¿Qué se supone que es Capricornio?

Capricornio nadando entre las estrellas.

En el zodiaco hay animales, personas, una balanza y un centauro. Es un grupo bastante mixto, pero entre ellos está Capricornio, que puede ser una simple cabra, una cabra con cola de pez o en una concha de caracol. Es un híbrido como Sagitario, pero ¿qué es?

Origen mesopotámico

Sello cilíndrico del 2100-2000 a.C. con Enki entronizado y suhurmasu a sus pies. (B.M. 103232).

Capricornio es un signo que se ha mantenido inalterado desde la época sumeria, apareciendo sobre los sellos acadios con otros símbolos estelares o a los pies del dios Enki/Ea, a veces con la mitad posterior detrás de un santuario, con un cetro con cabeza de carnero en el dorso o, en su lugar, una tortuga. Su descripción en textos sumerios como una criatura acuática real sugiere la posibilidad de que fuera una foca. Como suḫurmašû, su aspecto era el de una cabra cuya mitad posterior era de un pez, con escamas que, si era posible representar, llegaban hasta el cuello. Una de las patas estaba flexionada bajo el cuerpo, mientras la otra se extendía por delante. La variedad residía en la cabeza y los cuernos, donde podía mostrarse con una prominente barba. Su relación con símbolos estelares y su postura fijada sugieren su naturaleza estelar desde una época temprana, pues su posición dependería de las estrellas que conformaban su constelación. Esta quedaría registrada en el catálogo estelar babilonio MUL.APIN, compilado en torno al 1000 a.C., con el nombre del pez-cabra o cabra-carpa (MULSUḪUR.MAŠ, donde "Mul" significa "estrella"). 

Por entonces, su importancia había crecido, mostrándose sin dios asociado y como una figura central. Se ligaba con el solsticio de invierno y, a través del concepto astrológico de la exaltación, con Marte y, en consecuencia, con el señor del inframundo Nergal, que también estaba ganando popularidad.

Siendo junto con la tortuga una criatura íntimamente asociada a Enki/Ea, señor de los encantamientos y las aguas subterráneas (abzu/apzû), actuó como protector en conjuros y en figuras en las entradas. Esta era una posición que compartía con el kulullû (pez-hombre) y, en menor medida, con la kuliltu (pez-mujer), con quien podía emparejarse. Estos eran criaturas de las aguas subterráneas que dominaba el dios y que, mediante su pureza, permitía purgar el mal.

De Egipto a Roma

Techo de Dendera, donde se ve al pez-cabra con un dios encima y al equivalente de Sagitario al lado.

El pez-cabra estuvo presente en la astrología egipcia desde, al menos, el 250 a.C., cambiando únicamente las deidades con las que estaba asociado y prescindiendo de símbolos adicionales, como se puede ver en el templo de Dendera o de Jnum en Esna del periodo ptolemaico. En este periodo se transmitirían las constelaciones al mundo griego y, con la incorporación al imperio, al romano. El uso más frecuente de esta imagen iría acompañado de nuevos atributos, como rasgos de antílope o unicornio en la mitad anterior.

Hombre en el mar sobre cabra marina. A la derecha, hombre tallando un ala.

Situado entre Quirón y Ganímedes, en los mitos griegos se decía que Egipán ayudó a Hermes a recuperar los tendones de Zeus, huyendo de Tifón saltando al Nilo, donde su cabeza, por encima del agua, se quedó como la de una cabra y el resto se convirtió en pez, volviéndose un aigikampos. En otro mito, Pan sugirió a los dioses convertirse en bestias para evitar a los titanes, convirtiéndose en cabra. Según Ovidio e Higino, es la cabra Amaltea que amamantó a Zeus. Eratóstenes de Cirene decía que esta era la madre de Capricornio, estando ambos ligados a la cornucopia, razón por la que podía representarse con esta como la mitad posterior. Los romanos interpretaron que las almas de los difuntos llegaban al cielo a través de Capricornio y que este ayudó a Zeus en la titanomaquia.

Capricornio con la cornucopia en la mitad posterior.

Al convertirse en ayudante de Zeus, las imágenes de Capricornio como amuleto apotropaico fueron muy comunes en la península itálica en el siglo I a.C. No obstante, sería el emperador Augusto quien impulsaría su presencia en las monedas, considerándolo su signo, aunque él realmente era Libra. Posiblemente se debió a su asociación con la renovación, utilizándolo como símbolo del nuevo régimen, o la fecha en la que declarado Augusto por el senado. Su influencia separó a Capricornio de la cornucopia en las imágenes, que podía representarse como una concha de caracol. A pesar de ello, las monedas con Capricornio como una serpiente marina continuaron hasta el siglo III d.C.

Cristianismo y Renacimiento

Ilustración medieval de una cabra blanca entre las estrellas.

Como expresaba Zenón de Nicomedia, el cristianismo condenó a Capricornio por ser compañero del diablo y simbolizar los pecados, en contraste con Aries, que relacionaba con Cristo. Esta condena hace olvidar el antiguo significado de Capricornio, pero los astrólogos le dan otros usos, asociándolos con las estaciones, el zodiaco o trabajos estacionales. En algunas ocasiones, bajo influencia oriental, sus grabados podían presentar alas de ave. Desde el Renacimiento en adelante, se recordaría su posición respecto a Augusto y su función protectora.

Resumen

En conclusión, desde hace 5000 años, el signo de Capricornio fue un pez-cabra. El primer milenio antes de nuestra era vería crecer su reputación y, a través de Egipto, entraría en la cultura grecorromana. De esta manera, su cola de pez fue transformándose en la de un cetus y, posteriormente, en la de una serpiente marina. Su mitad anterior adquiriría rasgos de unicornio o antílope, mientras su asociación con figuras de los mitos grecorromanos le darían un cuerpo completo de cabra, como Amaltea, o una concha, que sería la cornucopia.

Fuentes

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