Fenómenos atmosféricos con nombres de leyenda

En el hombre ha residido siempre una mezcla de temor y admiración por los rayos. Su sonido es un signo inequívoco de una tormenta y, en los albores de la humanidad, se relacionaba con espíritus malignos, sobrenaturales, y con hechos inexplicables. Pero en la actualidad los rayos prácticamente no esconden misterios. Lo que quizás muchos no conozcan es lo que ocurre por encima de ellos.

Durante el siglo pasado, los pilotos que sobrevolaban una tormenta veían luces que desaparecían en tan solo unas décimas de segundo. Los meteorólogos ignoraban a los pilotos. Sin embargo, el 6 de Julio de 1989 , John R. Winckler y sus compañeros de la Universidad de Minnesota dieron con la primera evidencia visual. Estos fenómenos recibieron muchos nombres, hasta que en 1993 se les denominó espectro rojo (Sprites), ya que no se conocía qué los originaba, además de en honor a Puck, de Sueño de una noche de verano de William Shakespeare.

Estos fenómenos suceden en las capas superiores de la atmósfera y se asocian a las tormentas eléctricas. Junto con los elfos, chorros azules, hadas, gnomos, trolls y halos, constituyen los eventos luminosos transitorios (TLEs por sus siglas en inglés).




Espectro rojo

Para empezar están los espectros rojos, grandes y débiles destellos luminosos que aparecen sobre tormentas activas, coincidiendo con los rayos positivos que alcanzan el suelo. Su estructura y tamaño son variados. Desde pequeñas manchas alargadas, en solitario o en grupo, a brillantes grupos que se extienden sobre la cima de las nubes a altitudes de 95 km. Generalmente son rojos-anaranjados, apreciándose unos pocos milisegundos. La zona más brillante está en los 65-75 km de altura. Por encima, predominan tenues resplandores rojizos  que se extienden hasta los 90 km. Por debajo, estructuras filamentosas azules que se extienden hasta los 30 km. Algunos fenómenos se pueden extender horizontalmente hasta 50 km o más. Sus formas recuerdan a medusas, zanahorias o columnas. Debido a su poco brillo superficial, solo se han registrado por la noche, principalmente con cámaras de alta sensibilidad, aunque si nos hemos adaptado a la oscuridad, se pueden ver sin problemas.

Se han visto en América, Europa, Zaire, Australia, el mar de Japón y Asia. Gracias a las cámaras de alta velocidad, capaces de captar 10.000 fotogramas por segundo, se ha visto que son grupos de pequeñas bolas de ionización que alcanzan los 80 kilómetros de altura, bajan a una velocidad 10 veces menor a la de la luz, seguidos unos milisegundos después por un conjunto de bolas de ionización ascendentes.

Investigaciones de la Universidad de Houston en el 2002 indican que los rayos negativos forman "sprites halos" de un milisegundo, que preceden a los espectro rojo (Sprites).

Chorros azules

Este fenómeno óptico con forma de cono surge de los cumulonimbos a 100 km/s, desvaneciéndose en pocas décimas de segundo en la zona inferior de la ionosfera (40-50 km), aunque a diferencia de los espectros rojos, no están relacionados directamente con los rayos nube-tierra . A pesar de los avistamientos de pilotos e avión, no fueron documentados hasta 1994.

Son más brillantes que los espectros rojos, además de tener un tono azulado. Se cree que su color se debe a las líneas de emisión azules o próximas a las ultravioletas producidas por las moléculas neutras e ionizadas de nitrógeno.

Existen variantes menos comunes, como los "blue starters", que solo alcanzan los 20 kilómetros pero son más brillantes, y los chorros gigantescos (gigantic jets), documentados en el 2002, produciéndose en tormentas oceánicas.

Los trolls, también observados recientemente. Se parecen a los blue jets, pero son rojos y parecen ocurrir cuando las zonas bajas de los espectros rojos más grandes se extienden hasta las nubes.

Los gnomos (Gnomes) podrían ser una manifestación diferente de los blue starters, aunque con una forma más compacta por encima de las cúpulas de convección.

Las hadas (Pixies) son puntos de menos de 16 milisegundos de duración, en la superficie de las cúpulas de convección que producen los gnomos.

Los elfos (Elves, Emissions of Light and Very Low Frequency Perturbations From Electromagnetic Pulse Sources) suelen aparecer como resplandores tenues, planos y en expansión de unos 402 km de diámetro que generalmente duran un milisegundo. Ocurre en la ionosfera, a 97 km del suelo, por encima de las tormentas eléctricas. Su color era un enigma, pero se cree que tiene un tono rojo. Fueron grabados por primera vez desde un transbordador, en la Guyana francesa el 7 de Octubre de 1990.

Hay muchas fotos, más que nada de espectros rojos, los más comunes. En Sky-fire.tv hay una galería en donde se pueden ver espectros rojos (son los más comunes), chorros azules, rayos ascendentes y elfos: Galería

Si te ha gustado, quizás quieras leer sobre las Fulguritas, los rayos petrificados.

Más información en:
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1 Comments
  • Andrés
    Andrés 20 de febrero de 2010, 20:44

    Muy interesante, no conocía estos fenómenos, y es muy curioso leer los nombres que les han dado.

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