Éxtasis con la terapia del punto G

Fue eludido durante siglos por amantes, pero en febrero confirmamos por primera vez que el esquivo y casi mítico punto G existía gracias a unas ecografías.

Emmanuele Jannini de la Universidad de L'Aquila en Italia descubrió claras diferencias anatómicas en las mujeres que dicen tener orgasmos vaginales - provocada por la estimulación de la pared vaginal frontal sin ningún tipo de estimulación simultánea del clítoris - las que no lo tienen. Al parecer, la clave es que las mujeres que tienen el orgasmo con penetración tienen un tejido más grueso entre la vagina y la uretra, lo que significa que una simple exploración puede deparar la suerte de las que lo tienen de las que no lo tienen.

Lo mejor es que Jannini tiene pruebas de que las mujeres que tienen este tejido más gruesos pueden ser enseñadas a tener orgasmos vaginales. Las ecografías realizadas en 30 mujeres desvelaron que solo 8 tenían el punto G, y cuando se les preguntó si tenían orgasmos vaginales durante las relaciones, solo 5 respondieron que sí. Sin embargo, cuando las tres restantes se le mostró donde tenían el punto G y como estimularlo, dos de ellas descubrieron el placer de los orgamos vaginales. "Está demostrado que, aunque aún no firmemente, su uso (de las ecografías vaginales) en el aprendizaje de los orgamos vaginales", comenta Jannini.

Desgraciadamente, ninguna de las que no tuvieron orgasmos vaginales lo experimentaron antes o después de las pruebas, por lo que se tendrán que conformar con los orgasmos tradicionales. Los resultados se presentaron en Roma en Noviembre en la Sociedad Italiana de Andrología y Medicina Sexual.

Jannini está investigando si las mujeres retraida son más propensas a tener puntos G, ya que tienen niveles más elevados de testosterona, hormona que se cree que influye en el clitoris y en el punto G.

La cuestión es si las mujeres con un punto G pequeño pueden aumentarlo con la practica. Jannini es optimista: "Estoy totalmente de acuerdo con que el uso hace al órgano. Espero que aumente con una mayor frecuencia de uso". Por lo tanto, tal vez la única forma de sacar partido al punto G, si lo tienes, es con la práctica.

Fuente:NewScientisc (Linda Geddes)