La hormiga viviente más primitiva

Nothomyrmecia-macrops cazando a un psílido.

Las abejas y las hormigas evolucionaron de avispas del barro ancestrales. Tras cientos de millones de años, las hormigas se han diferenciado, especializándose para dominar casi toda la Tierra, pero en Australia existe una especie próxima a considerarse un fósil viviente.

Se trata de las hormigas dinosaurio (Nothomyrmecia macrops) descubiertas en 1931 al sureste de Australia occidental y que, al ser nocturnas y ocultarse en invierno, cuando era más viable buscarlas sin sufrir por el Sol abrasador, no fueron redescubiertas hasta 1977 en Australia meridional. Se trata de las hormigas con los rasgos más primitivos, relacionadas con las hormigas bulldog, tanto las gigantes existentes en Australia (Myrmecia) como aquellas atrapadas hace más de 20 millones de años en el ámbar báltico (Prionomyrmex), y las hormigas Archimyrmex piatnitzkyi, encontradas en fósiles de 48 millones de años en Argentina.

En consecuencia, son hormigas con unos hábitos particulares. Para empezar, una hora después de caer la noche, salen las obreras. No son muchas, pues en el hormiguero, que apenas alcanza 1 metro de profundidad, contienen unas 200 de ellas. Cada una trabaja en solitario, acercándose a los árboles cercanos, como los mallee rojo (Eucalyptus oleosa). Estos son clave en su navegación, pues se cree que el contraste de sus copas bajo el cielo nocturno les sirve para orientarse, siendo hormigas que dependen de su vista, aunque son ciegas a la luz diurna. Cada una caza a insectos, principalmente heminópteros (hormigas, abejas y avispas) y dípteros (moscas), con algún coleóptero (escarabajo) o lepidóptero (mariposa o polilla) ocasional. Agarran a su presa con sus potentes mandíbulas y les pica repetidamente con su potente aguijón hasta matarla. Las cazadoras exitosas vuelven pronto, pero el resto no regresa hasta el alba. El botín queda acumulado en el fondo del hormiguero.

Aguijón de Nothomyrmecia macrops

En cuanto a las reinas, con pequeñas alas cuando son vírgenes, no tienen una diferencia de tamaño acusada con las obreras y, de hecho, también recolectan alimento antes de comenzar la colonia. Esto podría sugerir que se trata de hormigas monogínicas, pero tan solo la reina lo es, mientras la colonia es poligínica. Cuando la reina muere, será sustituida por una de sus hijas reproductivas. Puede que no ocurra inmediatamente, siendo aún un huevo a la muerte de su predecesora. Mientras tanto, en este periodo, las obreras pueden producir machos. Cuando la nueva reina tenga a sus hijas, inicialmente habrá obreras que sean hermanas de esta y otras que sean hijas. Es decir, entre las obreras habrá tías y sobrinas. No obstante, como la reina se aparea varias veces, no todas compartirán padre. Ahora bien, aunque una colonia puede tener varias reinas simultáneamente, incluso como fundadoras, una será dominante y las obreras podrán expulsar repetidamente a las otras.

Fuentes

  • Branstetter, M. G., Danforth, B. N., Pitts, J. P., Faircloth, B. C., Ward, P. S., Buffington, M. L., ... & Brady, S. G. (2017). Phylogenomic insights into the evolution of stinging wasps and the origins of ants and bees. Current Biology, 27(7), 1019-1025.
  • Taylor, R. W. (2009). Box 2.1 The remarkable rediscovery of the Dinosaur Ant, Nothomyrmecia macrops. Ant Ecology, 23.
  • Sanetra, M., & Crozier, R. H. (2002). Daughters inherit colonies from mothers in the'living-fossil'ant Nothomyrmecia macrops. Naturwissenschaften, 89, 71-74.
  • Hölldobler, B., & Taylor, R. W. (1983). A behavioral study of the primitive ant Nothomyrmecia macrops Clark. Insectes Sociaux, 30(4), 384-401.

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