El mago asesinado por su propia autopsia

En el cementerio Green-Wood de Brooklyn, en una lápida muy gastada, puedes leer, aunque con dificultad, la inscripción "The Martyr" (El martir) sobre el nombre Washington Irving Bishop. El resto del epitafio está demasiado deteriorado para leerlo, pero Bishop fue conocido en su época como uno de los grandes mentalistas del siglo XIX. Aunque su mayor misterio fue su muerte.


Bishop nació en 1855 y, aunque empezó en el mundo espiritista - asistiendo y administrando a la famosa medium Anna Eva Fay - finalmente se volvió de lado de magos contemporaneos como Houdini para exponer el espiritismo y la superstición. En 1880, publicó el libro Second Sight Explained, en el que decía: 

"Hay, de hecho, muchas razones a favor de una explicación de la clarividencia, porque el conocimiento del proceso está aún lo suficientemenete oculto para permitir que personas sin escrúpulos usen la influencia que le dan sus supuestos poderes para propósitos impropios. Nada puede ser más perjudicial para la moral que la prevalencia de la superstición; y casi no hay fenómeno existente que opere tam ampliamente en el fomento de la superstición que el supuesto poder de la clarividencia."
Sus propios actos fueron considerados como "telepatía", aunque aclaró que no era nada sobrenatural sino que no era nada más que la cuidadosa interpretación de los movimientos del cuerpo humano. Conocido como "lectura muscular," aprendió sus habilidades del mentalista J. Randall Brown, ganándose su fama por su frenético estilo de actuación, que añadía drama a sus ataques catalépticos. Mantenía una nota en el bolsillo que declaraba que no estaba muerto durante su estado catatónico, aunque la presencia de la nota en la fatídica actuación de 1889 llevaría a un gran debate de que terminó con la vida del mentalista.

Fuente: Universidad de Texas (Enlaces rotos no presentes en Archive.org)

Era 12 de mayo y Bishop estaba en el Lambs Club, una sociedad teatral situada en la 70 West 36th Street en Manhattan. Se dice que Bishop cayó insconciente al principio de la actuación y después se recuperó y continuó. Sin embargo, sufrió un segundo ataque del que no se recuperó tan rápidamente. Según la noticia, la autopsia se realizó a las 3:45 de la tarde, solo unas pocas horas de su supuesta muerte. Esta incluida la extracción de su cerebro.

Cuando la esposa de Bishop llegó al lugar y vio el corte alrededor de la cabeza, declaró: "¡Han matado a mi marido!". Una segunda autopsia realizada el 28 de mayo encontró el cerebro cosido a su pecho, y "todo parecía sano, sin presentar una causa aparente de muerte", aunque curiosamente "faltaban porciones de cerebro y otros órganos".
Fuente: Universidad de Texas

La presencia de la nota de advertencia y la razón por la que le sacaron el cerebro fueron el tema de debate y litigios en los años venideros. El líder de esta cruzada fue la madre de Bishop, Eleanor Fletcher Bishop, que pasaría las siguientes tres décadas de su vida denunciadno a los médicos que realizaron la autopsia y llevando su historia a través del país. Incluso publicó un libro dramáticamente llamado: "A Mother's Life Dedicated and an Appeal for Justice to All Brother Masons and the Generous Public — A Synopsis of the Butchery of the Late Sir Washington Irving Bishop (Kamilimilianalani) A Most Worthy Mason of the Thirty-Second Degree, the Mind Reader, and Philanthropist por Eleanor Fletcher Bishop (La vida de una madre dedicada y el llamamiento de justicia a todos los hermanos masones y el público generoso - Una sinopsis de la carnicería de Sir Washington Irving Bishop (Kamilimilianalani) el masón más digno de trigésimo segundo grado, telépata y filántropo por Eleanor Fletcher Bishop, su madre con el corazón roto). Incluía una fotografía de ella inclinándose sobre el ataud de tapa de cristal de su hijo, con la macabra cicatriz de la autopsia visible en su frente.

No está claro si los masones fueron en su ayuda, aunque el masón Harry Houdini le ayudó posteriormente comprando lo que quedaba del legado de Bishop. El certificado de defunción del mentalista de 33 años dice oficialmente "histerocatalepsia"; para su madre, siempre fue un asesinato. Y mientras el legado de Bishop en la historia de la magia puede haberse desvanecido, sus restos en la desgastada lápida del cementerio de Green-Wood lo declaran un "martir" por la eternidad, o al menos mientras su nombre no se borre del marmol.

Fuente:Atlasobscura,The magic detective,
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