Una pequeña guía para ser disparado en la cabeza

Supongo que la mayoría conocerá la noticia sobre el tiroteo en Tucson. En él, la congresista Gabrielle Giffords recibió un disparo en la cabeza, pero a pesar de eso, sobrevivió. La cuestión es, ¿cómo?


Una de las cosas más sorprendentes sobre el cerebro es que gran parte de él no es esencial. La bala pasó a través de la corteza cerebral izquierda de Gifford, varias zonas son responsables de mover el lado derecho del cuerpo, ver y escuchar desde la derecha, y, en la mayoría de la gente, el lenguaje. Pero la única parte del cerebro que necesitas para vivir es el tronco del encéfalo, que forma la parte superior de la médula espinal.

La principal razón por la que necesitas el tronco del encéfalo es porque controla la respiración. También controla el ritmo cardíaco y la presión sanguínea, pero el corazón bombea por sí mismo, sin ninguna inervación del cerebro: el cerebro solo ajusta el ritmo. Respirar, sin embargo, está controlado directamente por varios núcleos del tronco cerebral, y si paras de respirar, tu sangre se quedará sin oxígeno y morirás (sin ventilación artificial).

Puedes sobrevivir a cualquier lesión siempre que sea en otra zona del cerebro. Por supuesto, podrías desangrarte por la herida, o contraer una infección; también está el riesgo de un edema cerebral que puede ser fatal si comprime el tronco cerebral (entre otros problemas). Por eso los médicos han quitado gran parte del cráneo de Gifford para darle espacio para el cerebro.

Pero el tronco cerebral puede hacer mucho por si solo. En los inicios de la neurociencia, existía la moda de descerebrar animales, esencialmente eliminando todo excepto el tronco cerebral. Esos animales estaban aún "vivos", al menos en el sentido de que no eran cadáveres; las ratas descerebradas podían andar y correr.

No caminan a cualquier parte, pero esto musetra que la médula espinal y el tronco cerebral pueden controlar los movimientos y responder a la retroalimentación sensorial. Está incluso en Youtube. El famoso pollo sin cabeza que vivió más de un año - no es un mito, pasó realmente - es solo un caso más.

Fuente: Neuroskeptic
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