el Haraldskvæði de finales del siglo IX o comienzos del X. Celebra la victoria de Haraldr Hárfagri poco después de la batalla de Hafrsfjordr (872~900), donde lucharon los berserkir del rey, a los que llama úlfheðnar. Eran guerreros confiables, que luchaban codo con codo, formando un muro con lanzas y escudos ensangrentados y aullaban. En el c. 983, Viga-Styrr Þorgrímsson mencionó en un lausavísa que mató y enterró a un berserker. En la Edda poética, aparecen únicamente en Hárbarðsljóð (s. IX-X) y Hyndluljóð (s. X-XII). En el primero, en una discusión entre Odín y Thor, este último asegura que mató a esposas de berserkir en Hlésey, sugiriéndose que es una forma de referirse a las olas tormentosas. De esta manera, se compararían a los berserkir con los jötnar, indicando su ferocidad. En el segundo, se indica que Óttar es heredero de Angantýr, conocido berserkr en varias sagas. En este se vuelve a mencionar que son ruidosos, aullando y gritando al unísono.
En estos textos más antiguos, se muestra un guerrero temible del rey pero capaz de mantener la formación, participando en prácticas como los aullidos, que podrían amedrentar al enemigo y envalentonar a los guerreros.
Invulnerabilidad
Fuego
Snorri nos indica que ni el fuego ni el hierro pueden dañarlos, como se afirma Vatnsdœla saga o en Njáls saga, donde Ótryggr pierde su invulnerabilidad porque el fuego ha sido consagrado por el misionero cristiano Þangbrandr. En Hrólfs saga, Hrólfr debe sentarse el mayor tiempo posible junto al fuego para demostrar que no le teme, usándose como una prueba. Es posible que formara parte de un ritual o se desarrollara como una prueba de valor para demostrar resistencia a aquello a lo que se iban a enfrentar.
Filos
En las sagas caballerescas e islandesas, su invulnerabilidad a las hojas hacen
que sean asesinados a palos o a mordiscos en la garganta. En
Ólafs saga helga del Heimsrkingla, Þórir es invulnerable a las
espadas en donde lleve la piel de reno, pero Óláfr consigue hacerle daño con
sus puños en donde no le cubre. En guerreros reales, las pieles efectivamente
habrían favorecido las armas contundentes frente a las de filo.
Mirada desafiladora
En Droplaugarsona, Grímr llevaba dos espadas porque Gauss podía hacerlas romas con su mirada. Este es un motivo recurrente similar a la caza lapona de osos, donde el segundo arma solo se mostraba para dar el golpe letal y así evitar que perdiese el filo. No obstante, con los berserkers no se oculta el arma. Esta habilidad de desafilar la posee Odín en el Hávasmál.
Morder escudos
Antes de combatir, mordían los bordes del escudo. Es una costumbre definitoria
de estos guerreros y que apenas tiene variaciones. Podría estar relacionado
con el aullido.
Aullar
El aullido no es exclusivo de estos guerreros, pero es otro de los rasgos
definitorios. Se supone que aullaban como perros y lobos y ocasionalmente el
bramido de un toro. Sea o no un berserker, cuando se menciona a un guerrero
aullando, se asocia con una fuerza sobrehumana. En
Ásmundar saga kappabana, es la espada de Hildibrand la que aúlla,
negándose a envainarse. Esto le otorga una naturaleza animal, incluso para
mofarse de ellos o deshumanizarlos.
En Germania, Tácito hablaba de guerreros germánicos con cantos y gritos de guerra al comienzo de las batallas para aumentar su valor, levantando sus escudos hasta sus bocas para amplificar el tono ronco de sus cantos. No se puede saber si esto desembocó en morder los escudos o si realmente era una táctica acústica malinterpretada, como indica el Hávamál, que "cantan bajo los escudos", probablemente formulando conjuros. León el Diácono contaba que, en la campaña del emperador bizantino del 971, los Rus atacaban a los romanos bramando como si estuvieran poseídos. En los nórdicos, no se indica que ocurra durante la batalla, pero pudo ser un fenómeno similar.
Espuma en la boca
En unas pocas ocasiones, se asegura que tenían espuma en la boca, pero pudo
ser una caracterización para compararlos con los perros rabiosos.
Furia del berserker
Una característica que se ha considerado fundamental de estos guerreros es el berserksganr, traducido habitualmente como "furia del berserker". No obstante, -gangr significa "caminar, movimiento", por lo que debió ser una forma de actuar al moverse. En Egils saga, se describe que mordían el escudo y aullaban, un recurso usado en la literatura para indicar la muerte del berserker. A pesar de ello, se establece que, o estos eran los signos de un estado alterado o los medios para llegar a él.
El teólogo sueco Samuel Ödmann razonó en 1784 que, como los chamanes siberianos, estos guerreros debían haber consumido falsa oronja (Amanita muscaria) para entrar en éxtasis, con enrojecimiento de la cara y temblores en los miembros. Esta teoría fue rechazada en 1928 por Fredrik Grøn, que consideró que el estado estaba inducido por las actividades agresivas de un grupo psicopático. Ambas teorías estuvieron en conflicto, incluso probándose distintas dosis de bufotenina a convictos para observar sus reacciones. No obstante, aunque pudieran replicar algunos síntomas, las nauseas las habrían incapacitado para el combate y los efectos tardarían demasiado en aparecer.
El teólogo noruego Hans Jacob Wille, contemporáneo a Ödmann, propuso el emborrachamiento con cerveza. Sin embargo, además de las distintas reacciones que puede generar, en los textos el alcohol se toma en contextos sociales y estos lo beben hasta cansarse, sin entrar en un estado violento.
Otra posibilidad es que fuera una enfermedad, como la epilepsia, la rabia o la enfermedad de Paget. La epilepsia podría ser lo que afectase a Þórir Ingimundarson, pero este se curó con ayuda divina. Incluso en los pocos casos donde pudiera encajar, se trata de una enfermedad debilitante que no proporciona una ventaja en batalla y los nórdicos ya tenían otros términos para referirse a ella. La opción de que Egill Skallagrímsson sufriera la enfermedad de Paget, especialmente si esta fuera la causa del berserksganr, parece improbable, pues implicaría a grupos de guerreros con la misma condición. Por otra parte, aunque el comportamiento, el rechinar de dientes, la espuma en la boca, los aullidos y las convulsiones puedan ser propias de la rabia, también pueden ser una metáfora de su ferocidad.
También se han señalado a condiciones psicológicas por la época violenta, con un conjunto de patologías desencadenadas por el estrés, el esfuerzo físico y la visión de sangre que llevarían a episodios psicóticos o sociopáticos. De esta manera, serían grupos liderados por el más irracional y psicótico habrían sido capaces de actuar sin las limitaciones de las normas sociales, especialmente en grupos de berserkers forajidos.
En soldados que sienten que no tienen escapatoria a la muerte y no tienen nada que perder, se ha observado que atacaban hasta matar a todos o morir en el intento. Estos pierden el control, sintiéndose más poderosos, aliviando su dolor con el que propinan y desponjándose de las protecciones que pudieran frenarlos. Estos acababan sufriendo una forma violenta de trastorno de estrés postraumático. A pesar de ello, el contexto social.
Por último, se propone la opción de prácticas chamánicas, pero los berserkers no tienen una conexión religiosa, salvo los hombres de Odín, que actúan como tales pero, irónicamente, no son llamados berserkers. Adicionalmente, se encuentra con los mismos problemas que el consumo de falsa oronja.
No se puede descartar el componente cultural, donde fuera un comportamiento para envalentonarse y mostrar superioridad, similar al haka maorí. Esto se correspondería con la etimología de berserksganr, que no implica un frenesí, sino una forma de moverse, es decir, una preparación donde no hay una alteración mental. De hecho, en Grettis saga, Grettir consigue atacar por sorpresa a Snækollr mientras aullaba y mordía su escudo.
Iniciación
A partir de los textos, se deduce que formaba parte de un culto guerrero con una relación especial con Odín. De hecho, aunque no son descritos como berserkers a pesar de actuar como tal, en el Heimskringla se habla de los hombres de Odín que atacaban furiosos como lobos u perros salvajes, aullando y mordiendo los escudos, siendo tan fuertes como osos o toros. En la incorporación de nuevos miembros, el sujeto es apartado de su hogar, debiendo vivir al margen, pero vuelve a ser aceptado al vencer a una amenaza que, en muchas ocasiones, es un berserker. Parece que, más que un guerrero feroz y cegado, podrían haber pertenecido al séquito real, requiriendo superar un desafío ritual para ingresar en él.
Cambiaformas
Los berserkir y los úlfheðnar se han asociado con la transformaciones en animales, de forma similar a la licantropía, aunque esta no parecía existir en este contexto, siendo vargulfr un neologismo usado una única vez. El significado de los términos para referirse a la transformación fue cambiando. Aunque hay casos en la literatura, como Sigmundr y Sinfjötli, que se transforman en lobos, o Böðvarr Bjarki, que lo hace en oso, para el siglo XIII, se entendía que las pieles de animales reforzaban la naturaleza salvaje, volviéndolos temibles, sin una transformación física. En los textos, como las fylgjur y hamingja, la transformación podía ocurrir al dormir, tomando el espíritu otro cuerpo, como Bjarki hizo en trance. En definitiva, en la transformación el usuario se asalvajaba, como indican las expresiones taka á sig vargham ("vestir la piel de un lobo") y sýna úlfs ham ("aparecer en piel de lobo").
Aunque entre los berserkir había muchos nombres relacionados con osos (bjǫrn) y lobos (úlfr), estos eran igualmente comunes entre la población noruega e islandesa.
Funciones
Los berserkir se podrían dividir en varias categorías no excluyentes:
Séquito real
Guerreros de élite respetados y temidos que luchaban en nombre del rey en las posiciones más peligrosas de la batalla, normalmente en la vanguardia, siendo la función más antigua y estando presente en Gesta Danorum. Como se menciona en el Skáldskaparmál, un rey podía contratar a los berserkir de otro. Con el cristianismo pudieron perder su prestigio, generando al personaje marginal y problemático.
Problemáticos
Desafiador en el salón
Normalmente llegan como un intruso no invitado por Yule, entrando en un salón solos o en grupo para empeorar las vidas de la gente. Mientras tienta a los presentes a desafiarlo, el héroe marginado logra vencerlo en un duelo y se gana el respeto de sus compatriotas.
Gran duelista (hólmgǫngumaðr)
Guerreros que desafían a los granjeros para quedarse con sus granjas, mujeres o hijas. El héroe lucha en su nombre y lo derrota, ganando la propiedad y una esposa. Admite variaciones, como en Egils saga, donde Egill lucha contra Ljótr y le pide al Friðgeirr que se quede con la riqueza de este. En Noruega, estos duelos por la propiedad eran una realidad y se usaban para zanjar desacuerdos. El rol de los berserkers en estas leyendas, aparte de mostrar un rival notable, podría partir de su defensa del rey, en cuyo nombre podían luchar como campeones.
Vikingo
Grupos de guerreros saqueadores que incluso pueden estar al servicio de un rey, usando esta actividad para obtener riquezas adicionales o actuar como corsarios para este, enriqueciendo a su monarca o empobreciendo a otro.
Cristiano
En unas pocas traducciones noruegas de obras extranjeras, se mencionan a
berserkers, ya sea como antepasados, duelistas, campeones que luchan en nombre
de otros o para describir a una persona que resiste a unos males, como en
Barlaams ok josaphats. Esta, traducción de Barlaam y Josafat, que se
basa en la vida de Buda, el cristiano Antonio es referido como un berserker
por su resistencia ante los demonios, así como Josafat, descrito como el joven
berserker de Dios.
Blámenn
Hay personajes como Hreiðars de Hreiðars þáttr, que tiene gran
fuerza, o Þorgrímr de Hávarðar saga Ísfirðings, que es inmune
a la espada de Atli y es mordido en el cuello, como hizo Egill a Atli en
Egils saga, que no son descritos como berserkir a pesar de
compartir características. Los blámenn (sing. blámaðr;
hombres negros/azules), como se referían a los africanos o habitantes de
Oriente Medio, eran personajes tipo que ocupaban el papel de villano, como los
berserkir. Estos podían aullar y atacar de forma salvaje, con gran
fuerza, pero solo aparecen en tres sagas islandesas del siglo XIV. Para
entonces, los berserkir, que habían gozado de gran popularidad en
estas, ganaron protagonismo en las sagas caballerescas y de tiempos antiguos.
Sin embargo, tras alcanzar la cima en este siglo, los
blámenn comenzaron a ocupar sus roles, pudiendo ayudarse del color de
su piel para asociarse con la diosa Hela.
Fuente
- Dale, R. T. D. (2017). Berserkir: a re-examination of the phenomenon in literature and life. Double Issue, 113(1), 192.